Cap.34: desquiciada.

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Bajamos del jeep y caminamos con nuestros pequeños bolsos.

Me sentía terrible. Sentía un nudo enorme en el estomago, unas inmensas ganas de vomitar me invadieron cuando vi dos coches negros aproxima doce. Del primero bajo Mitch.

Tu cabello rojo sangre seguía igual de corto. Nos miró y una sonrisa apareció en sus labios. Se acercó y lo pude ver mejor, sus facciones aún eran muy finas, era atractivo, pero la gran cicatriz que llegaba desde su pómulo izquierdo hasta su barbilla, lo hacía definitivamente espeluznante. Se acercó a nosotras con una enorme sonrisa en su rostro.

-cuánto las he extrañado.-sonrío.

Mire a alisia y ella se encogió bajando la cabeza.

-todo está perdonado, preciosa.-alzo la caza de alisia y ella retiró su mano con un leve golpe.

-no hay por qué ponernos agresivos, cariño.

Ella suspiro.

-caminos.-el sonrío y nos guió al auto de donde el salió. Subimos y nos sentamos en la parte de atrás con el.

Yo mantenía la vista enfrente. Pensaba en kenan, ¿ya habría llegado? Dios, espero que me pueda perdonar.

KENAN' S POV.

Respire profundamente por décima vez y mire a la chica frente a mi.

-repítelo.-ordene.

Ella me miró asustada.

-ella me llamó y me dijo que si podía cuidar a sus tres hijos por una hora, hasta que llegara el padre, por qué ella se iría.

-¿ir a donde?-preguntó kendal.

-no tengo idea, solo sé que se llevaron unas maletas pequeñas.-dijo.

Pasé una mano por mi cara.

¿Por qué?

Tuve que haber hecho algo tan jodidamente mal para que ella nos abandonará. Prometió que no lo haría.

Me senté y tape mi cara con mis manos. Estaba tan jodido. Tenía que encontrarla. Mire a mi hermano que solo estaba sentado frente a mí sin expresión alguna. Le dolía que se hubiera ido. A mí también pero yo no me quedaría de brazos cruzados.

-¿ya puedo irme?-preguntó la chica. La mire.

-serás niñera de tiempo completo.-dije ella abrió los ojos como platos.-se te pagará muy bien, solo hasta que vuelva mi mujer.

Si es que vuelve..

Suspiré apartando ese pensamiento. Ella volvería.

-esta bien.-respondió. Yo me levante y me acerqué a ella.

-una cosa que le pase a mis hijos lo pagaras con tu vida, ¿entiendes?

Abrío los ojos y asintió rspidamente.

-ve.-ordene y ella salió disparada a arriba. Me dejé caer en el sofá.

-¿por qué?-murmuro kendal sin mirarme.-¿no fui lo suficiente?

No tenía ni idea él porque se habían ido, pero sé que no sé irían por su cuenta, ahora todo encajaba, estos últimos días estuvo tan amorosa, lloraba por todo y más cuando veía a los bebes, ella se despidió de mí, sin siquiera yo darme cuenta.

En un pestañeo ya habían pasado una semana y media desde que kyana y alisia se fueron y las cosas cada vez estaban peor. Tenía una pista, habían encontrado mi jeep frente al lago, alguien las tuvo que haber recogido.

Obligada a ser madre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora