● Tercera Carta ●

4.1K 421 15
                                    

Tercera Carta
Para: Sirius Black.
De: Anónimo.

 25 de septiembre de 1975

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

25 de septiembre de 1975

Querido Sirius:

¿Qué pensabas al esperarme luego de todas las clases ayer? Me siento subestimada, pequeño merodeador. En verdad deberías tener paciencia o de otro modo ello podría ser tu ruina.

Por lo visto sí le han contado a Peter, quién no paraba de mirar a todas las mesas para ver si me encontraba. Cambiando de tema, ¿Qué tenías en tus manos ayer? ¿Eran cartas? No esperaba eso, de cierta manera es un gesto muy tierno de tu parte y en verdad te agradezco que tomases tu tiempo para escribirme.

Pero desde este momento debo decirte que hay una línea entre nosotros. Exacto, una línea grande y roja que desde el momento que te escribí he sido cautelosa en no cruzarla. Aunque, debo admitir que se ve terriblemente tentadora el cruzarla, no puedo aconsejar algo que yo misma no estoy dispuesta a seguir.

¿Quieres ser el que encienda la explosión que inevitablemente crearía una catástrofe?

Desde que te envió estas cartas te he estado prestando más atención, Sirius. En verdad que sí y no de un modo platónico, más bien de curiosidad. Como cuando miras algo que llama tu atención porque no sabes que se utilizó para esa fotografía o pintura. Como esas obras de arte que por más que des mil vueltas en tu cabeza no puedes comprenderla.

¿Cómo tus amigos no se han dado cuenta de tus sonrisas? O simplemente lo hacen, pero lo ignoran por tu bien. Creo que es la segunda, dudo que ellos no te conozcan como la palma de su mano.

Hay secretos que tú mismo tienes miedo a revelar, ¿por qué?

Porque tus sonrisas son distintas por cada persona con quién estás. Con las chicas siempre son coquetas, cuando cuentas un chiste frente a todos es altanera, a lo que me refiero es que esas sonrisas nunca llegan a tus ojos. Nunca veo que te hagan sentir algo.

Sin embargo, cuando estás con tus amigos es mucho más...tranquila. En realidad, no hay nada tranquilo en ti, Black, pero es el mejor adjetivo que se me ocurre en estos momentos de la noche y con los ojos a punto de caer rendidos. 

El punto es, que son los momentos con ellos donde veo que tu rostro se relaja, que tus sonrisas no son fingidas, que cierta parte del peso que llevas desaparece y es donde realmente te encuentro de cierta manera feliz. Pero hay momentos que ni siquiera tu grupo te puede animar, ni siquiera ellos pueden sacarte por completo tus preocupaciones.

Creo que sé cuáles son, pero siento que todavía no estás listo para afrontarlo. Así como yo no estoy lista para salir de aquí por más que lo desee.

Hace un par de días han comenzado los rumores, me dicen que alguien está comenzando a hacerse conocido y no de una buena manera. 

Y te vi el sábado en las Tres Escobas con Ashley, no soy de las personas que le agradan mucho la muestra de afecto en público, pero no soy quién para decir que puedes hacer o no. No obstante, creo que muchas de las personas en el local tampoco se sentían cómodas con ello, así que es un consejo decir que podrían esperar hasta llegar a un lugar más privado.

Por cierto, oí lo que ella te propuso a la vuelta del viaje. Juro que en mi corta vida no me he reído tanto y tenlo por seguro que será una anécdota que contarán en todos los pasillos por el hecho que lo dijeron muy alto.

Si las paredes del baño pudieran hablar, pobre sirena del baño de los prefectos.

Alguien que está angustiada porque nadie parece preocupado por esa sirena.

Someone Who ││Sirius Black ││Where stories live. Discover now