Capítulo 23: Debo Olvidarte

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Narra Adam:

No sé en que momento me había quedado dormido, que incluso ya se había pasado el día entero.

Había tenido un sueño precioso, eramos felices, sin que el destino estuviera por el medio. Extraño despertarme, encima de su pecho.

Me levanto de la cama, me quito el traje y me meto en la ducha, el agua recorre mi espalda y parte de mi abdomen.

Dejaré que la tristeza se vaya junto con el agua por el desagüe.

Me miré en el espejo y me vi totalmente mojado, forcé una sonrisa, pero ni siquiera quiero intentarlo.

Fui a su habitación y me puse su ropa, suena enfermo lo se, pero quiero sentir su aroma encima de mi piel.

-¿Cómo amaneciste hoy? -preguntó Martha.

La miré y enseguida aparté mi vista de ella.

-¿Por qué no dejas de culparte por la muerte de Rubén? -pregunta.

-Duele decirlo Martha, duele respirar. -hago una pausa. -Y a menos que tengas una idea para que Rubén regrese, no quiero hablar ahora. -le contesté mirándola fijamente.

Me hizo un gesto con la cabeza de no y se fue sin decir una sola palabra.

Hoy no lloraría por él, no quiero que piensen que es una tragedia. Lo es, pero también es una buena noticia.

¿Que narices estoy diciendo? Claro que es una tragedia. ¡Una gran tragedia!

Cogí su móvil y marqué el teléfono de Leandro.

-¿Adam qué quieres? -preguntó seco.

-En 10 minutos te quiero en mi casa junto a Alessandro. -le digo y corto la llamada.

Sí yo no podía ser feliz, haría a mis amigos felices, se lo debo a Rubén, se lo debo por nosotros.

Pasaron los 10 minutos y ya estaban sentados en mi sofá mientras que yo estaba de pie en frente de ellos.

-Alessandro, Lean me contó que fuisteis novios. -empecé a hablar.

-Lo fuimos, pero eso es cosa del pasado. -me contestó.

-¿Aún le quieres? -pregunté directo.

-Claro que si, todavía siento algo. -me respondió con un nudo en la garganta.

-Aprovecha el momento, no esperes a que suceda algo que te haga verlo y arrepentirte toda tu vida. -le dije serio.

-Alessandro... Dame otra oportunidad. -dijo Lean nervioso.

-Hazlo por mi, y por Rubén. -le sonreí.

-Lo haré... -dijo con los ojos medio lagrimosos.

Se dieron un abrazo y eso me hizo ponerme algo mejor, ya que yo jamás conseguiré volver a enamorarme, por qué no ayudar a mis seres queridos.

-¿Cómo llevas lo de Rubén? -preguntó Lean sonriéndome.

¿Me estaba sonriendo? Ya no me ve como el enemigo. Ahora me ve como su amigo.

-Bien, todo está bien. -mentí.

Para que quiero decir que estoy mal, no quiero dar lástima a nadie. Y mucho menos que se compadezcan de mi.

-Adam... ¿Estás seguro? -preguntó Aless con miedo.

-Claro, hoy decidí que tengo que empezar a olvidarme... Y disfrutar del momento, es lo que Rubén querría. -le respondí.

Se levantaron y me abrazaron. Sentía algo de felicidad dentro de mi, pero el dolor era superior.

Debo olvidarte, me decía a mi mismo, pero no tengo porque obligarme a hacer algo que no quiero.

El dolor me hace sentir vivo, me hace acordarme de ti, saber que aún estás vivo dentro de mi.

-¿Te quieres venir conmigo? -preguntó Alessandro.

-No, tengo que preparar la canción para la graduación. -respondí.

Se me había olvidado por completo, tengo que cantar dentro de 3 días.

¿Una canción de amor? ¿De libertad? Da igual la temática que fuera, quiero hablar de lo que viví con Rubén.

El sentimiento de perderlo y olvidarlo, pero una parte de tu cuerpo aun recuerda, esos escalofríos cuando te toca, esos labios dulces, esos abrazos rotos, esas lágrimas derramadas en su hombro, tantos recuerdos y momentos que dificultan hacer que le olvides.

Son sentimientos relacionados con el amor, o tal vez no. Pero lo que si sé, es que he amado y he sido castigado.

Quiero expresar mi dolor, que la gente entienda lo que es perder a un ser querido. El amor de tu vida, la persona que te robó el corazón, para ser más exactos.

-¿Cómo te encuentras? -pregunta Martha.

-Lo siento, no tendría que haber sido tan borde contigo, tú no tienes la culpa de que el destino se haya llevado a Rubén.

-No te preocupes, te entiendo, estoy aquí para las buenas y las malas. -se acercó a mi. -Dime, ¿qué haces?

-Escribir la letra de la canción.

Martha me quitó el papel escrito con palabras de dolor, amor, esperanza y sobre todo de decepción.

Empezó a leer mientras que en sus ojos notaba como se entumecían, brillaban y desprendían una lágrima.

-Es preciosa. -dijo quitándose la lágrima.

Me levanté de mi escritorio y la abracé.

-Gracias.

Le cogí de la mano y la llevé a la habitación de Rubén, me acerqué a su armario y saqué esa caja con el nombre "recuerdos".

Le di una pequeña carta y un collar. Martha me miró decepcionada y algo triste.

-Lo siento. -dijo.

-Me has mentido, conocías a Rubén todo este tiempo, al igual que a mi. Eramos los 3 mejores amigos, hasta que te fuiste y nos quedamos nosotros dos solos.

-Puedo explicarlo. -dijo nerviosa.

-No es necesario, no estoy enfadado, Rubén explica todo en la carta que te he dado.

Me acerqué a ella, cogí el collar y se lo puse, era una media luna.

A Rubén siempre le gustaron los símbolos, sobre todo el nuestro, el bien contra el mal. En cambio ha muerto el bien y ha ganado el mal.

Tendría que haber muerto yo que era el mal y el haberse quedado vivo ya que era el bien.

"El bien siempre gana al mal"

Mentira.

Volvimos a mi habitación y ella se sentó en la cama mientras que yo me ponía a seguir escribiendo la canción.

Lograré olvidarte, pero olvidaré el dolor que siento por tu pérdida, pero siempre vivirás dentro de mi.

Te lo prometo.

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¡Hola, hola! ¿Cómo estáis? Espero que de lo mejor. Me encantó como me quedó este capítulo.

Espero que os haya gustado.

Gif: Troye Sivan - Talk me down.

No olvides de comentar y puntuar.

Os quiere: Mralexx98.


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