Capítulo 12

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Ya no se escuchaba nada. Nadie murmuraba, hablaba o gritaba más insultos hacia mi.

Todos estábamos concentrados viendo la próxima reacción del Alpha Oleg. Sus manos se hicieron puños al tiempo que la marca del golpe de la muchacha se tornaba roja.

No dijo nada solo busco la mirada de ella e hizo su amenaza silenciosa. Se iba a desquitar conmigo, ella era su Luna. De no ser ella la hubiese asesinado por golpearlo.

Comencé a llorar mientras que le Alpha me levanta del suelo jalando de mi cabello. Mi arrojó con Dema y le dijo que después se encargaría de Mi.

Dema me llevo con él hasta su casa. Todo el mundo comenzó a abandonar la plaza pero nadie vio donde me llevaba Dema a exención de Gavrel.

Dema abrió la puerta de su casa sin percatarse de que Gavrel nos había visto.

Me lanzo al suelo una vez dentro y se dirigió a su cocina por aguamiel. Desde donde estaba podía oler su fermentación.

-Así que te salvaste de una muerte pública. Solo eres una perra con suerte.

-No me confundas con tu madre, Dema.

Vi el momento exacto en que la ira de Dema salía hasta de sus ojos. Se abalanzó a mi y me golpeó con fuerza en la cabeza.

-Te enseñaré a respetar sucia.

Dema desgarro su ropa y me inclino con fuerza golpeado mi mejilla con el suelo.

Levantó mis caderas con las suyas y abrió mis piernas con sus rodillas.

-Dema, por favor.- Rogué tratando de soltarme de su agarre.

Con uno de sus brazos rodeo mi cintura y con su mano libre jalo mi cabello hacia atrás.

-Pedirás más, esta en tu naturaleza.

Diciendo esto, entro en mi cuerpo con brusquedad.

Grite tan alto como pude, revolviendome para que me soltará pero su agarre sólo se intensificó.

Estaba muy dentro de mi, su segundo movimiento casi me tumba.

Cerré mis ojos con fuerza cuando sentí algo deslizar de mi sexo hasta mi pierna. Supuse que era sangre.

Dema estaba a punto de salir por completo de mi para entrar por tercera vez cuando la puerta se abrió con fuerza.

Me soltó de repente provocando que cayera nuevamente al suelo. Sin fuerza y adolorida.

No pude ver quien era pero con solo hablar supe de inmediato que se trataba de Gavrel.

-¿Qué has hecho, Dema?

-Ella lo pidió.

-La forzaste, esta embarazada.

-De un Vurdalak.

-No importa. Sabes que los machos tenemos prohibido hacerlo. El castigo es la muerte.

-No seas aburrido Gavrel. Tu también puedes divertirte si quieres. Esta Zorra se siente malditamente bien.

Dema trato de agarrarme de nuevo pero Gavrel le gruño amenazadoramente.

-¿Qué?

-No la toques más.

-Gavrel, estoy dispuesto a compartirla pero yo la usare primero.

-No lo harás, Dema.

-¿Me detendrás tú?

-Si es necesario lo haré.

Trate de levantar mi rostro pero no me moví ni un centímetro, solo sentí las asquerosas manos de Dema rodeandome y dejándome apoyada en la pared.

-Mira como lo asesino por tu culpa.

Las palabras de Dema me helaron la sangre, mi boca se sentía seca y mi cabeza y mi sexo palpitaban de dolor.

Y aunque no lo quisiera admitir, lo que más me dolia era mi dignidad. Dema me había humillado como nadie jamás. Era un ser oscuro en un cuerpo hermoso, apostaría mi vida a que le ha dado su alma a Loki.

Gavrel no tardó en responder a sus burlas. Y así, ambos machos se transformaron y comenzaron a luchar.

Czarina tiene un SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora