Reto.

1.4K 157 53
                                    

Reto.


Rubén.



-Yo nunca...-Alex miró a Ruben con altanería para después pronunciar cada palabra lentamente.- Me he vestido de mujer.

-Eres un hijo de puta.- Fue todo lo que el mayor pudo decir, negándose a beber. Fue peor aún cuando todos los presentes lo miraron de forma extraña.

-¿No bebeh, Rubiuh?- La mirada hueca que Mangel tenía, más que diversión, le provocaba rabia.

Y claro, tuvo que beber bajo la atenta mirada.

-Me he tenido que vestir de mujer para una futura obra.- No dio más detalles porque sería demasiado vergonzoso. Miro a todos los que estaban allí y asintió para si mismo.- Vamos a hacerlo más interesante.

-¿Cómo?- Preguntó la chica que estaba hablando con Willy.

-Pongamos retos.- Y por supuesto que todos estuvieron encantados con la idea, como solía ser. Siempre estás feliz de enfrentarte a un riesgo nuevo, hasta que este se gira y te pega en la cara. Algo así como la vida.

-¡Empiezo yo!- Gritó Chetto, quien como siempre, quería ser el primero de todo.

-¡No yo!- Fue rarísimo ver a Willy participar.

Mientras, Rubén se replanteó su día un segundo, el cómo había terminado allí. Había empezado normal, aburrido, ensañando su guión cuando se encontró a Mangel y Laura, quien ahora estaba hablando con otras dos chicas, alejadas de ellos, caminando por la calle, juntos y cogidos de la mano. Aún intenta averiguar qué se había roto dentro de él para actuar de esa manera en la que lo hizo. Simplemente, sin ser consciente de sus actos, llamó a Alex y, literalmente, lo obligó a ir con ellos. Luego se unión Chetto y después, el resto. Y al final, había conseguido abarcar su anormal objetivo: Destrozar, por ya segunda vez, un intento de cita entre Laura y Mangel. ¿Por qué? No quería saberlo.

-¡Rubén!- Se asustó ante el llamado y sin querer, le dio a una botella de Ron que tenía detrás suya.- ¡Te toca!- Ni siquiera había podido divertirse con los retos que les había tocado a los demás por estar sumergido en sí mismo.

Él tenía claro su reto desde el primer momento.

-Alex, besa a Chetto.- Quizá no hubiese sido violento si hubiesen estado un poco más bebidos, o si el amago de novia de Alex no estuviese presente.

-Ni de coña.- Negó el menor, sorprendido.

-Debes hacerlo.- Rió, seguido por los otros.

-¡Besa tú y a Mangel!- Y las risas cesaron tan pronto como el aire frío en verano. Ahora ninguno reía, salvo las chicas al fondo, ajenas a aquella conversación. Y Willy, Willy reía hasta no poder más.

-¿Yo por qué?- Gritó, siendo apoyado por el pelinegro.

"No es que me importe, ¿pero tan malo sería besarme?"

-¿Y yo por qué sí?- Refutó Alex.- Si yo beso a Chetto por el estúpido juego, tú besas a Mangel porque me da la gana.

-¡No voy a besah a Rubiuh!- Laura se acercó en un segundo desde la lejanía, y Mangel se calló rápidamente como si hubiese dicho algo indebido.

-¡Willy también tiene que besar a alguien, él es gay!

-Soy gay, no puta. Estoy saliendo con Vegetta, y vosotros no me váis a meter en esto, Alex.

Y de nuevo, el mayor se preguntó cómo había terminado en aquella locura y cuánto tardaría en salir de ella, porque realmente lo dejaba agotado. No aquello, si no la simple presencia de Mangel.

-Pues no besamos a nadie.

-Pues no.

Segundos después todos estallaron en risas, porque puede que sí, que se hubiesen pasado un poquito con las bebidas.

-¿Mangel, vienes conmigo al coche de Chetto a por botella que queda?- Rubén se acercó al menor, quien estaba bailando con Laura la canción que sonaba de fondo en el reproductor. Torció el gesto cuando esa escena le recordó a lo que él vivió hace unos días. ¿Laura se sentía igual que él en aquel momento? ¿Sentía como si volara? ¿Sentía como algo extraño se posaba en la boca de su estómago y no la dejaba respirar? ¿Sentía un calor sofocante? ¿Sentía, a pesar de todo eso, la urgencia de más? ¿Y Mangel, qué sentía al bailar con ella?

"¿Por qué me estoy haciendo todas estas preguntas?"

La chica lo escudriñó con la mirada, molesta por haber interrumpido el momento, cuando estaban a punto de, por fin, besarse. ¡Y es que por culpa de Rubén, su cita había sido una mierda!

-Yo...- El pelinegro miró a Laura, quién se encogió con los hombros, reacia a decir nada.- Vale.

Se alejaron un poco de aquello, escuchando por fin el ruido de la ciudad, acompañado de los desbocados latidos de Rubén y la enorme sonrisa de Mangel.


-------------------------------

¡Por fin nuevo capítulo luego de tres mil años! ♥ 

¿Qué tal? ¿Tienen ganas del siguiente? Todavía tengo que escribirlo, pero tengo preparado salseo~ 


¡No olviden seguirme en mi Twitter/Facebook/Tumblr y Ask para sugerencias, preguntas o más! (Links en mi descripción)


Y quiero avisar, de que ya mismo terminaré esta hsitoria, también Rubelangel, por si quieren pasar y leer; (Es en el ámbito real): https://www.wattpad.com/story/16077305-nuestra-historia


Del odio a algo más. (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora