La creadora

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(Johnatan Zuvic, Padre de Liv)

Otra vez... Otra vez Liv se retrasa. Pero yo ya le dije que no me voy hacer cargo de sus cosas, ya tiene 22 años y esto no puede seguir así. Aunque... por otro lado, ella ya lleva 5 años estudiando medicina para algún día ser Cirujana Oncóloga, y ayudar y tratar a las personas que padecen la enfermedad que padecía mi amada Amanda, el cáncer...y el día de hoy tiene una charla muy importante en la universidad.

-¡Liiiiiiiv!- