Al salir vi que ya se había ido todo el mundo. Enrolle la toalla en mi cuerpo y me dirigí a mi mochila. Al llegar allí la puerta se abrió y Scott entró descalzo al vestuario.

-Oh, dios, perdoname. -Dijo al verme- Es que me he dejado las zapatillas...

-No pasa nada....

Estabamos muy rojos los dos, la situación era muy incomoda. El cogió sus zapatillas, se despidió y se fue. Acabe de cambiarme y sin secarme el pelo salí al pasillo, hoy hacia calor así que no pasaría nada por no secarme el pelo. Al salir vi que Scott estaba sentado en el pasillo, jugueteando con un cordón de su sudadera.

-Scott? -Me miro.

-Adivina. Han cerrado el vestuario.

-Que gafe eres chico... -dije riendo.

-Oye, que no es gracioso.- Dijo el, pero al final soltó una carcajada.

-Anda, ven, se me ha ocurrido algo.-Sugerí.

Fuimos hasta el vestuario de chicos. Allí rebusque entre mis cosas de la mochila y saque un clip, para sorpresa de Scott.

-Si fuiste capaz de abrir mi diario seras capaz de abrir un vestuario. Venga, tu puedes- Le dije ofreciéndole el clip.

-Bueno... esta bien.

Cogió el clip y lo deshizo. Después lo deformó un poco mas y lo metió en la ranura. Lo movió un poco y sonó un "clack" y la puerta se abrió. Me miró con una sonrisa en la cara y entramos. Olía a desodorante de hombre. Su mochila estaba deshecha en una esquina. Yo me senté en un banco mientras el hacia la mochila. De repente una pregunta me vino a la mente, pero no la formulé. Miré hacia la esquina y Scott miraba una camiseta. Acto seguido resopló y se quito la sudadera y la camiseta, dejando ver su trabajada espalda. Se le había olvidado cambiarse de camiseta. Sonreí ante su despiste, se puso su sudadera y despues de eso se paso la mano por el pelo de una forma que hizo que algo bailara en mi estomago. Su voz grave resono por todo el vestuario.

-HAZEL!- Hizo que me sobresaltara.

-QUE? CASI ME MATAS DEL SUSTO TONTO!

-Es que llevas un rato mirándome raro. Y encima no respondías.

-Ah, me...había quedado pensando...como has abierto la puerta.- Me invente.

-Es un truco que me enseño mi padre, pues?

-No, por saber.

-Vamos?- Dijo colgándose la mochila al hombro.

-Si, me acompañas?

-Claro!

Salimos por la puerta principal del Instituto, entre una marea de estudiantes. Cuando paramos en un banco la pregunta volvió a mi cabeza. Estábamos comiendo unas galletas que había traído a clase, así que me pareció buen momento.

-Oye Scott...

-Hmms?-dijo con la boca llena. Rápidamente trago para responder.- Si?

-Me estaba preguntando... aquella vez en el libro... escribiste algo en chino. Que decía?

-Ehhh... no me acuerdo....

-Mientes. Cuando mientes te muerdes el labio por dentro. Te conozco sabes?

-Ah, me has pillado.- Y se calló.

-Pero me lo vas a contar?

-No.-Rió.

-Por que no?! Eres malo.

-Yo? Malo? Mala tu por preguntar tanto.

Rápidamente se abalanzó sobre mi y me hizo cosquillas donde mas duele. Como lo sabia? Ah, claro, Emily, no sabe guardar secretos. Ya me dolía hasta el estomago de reir. Estaba encima de mi, haciéndome cosquillas y riéndose de mis caras. De repente paró y me dijo

-Wo xiang wo xihuan ni. Creo que me gustas. Eso te lo dije hace casi un mes, hoy ese creo ya no existe.

-Entonces ya no te gusto?- Pregunté desilusionada.

-Ahora se que me gustas, ya no hay duda.- Sonrió. Eso si que hacia que mis bailarines de estomago se pusieran como locos.

Estábamos pegados, uno encima del otro, a centímetros. Noté que el estaba sonrojado, y por la temperatura de mis mejillas juraría que yo también lo estaba. Todo era perfecto hasta que apareció él. Cogió a Scott por la sudadera desde la espalda y levantandolo por los aires lo tiró al suelo. Dolorido intento levantarse pero William le propinó una patada en el costado y despues, cogiendolo del cuello de la sudadera le dio dos puñetazos en la cara. Al soltarlo Scott cayó al suelo como un saco, inconsciente. Satisfecho, William se acercó a mi con las manos ensangrentadas, con sangre de los labios de Scott. Se acercaba violentamente y yo, presa del miedo retrocedía en el banco. Al acercarse a mi le di un puñetazo, que sólo sirvió para que parara un segundo.

-Gatita mala...

Cuando estaba a punto de cogerme un señor le cogió de la camiseta por detrás.

-Esto que esta haciendo usted es ilegal, deje en paz a esta chica y a su amigo o tendré que llamar a la policía.

William protestó, pero acabó llendose corriendo. Sin hablar siquiera al señor que me había salvado corrí hasta Scott, que yacía inconsciente en el suelo. Llamaba su nombre pero el no me respondía. Seguía vivo, pues respiraba pero no estaba bien.

-He llamado a una ambulancia, en seguida estarán aquí, tranquila.

Las lágrimas salían de mis ojos. Agradecí al señor su ayuda y este me abrazó. Las sirenas de la ambulancia sonaban cada vez más cerca. Al final llegó. Dos chicos sacaron una camilla de la ambulancia y montaron a Scott en ella. El señor se despidió de mi y monté en la ambulancia con Scott. Conducían rápido, y hacían que me tambaleara mucho. Uno de los enfermeros iba conmigo y le estaba curando una herida en la ceja, seguramente provocado por un puñetazo.

-Ten, coje esta gasa y limpiale la sangre del labio.

Cogí la gasa sin decir nada. Con mucho cuidado retiré la sangre que tenía por todos los labios. Scott no se movía, tenía los ojos cerrados y tenía la expresión relajada, lo que me tranquilizó. Al final la ambulancia paró y tres enfermeros vinieron y se llevaron a Scott. El chico de la ambulancia me dijo que esperara en la sala de espera, le di las gracias y entre en el hospital.

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Scott en multimedia.

Sugerencias? No olvidéis a la estrellita :)

Los del libro azul (Pausada)Where stories live. Discover now