Lunes por la mañana, Lauren prácticamente había estado en la escuela incluso antes de que amaneciera, era imposible dormir para ella, sintiendo ese tirón extraño en su corazón, como si alguien estuviera tratando de arrancar alguna vena o arteria, era una sensación extraña y demasiado molesta.

Lauren se sentía como si estuviera encerrada en esa caja en las que tantas veces luchó por salir cuando esta perdía el control, ella no podía respirar y su cuerpo temblaba sin parar, pero sobre todo Lauren sentía miedo, estaba aterrada, aterrada de que Camila la sacara de su vida, sin ni siquiera darle la oportunidad, sin ni siquiera darle la oportunidad de arreglar cual sea la razón por la cual ella había tomado esa decisión.

Fue en la hora del almuerzo de ese lunes donde Lauren sintió su mundo quebrarse frente a sus ojos, Camila ni siquiera se había presentado en la cafetería y Lauren sabia la razón, ella.

Hay miles de cosas que pasan por tu mente cuando sientes esa persona que lo es todo para ti, lentamente caminar lejos de ti, de tu vida y hay un millón de sentimientos que cruzan tu corazón cuando sabes a la perfección lo que ella está haciendo y sabes que no hay nada que puedas hacer para evitarlo.

La razón de ello no es porque tú te hayas dado por vencida, Dios, jamás podrías darte por vencida por una persona como ella, pero tú sabes y sientes que no se trata de lo que tu corazón quiere, es todo acerca de ella y por muy doloroso que duela aceptarlo, lo que ella quiere es que dejes de luchar por ella, que dejes de intentar y si eso es lo que le haría feliz, lo que le haría sonreír de nuevo y si de verdad el amor que sientes por ella es tan fuerte, tú la dejas ir, aun sabiendo que esa será la peor decisión de tu vida, la decisión más estúpida pero la más significativa.

Solo un idiota deja ir lo que realmente ama, pero ¿Cómo dejar ir algo que jamás te perteneció? Como dejarla ir si ella es la primera cosa tan hermosa de la cual tú te hayas aferrado, la primera persona que te hizo sentir algo, la primera y la única persona que dejo tatuado tu corazón permanentemente, amarla era la forma más hermosa de auto destrucción, amarla era como tocar el infierno y el cielo al mismo tiempo.

-Maldita sea!-Harry maldijo lleno de impotencia corriendo hacia aquel cuarto, seguido al instante por los demás miembros de su manada, el abrió la puerta y sin perder tiempo sostuvo a la chica fuertemente en sus brazos, escuchándola gruñir llena de agonía y dolor sobre su pecho, todos los chicos veían la escena y a aquella chica totalmente rotos, Lauren parecía sentir tanto dolor en sus sueños, ella grito por segundos más hasta que sus ojos verdes se abrieron llenos de pánico, todo su cuerpo empapado de sudor y su corazón latir como loco sobre su pecho.

-¿Qué paso?- Ella preguntó, aun su respiración completamente inestable, Harry le sonrió tristemente, sus ojos verdes mirándola con tanta vulnerabilidad

-Tuviste otra pesadilla- Era la segunda de la noche para ser precisos, Lauren no dijo nada, solo se dejo caer en su cama y cerró los ojos tratando de calmarse un poco

-En realidad yo no recuerdo haber tenido una, no recuerdo la pesadilla- Ella pronunció después de un par de minutos en silencio, los ojos de los demás chicos se clavaron en los de su alfa en busca de respuestas

-¿Estas segura que no recuerdas nada?-Normani preguntó ahora acercándose a la cama y sentándose en la orilla de está abriendo sus brazos invitando a Lauren en un abrazo, la cual no dudo en aceptarlo, su cabeza ahora descansaba contra el pecho de la chica, las manos de Normani haciendo un suave masaje en el cabeza de la mujer lobo, haciendo a esta relajarse al instante

-Mmmh no- Lauren tarareó en respuesta –No me acuerdo de nada, cuando despierto lo único que veo son ustedes y no hay nada más en mi mente, en realidad no sé qué es lo que hago que hace que se den cuenta-

Haunted.Where stories live. Discover now