Capítulo 9

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(POV AZAHARA)

Menos mal que todo había acabado bien más o menos. Había llegado el médico que había ido de inmediato a ver a Zeus. El corte que tenía en el pecho era bastante más grave de lo que él me había dado a entender. Mientras el doctor trabajaba con él a mi me habían limpiado la herida del labio. No tardaron ni dos minutos. Como todavía estaban ocupados con Zeus y ya me habían dicho todos lo que se alegraban de que estuviese bien salí a la calle e hice algo que nadie sabía que hacía desde que tenía quince años.

Saqué un cigarro sin importarme que me viese nadie. Estaba bastante nerviosa por lo sucedido. Estaba fumando en las escaleras cuando alguien se acercó a mí. Iba totalmente de negro y no se le podía ver nada. Parecía una mujer. Se acercó a mí y yo me levanté. Había algo que no me daba muy buena espina.

— ¿Qué quieres? —le pregunté.

— ¿Quién eres? —vale, normalmente desde que estaba casada con Zeus todos me conocían y nadie me hablaba con "tanta falta de respeto."

—Soy la señora Gotti, la esposa de Zeus Gotti. —Durante un tiempo se quedó quieta, después saco un papel de su bolsillo.

—Esto es para el señor Gotti. No debe leerlo ya que es alto secreto. —Prácticamente le arranque la nota de las manos y seguidamente se fue sin decirme nada.

—Señora, el doctor ya se va y el señor la está esperando arriba. —Salió Jeffrey a llamarme.

Entré dentro de la casa tirando el cigarro fuera bajo la atenta mirada del mayordomo. Al pie de la escalera estaba el doctor de los Gotti.

—Doctor muchas gracias por haber venido tan rápido. —Le dije al médico cuando llegué a su lado— ¿No ha habido nada raro no?

—Nada, todo bien. Ahora mismo la está esperando y está perfectamente.

—Muchas gracias doctor.

—A usted señora Gotti. —Me despedí y subí de tres en tres las escaleras para llegar a nuestra habitación.

Entré sin llamar a la puerta y en la cama estaba Zeus con el pecho descubierto y unos pantalones de pijama. Llevaba el pecho vendado a la altura de los pectorales justo donde Paulo le había dado el navajazo. Al lado de él, pero fuera de la cama obviamente sino habría sido raro, estaba Tony.

—Bueno parejita os dejo poneros al día. —Y se fue, tras darme un apretón en el hombro.

Zeus me sonrió y palmeo en la cama para que fuese a su lado. No me lo pensé dos veces y fui hasta allí.

— ¿Qué tal estas? —Me preguntó

—Creo que debería ser yo la que preguntas eso. —Le contesté rozando el vendaje.

—No es nada grave. Duele menos que un balazo. O que esto. —Se giró dándome la espalda donde había una fina cicatriz.

— ¿Y eso?

—Un recuerdo de mi esposa la última vez que estuvimos juntos.

— ¿Eso te lo hice yo? —El asintió sonriendo.

— ¿Por qué te fuiste con él a solas? —No, tan pronto no.

—Pues... porque estaba sola. A ver si, hablaba con Bianca y con Viola y eso, pero no sé. Ellas tenían que estar con sus maridos y sus hijos.

—Te oí decirle que me amas—dijo después de un rato en silencio como pensando. Mierda, lo había escuchado. Era una debilidad, tenía que mentirle. Bueno que más daba.

3-Matrimonio Obligado (+18)Where stories live. Discover now