Me desperté con dolor de cabeza. Después de que Nea me invito a su casa me relaje y ya no me importo quedarme en el bar soportando a las amigas de Toria. Tome un par de cervezas con Brian mi amigo de la universidad y luego tome un taxi a casa. Al otro día pasaría a buscar el auto por el estacionamiento. Toria por suerte se iba a casa de una amiga. Otra noche en la que no tendría que soportar sus berrinches porque no quería tener sexo con ella. Me di una ducha y baje a correr tenía un gran parque en el edificio que me permitía hacer unos tres kilómetros de ida y vuelta y luego un gimnasio privado para los moradores del edificio.
Confirme el almuerzo con Atenea que me contesto con un dulce mensaje. Esa mujer me hacía sonreír y sentir una tibieza en el medio del pecho cosa que nadie más me había hecho sentir.
Estaba terminando de vestirme informal, jeans, una camiseta negra manga corta y mis vans cuando llamo Toria.
_ te espero en casa vienen mis padres y nos invitan a almorzar fuera_ dijo fríamente
_ ya tengo planes_ respondí indiferente ese "invitar" significaba que al final de la noche pagaría yo la cena
_ ¡no puedes desairar a mis padres Dante!_ dijo indignada
_ Si tus padres hubieran avisado ayer no los estaría desairando ya tengo un compromiso_ dije tomando las llaves para ir a buscar mi auto
_ ¿un compromiso dónde? ¿Con quién? No te olvides que tienes un compromiso conmigo_ dijo de mala manera
_ no me dejas olvidarlo_ dije y corte.
Suspire pesadamente. A veces quisiera ser menos noble y tener la fuerza para romper este noviazgo de pesadilla.
Llegue a la casa de Atenea casi a las doce. Toque el portero y la reja se abrió, el camino de piedras estaba franqueado por cerezos en flor y había paterres de flores por todo el enorme jardín. Podía olerse el mar, el lugar era un pequeño paraíso. En la puerta divise a Nea. Estaba preciosa con un vestido blanco de verano y descalza. Su pelo estaba recogido en una coleta y su rostro estaba sin una gota de maquillaje, se veía perfecta.
_ Bienvenido Dan _ me dijo con una sonrisa y le entregue las flores que había comprado para ella, un ramo de rosas salvajes perfumadas_ son preciosas gracias_ dijo con una sonrisa.
_ Tu jardín ya me tiene conquistado_ conteste mientras la seguía dentro de la casa.
_ almorcemos primero y luego te muestro la casa_ dijo tomando mi mano y llevándome dentro
Ya pasando por el living me di cuenta de que ella tenía razón, la reforma había respetado el estilo romántico de la casa agregándole modernidad pero sin quitarle estilo. Mientras ella caminaba me perdí en su figura. Suave, redondeada y femenina, el vestido se transparentaba con la luz y me daba con lujo de detalle una hermosa vista de su ropa interior. Agradecí que mi camiseta me quedara algo larga para que ocultara en algo mi erección. Había estado con varias mujeres aunque no era mujeriego, todas habían sido algún tipo de relación aunque fueran informales pero ninguna me había despertado tanto deseo como Atenea. Salimos por el área trasera de la casa y llegamos a una hermosa glorieta.
_ zara es mi empleada ella cocina en la semana pero los fines de semana me arreglo sola así que espero que no te decepcione_ dijo con simpleza mientras nos sentábamos y descubría la bandeja con sándwiches calientes de jamón cocido y queso con tomate y una ensalada cesar.
_ creo que es un excelente almuerzo Nea_ y ella sonrió
_ ¿sabes? la única persona en este mundo que me llamaba Nea era mi madre y me encanta que me digas así_
