cap.25: No. 3/3

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-¡escuchame bien, kenan Ruskov Romannov!-grite.-¡tu no desprotejeras a tu hermana!

Él apretó los puños.

-vasta, kyana.

-¡no lo harás!-grite.

-¡hare lo que se me de la gana!-grito.-yo mando aquí, kyana. Que no se te olvide.

Entecerre los ojos.

-conmigo no.

El me miro.

-tu no seras la excepción.

Baje la cabeza. haría todo por que no le pasara nada a elsy.

Me acerque a él y rodee mis brazos en él. Se tenso y no se movió.

-por favor.-Murmuré.-no dejes desprotegida a elsy.- lo mire pero él no a mi. Seguía mirando enfrente y serio.

-No.

Se separe bruscamente de el.

-¡nunca me escuchas!

-¡ella me hizo daño!-grito.-me hizo estar tanto tiempo culpándome de no que no la pude proteger.-se dejo caer en él sofá.-no pude hacer nada cuando ese hijo de puta la violó. Me sentí una mierda. tanto tiempo engañándonos. Fue la peor tortura de mi vida.

Me senté a su lado y lo abraze. Él lo necesitaba.

-ella se enamoró.-susurre.

Él negó y paso una mano por su cara, siempre hacia eso cuando estaba cansado.

-ella es una niña que quiere que la traten como una mujer. No sabe lo que quiere.

-yo tampoco se lo que quiero.-Murmuré.

Él me miro.

-tu me quieres a mi.

Baje la cabeza. Él me la alzo.

-¿que es lo que quieres, kyana?-susurro cerca de mis labios.

-esta conversación paso de elsy a mi.-bufé.

-contéstame.-ordeno.

-te quiero a ti.-dije. Él sonrió de lado.-pero aves es me haces no querer estar cerca de ti.

su sonrisa se borro por completo. Se levanto y subió las escaleras en silencio.

Suspire. La cague. Me deje caer en él sofá, me quede ahí un tiempo.
Me levante y Subí las escaleras. la puerta de la habitación abierta. No pude ver algo mas lindo en mi vida. Kenan acostado alado de los bebes, hablando con ellos.

-ustedes serán los príncipes de esta casa.-susurro kenan a los bebes. Me recargue él él marco de la puerta. Sonreí.

-¿y yo que?-interrumpí.

Él me miro y después vivió su atención a los bebes.

-tu no sabes lo que quieres.

Enarque una ceja.

-claro que se.-me acerque y me senté en sus piernas.

-te quiero a ti.-susurré cerca de sus labios.

-¿pero?

Fruncí él ceño.

-no hay peros.-Sonreí y uní nuestros labios. Él me tomo de la cintura uniéndome mas a él.-cuidado con los bebes.-Murmuré entre besos. nos separamos.

-mañana podrás decorar la habitación que tu quieras.-toco mi mejilla.

-¿estarás aquí?

Negó.

Obligada a ser madre.Where stories live. Discover now