Tú viviste en abril. (Fanfic Kaori x Kousei)

Falsa lluvia

Mi conciencia no pudo creerlo, aquella chica que había conocido en primavera, que había despertado mi admiración en ella, que me había devuelto el color a mis ojos, esa chica que ahora lucía débil y enferma y que llegó a sumirse en la desesperación, se había aferrado a una promesa. Puede que Watari tuviera razón y que se hubiese acercado a mí de manera sibilina.

Ella liberó sus brazos de mí haciendo que pudiese recuperar un poco de aliento para responder le.

Kousei: (con una cara ligeramente apenada) Siempre consigues que mi admiración aumente por momentos. Así que.. (le hace una sonrisa) Bienvenida de nuevo.

El cielo se nubló por completo y antes de que mis párpados se cerraran, pequeñas gotas se dejaron ver, las mismas que ahora habían llegado a la cara de Miyazono.

Kaori: Gracias ;D

La conversación fue disminuyendo hasta quedarse en un vacío. La lluvia me dio una excusa para marcharme y poder quedarme bajo la lluvia con la cabeza en alto, sin que ella pudiera observarme, pero mi corazón me decía que debía aprovechar esa segunda oportunidad que me había ofrecido mi promesa o esta vez si que la perdería para siempre.

Kousei: Será mejor que me marche ya, está comenzando a llover y prefiero no esperar a que se coja más.

Pensé: "¿Cómo puedo ser tan idiota como para decirle eso?"

Kaori: Um, entiendo. El viernes me dan el alta, tengo ganas de volver a casa.

Kousei: Me alegro mucho, iré a visitarte. Bueno será mejor que me vaya yendo ya.

Kaori: Um...

Me giré y abrí la puerta. El ambiente se puso muy tenso, ninguno dijimos ni una sola palabra de despedida. En ese momento, me sentía como si ya me hubiera alejado muchos metros de ella y también sabía que si me giraba en ese instante, vería como aquella sonrisa ocultaba un llanto. Tenía que hacer algo.

Kousei: (Se giró instantáneamente todo rojo) El-el sábado a las 10, i-i-iré a recogerte a tu casa, nos vemos.

Cerré rápidamente la puerta a la vez que de manera brusca. Mi corazón latía intensamente e iba tal como un metrónomo. No sabía que acababa de hacer, solamente sabía que esa sonrisa ahora si que era una sonrisa, y que eso era lo único que me importaba ahora mismo.