Tocando la luz.

Începe de la început
                                    

Gracias al cielo sólo se trataba de una benda. —Un simple esguince —escuché su voz en un tono grave y casi somnoliento. —Tranquila... podré trabajar en un par de días de nuevo.

Creo que dibujé una pequeña sonrisa, porque él la copió. —Eso no me preocupa. Puedes tomarte el tiempo que necesites... —me acerqué rodeando la camilla-. ¿Cómo te encuentras? ¿Qué pasó exactamente?

—Un simple accidente. Un camión sin frenos, un maestro de danzas algo despistado... lo de siempre —respondió con una sonrisa que seguramente estaba haciendo que los rasguños en su rostro ardieran.

Al acercarme más noté que ya tenía un par de puntos mariposa en su ceja derecha, un par de tiras de gasa y esparadrapo en algunas heridas que seguramente eran más profundas y  una intravenosa en su mano. El tubillo estaba transportando algo que supuse que sería medicina para el dolor.

Se aclaró la garganta y dejando de mirarme preguntó. —¿Sabes si el conductor está bien? No sé muy bien si...

Lo interrumpí diciéndole que no tenía preocuparse por eso en aquel momento, únicamente debería estar atento a recuperarse. Sin embargo encontré bastante lindo de su parte que se preocupase por el hombre. —Lamento que estés aquí...

Sentí como si me hubiese golpeado a mí el camión. —¿Quieres que me vaya? —pregunté sorprendida. —Wow... y yo que pensé que... Soy una tonta —el simple hecho de estar allí significaba miles de problemas para mí, algo que a él no parecía importarle. Me sentí tan... decepcionada en ese instante.

Lo miré con ira estando tentada a golpear su pie sólo por venganza, cuando de la nada tiró de mi mano con la fuerza que en ese estado de sopor no debería tener. Sus ojos grises y cansados se fijaron estáticamente en los míos y susurró algo que no pude entender. Tiró más de mí para que me acercara, tal vez ya se estaba quedando dormido por el calmante, o sin habla sólo por un arrebato universal de Karma.

Me acerqué para evitar que dejara una marca fea en mi muñeca. —Marie, me refiero a que no quiero causarte problemas. Le dije... le dije a la enfermera que no te llamara —susurró en mi oído—. Grité tan fuerte que varias personas me miraron como un maniático. Eso tiene más sentido proviniendo de alguien como Bradley Heaven—. Pero... gracias. De verdad. No tendrías por qué haber venido...

Giré mi rostro para verlo. Estaba muy cerca, tan cerca como nunca lo había estado. Noté su respiración en mi cara, el poco movimiento de sus facciones evitando el dolor y una par de ojos que miraban como sólo Malik alguna vez lo había hecho. En un impulso lleno de ansiedad y de estrés acabé la distancia para besar sus labios.

Quisiera decir que lo que hice estaba mal, y sé que lo estaba, pero lo disfruté. Esos labios eran suaves, dispuestos, amables... No había desenfreno, pasión o miedo. Sólo luz. No hubo excesos, únicamente un pequeño beso que decidí terminar en cuanto mi cerebro me pegó una cachetada. La realidad se materializó y huí de su lado justo en el momento en que la enfermera decía: "Si no están enfermos o muriendo, fuera de emergencias. Esperen en la sala hasta...". Ni siquiera escuché el resto, me limité a correr hasta el auto.

Con una tonelada de pensamientos en mi cabeza conducí rápidamente deseando llegar a mi casa. Lo que recién había hecho estaba mal. Muy mal. Acababa de besar a Bradley, YO, una mujer CA-SA-DA. ¿Cómo fue que pasó? Recordaba estar molesta y de la nada estar besándolo.

Me insulté mentalmente de todas las maneras habidas y por haber. Me sentí tan desgraciada como cuando engañaba a Ed con Malik. ¿Estaba acaso volviendo sobre los mismos pasos? ¿Se trataba todo de algún tipo de broma del universo? Eso no podía estar pasando. No a mí, no en ese momento.

Estacioné en el garaje notando que en un rato el sol saldría. Subí las escaleras hacia la habitación casi corriendo, tentando a mi suerte, ya que no sabía si Zayn había notado mi ausencia o si las niñas se habrían despertado. Recé mentalmente y me escabullí en mi habitación. Mi esposo aún estaba dormido, todo parecía en orden, como si nunca me hubiese marchado.

Me saqué la chaqueta que llevaba sobre el pijama y las botas que había usado. Lancé ambos en el armario y me escurrí en la cama, aún tibia. Cerré mis ojos para intentar dormir, o por lo menos pretender que lo hacía. —Mmmm —Zayn ajustó mi cuerpo al suyo-. ¿Eran las chicas?

Por un segundo mis neuronas corrieron en mi cabeza para entender a qué se refería, hasta que alguna (la más lista) me recordó que tenía gemelas. —Sí... —susurré tratando de fingir que estaba agotada—. Tardaron en dormirse —concluí la mentira y me felicité cuando él sólo asintió y siguió durmiendo.

Soy una basura.

Intenté dormir. Quería que todo fuera un sueño, deseaba despertar en unas horas de una pesadilla terrible, sudada y asustada hasta la raíz. Pero no sería así. Lo hecho, hecho está. Me hubiese encantado tener una idea de qué iba a suceder para estar preparada. ¿Qué pensaría Bradley? ¿Qué debía hacer yo? ¿Debía contárselo a Zayn?

¿Qué voy a hacer ahora?

°°°

¡Hola, hola!

Aquí un capítulo más. Muchas gracias por leer y comentar. Lo aprecio montones.

Lots of Love!

Forever Troublemaker. [Terminada]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum