Siete siglos. (Fairy Tail-Nalu.)

#4:

Lucy.

La misma.

Está tan deplorable. No hay ningún tramo de su piel que no tenga morados o alguna cortada. La miro de forma sombría. La verdad, no debe importarme verla así, pero lo hace.

Su espalda, está llena de arañazos, sus piernas magulladas, sus brazos con muchas marcas de cortaduras. Su cuello está todo mordido al igual que sus muslos. Esta desnuda, hecha un ovillo y temblando con violencia. Su cabello cubre su rostro, y está algo falto de brillo. Definitivamente, algo le pasó.

Me siento tan tenso, no debe importarme, no me importa. Pero... maldita sea, me voy a arrepentir de esto.

Cierro con fuerza suficiente la puerta para que sepa que no está sola, tal vez así tenga la decencia de querer cubrirse, pero no lo hace. Se abraza mas a sí misma y su llanto empeora. Su aroma a fresas, ya no es el mismo. Casi no lo siento.

Hay demasiada sangre en las sabanas. Y entonces, caigo en la cuenta de algo.

Se está muriendo.

Cierro los ojos, recordando. Todos los momentos a su lado, las veces que fue mía y la primera vez. Yo fui el primero en su vida, el primer hombre. Pero al parecer, no soy el único o el último. ¿Qué la llevó a hacerme esto? ¿Por qué esta así? También recuerdos los momentos divertidos, sus palabras de amor. La noche en que la convertí, ella era humana. Pero ni eso me importó.

Fue más mi amor por ella.

Poco a poco, escucho como su corazón se va deteniendo. Deja de respirar y su llanto desaparece. Unos pocos segundos más y Lucy desaparecerá para siempre de mi vida.

Pero, parece ser que me gusta sufrir. Rápido corto mi muñeca y mantengo toda la sangre que puedo en mi boca. Con lo débil que esta no podrá beber. Luego, de forma veloz la subo sobre mi regazo, hago una mueca al ver lo delgada que está. Definitivamente esta muriendo.

Veo su rostro, pálido y ojeroso. Pobre Lucy, en mis manos sufrirá más.

Separo un poco sus labios y la beso, o más bien, le doy a beber de mi boca. Siento como la sangre resbala por sus comisuras e intento inducirla a que trague. Maldita sea, ya no da para más.

Justo cuando termino de verter toda mi sangre en su boca veo que la mayoría corre por su cuello. Su cuerpo frío me paraliza y su cabeza cae hacia atrás.

Lucy está muerta.

Gotas caen sobre su rostro, sus labios tintados de rojo están morados, casi puedo ver las venas en la piel de su estómago y demás. Confundido me doy cuenta de que soy yo quien llora.

Lucy se fue.

Debería ser mi pase a la libertad. El fin de mi tortura. Pero, me siento tan miserable. No puedo borrar los sentimientos que tengo por ella, que son ira y venganza, tras ellos. Aún hay amor.

—¿Por qué lo hiciste? —Aparto sus cabellos de su rostro. Apretándola contra mi cuerpo y cubriéndola con una sábana—. ¿qué te llevó a hacernos esto? ¿No fui suficiente para ti?

Esas y otras preguntas rondaban en mí. Todas y cada una sin respuesta. Respuestas que ella se había llevado a la tumba.

Me siento tan mal.

—Natsu... —Escondo mi cabeza en el cuello mordisqueado de Lucy. Hay demasiadas marcas de mordedura. El maldito de Sting la dejó seca. No la alimentó. Escucho a Erza acercarse a mi. Al verla, su rostro esta lleno de tristeza—. Lucy sólo quería protegerte... por eso te sacó de aquí. Sting quería matarte, tenía una obsesión con ella. Tú no supiste verlo, pero nosotros si. Creí... creí que volverías por ella, ella también lo creyó así... ya es demasiado tarde.

Sus palabras duras duelen. Pero no son más que la verdad o eso parece. ¿Lucy salvarme? No sé qué creer, todos estos años deseando hacerla sufrir, y ahora, está sin vida frente...

Su rostro.

¡A arrugado la nariz!

Pongo mucha atención, chitando a Erza para que se calle. Su corazón, está latiendo. Comienza a latir con lentitud, pero late.

Erza se acerca a ella, acostándola en la cama manchada de sangre y revisando sus brazos y piernas. Las heridas comienzan a cerrar, su cabello recupera el rico tono dorado de siempre. Sus huesos dejan de marcarse al igual que las venas y su piel recupera color.

Erza sonríe emocionada, acariciando el rostro de Lucy mientras le da palabras de ánimo. Pero yo sólo veo su cuello, donde las venas palpitan con fuerza y todas las marcas de mordida desaparecen, sólo una queda allí y es... la mía.

Retrocedo cuando veo como sus bellos ojos chocolate se abren, confusos, desorientados... como cuando la transformé.

—Erza... —Su voz. Oh dios, hace tanto que no la escucho hablar.

—¡Lucy! ¡Por todo el mundo vampiro! ¿En qué estabas pensando? ¡Estabas muriendo! —Erza parecía una madre, regañando a su hijo por hacer alguna travesura. No sé qué me esta pasando, esta viva. ¿Hora de hacerla sufrir? Me da curiosidad saber lo que dijo Erza. ¿Será cierto?

—Erza... ¡Tu me salvaste! —Aprovecho que no se ha dado cuenta de mi presencia y prefiero escuchar. Yo la salvé, merezco mi premio—. No, era mejor que me dejaras morir...

El sonido de una bofetada llama mi atención, asombrado me doy cuenta de que Erza le dio una cachetada. Lucy la mira entre lágrimas. No me gusta verla llorar. Pero menos me gusta ver que sus lágrimas aún tienen efecto en mi.

Joder, debo acabar con esto.

•••

Continuará...

[19/10/15.]

[03/06/16.]