Desiciones

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Pasada ya la media noche. Laura y Natasha seguían tomando chocolate caliente sentadas en la alfombra de la sala del departamento de Laura. Vampi dormía tranquilo en el alfeizar de la ventana. Luego de cuatro episodios seguidos de Doctor ¿who? la serie favorita de Laura, las chicas se encontraban en una plática cómoda.

- ¿Me vas a contar por fin como estuvo tu día?

Laura suspiro como queriendo sacar todo el estrés del trabajo.

-Esta tarde después de terminar el reportaje con Danny fui otra vez al orfanato y... nada, no obtuve nada, la directora me dijo que no podía dar ninguna información sobre Bagheera.

La periodista recordó con frustración cuando desde hace una semana había ido todos los días al orfanato para investigar sobre la chica misteriosa, sin obtener hasta ahora ninguna información. Rose se había mostrado renuente a hablar, a pesar de mostrarle su credencial de trabajo. Incluso intentó platicar con algunos trabajadores, pero tampoco obtuvo nada.

-Hasta ahora -continuó Laura. - La única información que tengo recopilada gracias a las mujeres de la asociación de la colonia, es que Bagheera es una mujer joven, que le gusta vestir con colores oscuros y tiene acento americano, y eso básicamente no me dice nada.

-Vamos, ¿Qué tan difícil puede ser encontrar a esa chica? -Dijo Natasha acomodando un mecho del cabello de Laura.

-Eso es lo mismo que pensé, quiero decir sabia que contactarla no seria fácil, pero esto es ridículo y no me puedo pasar todo el día asechando afuera del orfanato con la esperanza de encontrarla.

-¡Espera!.. ¿has hecho eso? -Preguntó Natasha frunciendo el ceño.

Laura se sintió avergonzada, no quería que Natasha pensara mal de ella.

-Quiero decir, lo hice un par de veces, y de todos modos no obtuve nada.

-¿Acaso esa historia es tan interesante que vale tanto esfuerzo?

-Probablemente no. - Respondió con sinceridad. -Pero ahora no me la puedo sacar de la cabeza y si esa chica se esfuerza tanto en esconderse significa que oculta algo. Además la directora del orfanato también actúa muy raro, algo esconde.

Natasha recordó a Rose y un sudor frío recorrió su espalda.

-Conozco a la directora del orfanato, ella es muy terca, es buena persona sin embargo.

-Tal vez tú puedas hablar con ella ¿Harías eso por mi?

-No lo sé Laura, hace años que no piso el orfanato, de hecho desde que Carmilla y yo salimos de ahí, yo no he regresado. No creo que sea la persona favorita de Rose, Carmilla siempre fue su favorita.

Laura golpeó su cabeza contra el sillón. Natasha se sintió mal por no poder ayudarla.

-Algo has de haber averiguado, piensa, esa chica no es un fantasma.

-No puedo hablar con los niños que son los únicos que la conocen bien, la directora me dijo que va contra las reglas entrevistarlos y las pocas personas que han visto a Bagheera solo me dijeron que usa pantalones negros, camisetas, botas pesadas y que nunca se quita sus gafas oscuras, ni se deja suelto el cabello.

Natasha sintió una sensación extraña en su pecho. Recordó las botas negras que papá le regaló a Carmilla el día que cumplió ocho años. A Carmilla le encantaron y jamás se las quitaba ¿Podía ser acaso? no, pensó ella, era ridículo. Carmilla no estaba en Estiria, su madre ya lo sabría. Nada pasaba en esta ciudad sin que ella lo supiera. Siguió repitiendo esto muchas veces, pero la sensación extraña en el pecho seguía ahí. 

Dos AlmasWhere stories live. Discover now