Desconocidos (Pausada)

Capítulo 3

Al escuchar el comentario del chico "de ojos miel", vale; tengo que dejar de llamarlo así. Umm...desde ahora se llamara Erick; o creo que se llamaba así.

-Porque has dicho que eres mi novio? - dije con voz de indignación, aun no podía creer que les había dicho eso a los medicos, no lo se.

-Porque sino seguirías inconsciente en el suelo de la calle Belle. - al escuchar mi nombre mis ojos se abrieron de par en par ¡¡ COMO PODÍA SABER MI NOMBRE EH!! Yo por lo menos no recordaba haberle dicho mi nombre, a menos que lo hubiera hecho inconscientemente.

-Cc..co-como sa-sabes...mi nom-nombre? - mierda, tenía que parecer segura, no se tenía que notar que tuviera miedo de "él".

-Simplemente lo se preciosa. - Me acaba de llamar "preciosa". Él que ni siquiera se que hace aqui. Como se atreve a llamarme así? Por su sonrisa arrogante supe que mi cara estaba roja de la rabia porque sino no sonreiria de esa forma ni me hubiera llamado "pequeño tomate". Yo lo mato pero quien se atreve ha decirme eso.

-No me llames así...ummmm- como se llamaba? No consigo recordar su nombre, se ve que el golpe a afectado a mi memoria o puede que me apetezca tomarle el pelo y fingir que no me acuerdo de su nombre. Na... será la primera opción, fijo. ( nótese el sarcasmo) -...Mike?

Al llamarle por otro nombre su sonrisa fue sustituida por enfado y una mandíbula apretada. Pero si nos acabamos de conocer, como puede enfadarse conmigo por un pequeño error.

-Es Erick, Erick Miller niña estúpida. - Quieto todo el mundo. Me acaba de llamar estúpida??

-Como te atreves a llamarme estúpida. I-m-b-e-c-i-l.- A mi no me insulta nadie, y no va haber excepción con este idiota de aquí.

- Quieres discutir o saber porque estoy aquí? - Porque tenía que decir eso, la curiosidad volvió a todo mi cuerpo .

-Vale , que coño haces aquí? - Dije muy molesta por su arrogante sonrisa. Es que no se cansaba nunca de sonreir... Agg me pone nerviosa.

-Mira que fina es nuestra señorita de alta sociedad​. - Dijo con tono de ironía que acabo sacándome demis casillas. Pero al moverme volví a asentir el ardor horrible en la nuca y me lleve las manos a la cabeza. - Estas bien Belle?

-Si, solo dime que haces aquí. - dije intentando sonar lo mas normal del mudo y lo conseguí porque no estaba nada bien, la cabeza dolía como el infierno.

-Tus padre no pudieron venir porque estaban muy ocupados en los negocio y/o en otras cosas que no... -

El chico dejo de hablar al ver mis ojos lloroso. Es que no podían comportarse como padres por una vez en su vida y preocuparse por su única hija.

-Y por que estas tu aquí? Quién eres tu para mi familia? - Dije con la voz rota, las lágrimas resbalaban por mis mejillas, por mas que intentaba retenerlas no podía. Los sollozos salian sin control, pero que podía hacer, es que no les importo a mis padres y que me dejan con el primer extraño que encuentran.

-Tus padres me pidieron que fuera a buscarte porque estabas tardando mucho en llegar y de camino a casa de tu amiga te encontré inconsciente en el suelo. Y con respecto a la otra pregunta, soy el hijo de la familia mas adinerada de aquí; loS Miller. - Cuando dijo lo de su familia lo dijo con un orgullo que me asqueada. Como puede gustarle ser una persona fría y detestable?

-Cuando me darán el alta? - Pregunte para cambiar de tema, cuando vuelva a casa preguntare o mejor dicho exigiré respuestas a todo esto, pero ahora solo me apetece descansar.

-Puedes dejarme sola? Necesito descansar.- Pregunte con toda la amabilidad que me quedaba, que para mi sorpresa era bastante después de todo lo ocurrido minutos antes.

-Claro, si necesitas algo avisame. - Dijo y cerro la puerta detrás de el. Empece a llorar en silencio. De que sirve que tenga dinero si me quita lo mas preciado que tengo. Y entre llantos me quede dormida.

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Ahora mismo estaba sentada en el asiento de copiloto del coche de Erick, el coche estaba sumido en un silencio muy incómodo. Ni si quiera había música. De repente vi las puertas que daban lugar a el infierno ( es lo que parecerá cuando entre por esa inmensa puerta). El coche se estaciono sin darme cuenta, últimamente estado tan pensativa que no me daba cuenta de las cosas, ni siquiera me había dado cuenta de que habiamos cruzado el gigantesco jardín delantero.

En cuanto abrí la puerta vi la cara de enfado de mi madre. Bueno seamos sinceras enfado,enfado precisamente no, digamos que furiosa, enfurecida, colérica,.... Vamos tengo mi muerte asegurada.

-Hola madre. - Dije intentando sonar lo mas arrepentida y formal del mundo. Pero creo que metí la pata hasta el fondo. Solo mirándole la cara se veía lo furiosa que estaba y viendo me a mi podías ver lo palida que estaba.

-COMO QUE HOLA; SE PUEDE SABER DONDE ESTABAS? - ahora decir que estaba furiosa era quedarse corta y decir que yo estaba asustada no era ni la mitad de lo que estaba.

-A-ayer tu-tuve un accidente y él-él me llevo al ho-hospital. - Dije tartamudeando. Maldición por una vez no puedo enfrentarme a ella. Y como si eso fueran palabras mágicas mi miedo fue sustituido por enfado. De repente vi que mi madre vio a Erick.

-Pero como que en el hospital, es que no te cansas de darme disgustos o que.- Dijo apretando los dientes para no gritarme. Según se ve estar con Erick ahora me esta ayudando con mi madre. Pero que pena que mi paciencia con ellos haya llegado al límite y simplemente me desahogue.

-Claro mamá, tranquila otro día que me ataquen voy a decirle al atacador "espera un momento que llamo a mi madre para avisarle de que me van a atracar" y como no el responderá " claro no hay problema".- dije con sarcasmo. - Es que no te importo ? Soy tu única hija y después de sufrir un accidente solo me regañas cuando ni siquiera ha sido culpa mía.- Ahora mismo ya no me quedan fuerzas para retener las lágrimas en mis ojos. Ella se me quedo mirando sin ninguna expresión en la cara.

-Ahora no me vengas con sarcasmos señorita, no ves que tenemos visita? - Mi cara era de incredulidad. Por fin mis lágrimas habían cesado y sin decir nada mas corri a mi habitación. Lo último que escuche fue mi madre gritando mi nombre pero la puerta callo los grito.

Esto es increíble, no puedo creer que a mi madre le importe mas el que dirán que la seguridad de su propia hija. Si en mi casa a nadie le importo...¿que hago aquí? Esa pregunta se mantuvo en mi cabeza durante toda la tarde. No baje de mi habitación porque no quería encontrarme con mi madre.

A las 8:00 pm alguien llamo a mi puerta pero como no estaba de humor me quede callada haber si se ivan. Pero los golpes no cesaban así que abrí la puerta y me encontré a la persona menos esperada.

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Foto de AUDREY MORRISON en multimedia.