Soledad.

3K 197 70
                                    

Capítulo 21: Soledad.

Mangel.

Me quedé quieto y callado mientras caminaba para casa algo desanimado y es que -aparte de que esta tarde teníamos que volver para empezar con la primera escena- me había levantado prácticamente para nada. Además Rubén había estado de lo más extraño, y aunque no esperaba estar como los mejores amigos del mundo, esperaba que si hubiese sido un poco más cercano a mi. Quiero decir, vino a buscarme a mi casa -y puso como excusa a BGames-, estuvimos riéndo y charlando... entonces, ¿por qué todo cambia cuando llegamos a BGames?. ¿Por qué el ambiente entre nosotros cambia y lo único que nos queda es... silencio, frialdad y 'odio'?.

El camino a casa se me hizo realmente largo.

Rubén”- Quería que desapareciera de mi cabeza, dejar de pensar en él pero simplemente no podía. No sabía porqué, pero jamás conseguía eliminarlo por completo de mis pensamientos. Quizás porque todo lo que habíamos vivido entre nosotros era muy intenso, desde el primer 'contacto' -que fue COMPLETAMENTE DESASTROSO- hasta ahora, que estábamos algo más... ¿suavizados?, ¿amigables?. Realmente no sabía ni tan siquiera como definirnos -y si, eso suena muy gay-, como compañeros, conocidos, amigos...

¿Qué mierda somos?. ¿Y por qué cojones me preocupo por ello?”.- Juro que nunca me había pasado algo así, pero es que desde que había conocido a Rubén, Dios todo había parecido cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

Yo era un chico que lo había pasado muy mal desde pequeño, siempre he estado aislado, solo, 'marginado', y es por eso que me ha costado mucho relacionarme con el mundo -quizás venga de ahí también mi pánico ante las cámaras...-, contar mis cosas, confiar en alguien, y todas esas cosas que se suelen hacer tan facilmente si tuviste miles de buenos amigos en la infancia, pero ese no fue mi caso, mi infancia estaba llena de insultos hacía mi y soledad, mucha soledad. No era algo que me importase de pequeño ni de mis primeros años de adolescensia, la verdad, y es que no salía de mi habitación ya que estaba con los videojuegos, o cualquer cosa relacionada con internet, pero cuando pasé mis quince años, estar solo era realmente duro. ¿A quién le contaba mis problemas, mis secretos, mis miedos, mis metas...?. A nadie, como siempre. Y eso había hecho que -y si, lo admito- me convirtiese en una persona fría, pero no fría de actitud, sino frío de palabras. No solía contar mis penas, mis miedos y todo eso que va apareciendo en algún momento de nuestra vida.

Pero, cuando es Rubén... no se puede decir que lo considere como mejor amigo, como una persona importante para mi o algo así, para nada. Pero cuando estoy con él, siento que quizás le puedo contar cualquier cosa y no me juzgaría. No se porqué me da esa sensación, pero lo siento en mi cada vez que estoy con él.

Y bueno... ahora que me he mudado a Madrid la verdad es que no me puedo quejar de estar 'solo'- si tomamos el sentido de la palabra en si-, ya que tenía a Chetto, Alex, Laura, Panda, pero a veces... siento que falta esa persona importante en mi vida. Esa que haga replantearme el mundo, y si bien podría ser Laura, es mejor ser precavido y dejar que las cosas ocurran solas. Eso era siempre lo que decía mi madre.

De pronto, cuando abrí la puerta de mi piso, un pensamiento inundó mi cabeza. Aunque este no tenía ningún sentido.

Del odio a algo más. (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora