Capitulo 52. Te maltratré toda una vida

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—¿Sabes? Ella prefiere que la llamen más por su apellido White, y no por el de mi padre.

Matías tarda varios segundos en comprender.

—Me ha de odiar tu mamá, todo este tiempo la he llamado señora McNath —Sonrió de lado, por lo mismo se lo dije, pero no para que se sintiera mal solo para que comprendiera—. Lo siento, se me había olvidado que él ya no estaba siempre llamaba a tu mamá de esa manera.

—No te preocupes es algo normal, hasta las personas de años que nos conocen se les llega a olvidar y la siguen llamando con ese apellido a pesar de que ha pasado más de tres años desde que se fue —Me quedo callada varios instantes.

Suspiro.
Cuando Matías se fue, mi papá seguía aquí. Las cosas no eran tan agradables, pero por lo menos seguía estando en casa. Pensé que eso podía compensar lo demás.

Hasta hace poco me di cuenta que lo único que puede compensar todo es paz que se genera al no tenerlo. Muchas cosas han cambiado en mi hogar desde que el se fue.
Pase por varias etapas: tristeza, enojo, impotencia, descontrol. Al final me di cuenta, después de mucho tiempo, que es bueno dejarlo ir y no aferrarlo demasiado.

—Hablar de papá es un tema muy delicado para ella, a veces las personas no pueden con ciertas cargas y deciden huir. Así que sin más papá es un cobarde, lo culpe por mucho tiempo; ya no lo hago. Por el contrarío mamá es una guerrera que a pesar de todo ha podido continuar a mi lado, y estoy agradecida con ella —Sonrió mientras observo mis dedos juguetear entre ellos—. Más que nada que la sigan llamando por el apellido de papá hace que si carga sea más pesada, solo quiero aligerar poco a poco eso para ella. De hecho puedes llamarla por su nombre, estaría ella un millón de veces más agradecida contigo.

—Lo entiendo, no imagine que hubieran pasado algunos cambios desde que me fui, fui un desconsiderado.

Niego con la cabeza, me acerco un poco a él.

—No lo sabias, no muchas personas lo saben —Le tomo la mejilla y nos observamos—. Probablemente no me molestaría en decirlo a cualquier persona. Te lo digo porque se que pasarás mucho tiempo por aquí y quiero que sepas este tipo de cosas, para que no sea incómodo para nadie.

Hay un brillo extraño en sus ojos que no puedo describir.

—¿Que sucede? —Frunzo el ceño.

—Nada, nada es solo que dijiste que pasaré mucho tiempo por aquí, haciendo referencia a tu casa —Abro un poco la boca.

—¿Hay algo de malo en ello? —Le pregunto ahora un tanto nerviosa—. O si no te agrad...

Me toma con sus manos en mi cara y agacha un poco esta.
Después me besa la frente.

—No hay nada de malo, Gracias por considerarme parte de tu vida Alison —Me quedo congelada por un rato.

Demasiado diría yo. Sin saber que decir exactamente. Como he dicho, las palabras no siempre han sido mi fuerte. Pero como empecé a decir debo de empezar a cambiar ciertas actitudes, y no por alguien más. Si no por mi, porque debo de empezar a hacerlo por mi propio bien.
Y algo que debo de empezar a hacer es ser más sincera, conmigo misma y con los demás.

—Yo estoy feliz de tener a alguien como tú a mi lado.

Se separa un poco de mi, sin quitar sus manos por lo que están aplastando por completo mis cachetes.

—¿Acaso escuche bien? —La voz de Matías en tono de burla y sorpresa provoca que le de dedique una mirada de muerte—. ¿Señorita "muévete mundo", está diciendo algo tan lindo?

—A veces puedo decirlas —Las personas necesitan sacarlo de uno mismo y decirlo a los demás para la felicidad de ambos—. Y creo que es increíble el como tú regreso me ha servido demasiado.

—Yo creo que me extrañaste demasiado.

