Destinatario

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¡Hola a todos nuevamente! Espero que les haya gustado la primera parte, sin más demora les dejo con la segunda.

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No aceptó la mano que Minho le tendía. ¿Por qué tenía que presionarlo tanto? ¿Acaso no podía vivir su duelo tranquilamente?

-Bloody hell, Minho, déjame en paz.

Se lo dijo mirándole a los ojos de forma desafiante. Conocía las verdaderas intenciones del asiático o creía al menos conocerlas, pero no las entendía del todo. No era necesario que se recuperara de inmediato porque el resto podía mantenerse a cargo, y a decir verdad él mismo no se sentía como un líder nato. No era como Alby.

En cambio Minho...

-Ve a hacerte cargo del Claro -espetó con el ceño fruncido y desvió la vista al no obtener respuesta.

Apenas dejó de verlo se sintió completamente aliviado. Esos ojos...

-Hey Shank -un escalofrío le invadió la espalda cuando la voz de Minho se volvió más severa de lo que había escuchado en mucho tiempo- No eres el único que perdió a un compañero, pero sí eres el único que está llorando por los rincones en vez de ayudar.

"Ni siquiera he podido llorar" pensó, con la ira acumulándose poco a poco. Minho definitivamente quería verlo fuera de sus casillas, ¿verdad?

-Además eras el brazo derecho de Alby. Sabes cómo manejar una situación...

-¡¡No era solamente su brazo derecho!! -se sorprendió al principio de su propio grito, pero luego continuó con renovadas fuerzas- Era más que eso, yo... yo...

Enmudeció. Intentó buscar la frase adecuada.

"Tenía algo con él".

No, hubiese sido una total y asquerosa mentira. Además no habría sido capaz de confesar nada de ser cierto. Probablemente de saberlo el resto, se sentirían muy incómodos en presencia de un "marica".

Un patético marica.

Haciendo memoria, desde el primer momento había sabido que era distinto a los demás en ese aspecto. Cuando había subido por la caja hacia el Área se había sentido horrorizado, claustrofóbico, a punto de vomitar por el miedo intenso de ese extraño lugar llevándole hacia la nada. Y cuando abrieron desde afuera las puertas superiores, incluso con todo el pánico que le erizaba la nuca...

Se sintió aliviado. Aliviado gracias al rostro calmo de Alby, gracias a su voz grave dándole la bienvenida, gracias a su corpulento cuerpo que lucía como un verdadero refugio.

Sí, justamente en ése segundo había caído en cuenta de lo distinto que era del resto, al tener la fuerte sensación de que no debía decir lo que pensaba porque lo discriminarían. Esa horrenda sensación de tener que ocultar por completo sus palabras...

Todo para encajar con el resto.

El resto nunca hablaba de chicas (probablemente porque ni siquiera sabían cómo debería de lucir una muchacha adolescente), pero al mismo tiempo nunca hablaba de chicos. Ninguno parecía mirarse con otros ojos, tal vez por el cansancio, o tal vez porque realmente no tenían interés en los hombres.

Pero cuando llegó Teresa... "Bloody hell, parecían animales en celo" recordó, no sin un pequeño dejo de amargura. Claramente nadie había dicho nada en presencia de ella, pero cuando estaba lejos... era panorama aparte. Les escuchó en una ocasión cuando discutían, estando ebrios gracias a la bebida hecha por Sartén, de cómo deberían de verse el resto de las chicas. Que deseaban fervientemente salir del Claro para conocer a una que cumpliera con sus parámetros personales. Se había mantenido al margen lo más posible al igual que Minho, pero Alby les seguía la corriente, a veces olvidando por completo su rol de líder.

Correspondencia (Gay) (Minewt - Maze Runner)Where stories live. Discover now