—Claro, ¿Como no iba a extrañar al idiota que siempre me molestaba? Me parece tan lógico eso.

Me aprieta un cachete con las fuerza y yo empiezo a gritar.

—¿Que te sucede? —Lo empiezo un poco mientras le pego en el brazo derecho.

Él empieza a reír como un loco.

—Algunas cosas jamás cambian, como tu mirada de odio hacia mi —Ambos reímos.

—Y no cambiará —Le dedicó una sonrisa de suficiencia—. Así que no te hagas a la idea de que vaya a cambiar mucho, y sobre todo mis actitudes hacia a ti. Cuídate Matías, cuídate.

Sus ojos de sorpresa provoca que me parta de la risa.

Escucho a mi mamá llamándonos y regresamos a la casa.

Cenamos mientras hablamos de algunas cosas pasadas, más que nada recuerdos y mala experiencias que tuvimos en la niñez Matías y yo que por alguna extraña razón a ese chico se le hacen cómicas contarlas. Y no es que no sean graciosas, pero son tan vergonzosas que si esto fuera contado en el instituto sería el blanco de las bromas.

Así que pasamos un rato lleno de risas.

Mamá habla sobre su trabajo y lo ocupada que ha estado en los últimos meses.

También comenta que lamenta no haberlo reconocido para eso Matías le responde con...

—No se preocupe, para ser honesto no se como Alison me termino reconociendo es tan despida que le podría pasar una bomba enfrente de sus ojos y no reaccionaría al instante.

—¡OYE! —Le piso el pie por debajo de la mesa.

Él reacciona bien y pareciera como si no le hubiera dolido.
Pero su labio tiembla por unos segundo, bingo, si le dolió.

—Bueno, Alison Es un despistada. Hasta me sorprende que al final no haya conseguido.

Me tapo la cara con una mano mientras que con otra continuó comiendo.

La cena pasa un tanto rápida para ser honesta.

Para la hora de que Matías tuviera que regresar a casa lo acompañó a la puerta después de que él se hubiera despido de mi mamá donde ella parecía realmente feliz de haberlo tenido en la casa.

—¿Sabes? Si continuas maltratándome de esa manera terminare muy lesionado por tu culpa.

Me quedo callada unos instantes pensando que decirle.

—Si te afecta mucho, existe una salida para eso.

Me toma de la cintura y me pega hacia él. Trago saliva. Tenerlo en contacto tan cerca de mi me sigue poniendo extremadamente nerviosa.
Y sin más me empieza a susurrar.

—Soportaré todo el maltrato del mundo, siempre y cuando no me dejes de querer —No puedo vencer eso. Jamás podría.

Me besa la frente por unos cuantos segundos, después se separa y de mi y empieza a caminar hacia la salida.

—Gracias Alison, he disfrutado mucho de la cena.

Camina sin más. Estoy un tanto congelada. Debería de hacer algo. Lo observo caminar por el jardín en dirección de sus casa.

Empiezo a correr hacia él.
A los pocos segundos que llego a su lado le digo lo último que diré en la noche.

—Te maltrataré una vida Matías, pero te querré por siempre.

Lo tomo del cuello con mucha brusquedad y lo besos despacio. Después de unos segundos me separo de él, y le doy un beso de poco y salgo corriendo de regreso a mi casa.

En cuanto cierro la puerta de este, estampo mi espalda contra la puerta mientras me tapo con ambas manos mi cara.

Probablemente esté demasiado roja. Pero no me importa, bueno si un poquito porque ¡Que vergüenza! ¿Que has hecho Alison? Nada, lanzarte contra el chico que quieres y te es correspondido tu amor. Es normal.

Debería de acostumbrarme, pero no se cuando pueda. Solo se que estar junto a él me pone muy nerviosa y me agrada mucho esa sensación.

Me agrada tener a Matías de esa manera, como el chico que me gusta.

My first love [2]Where stories live. Discover now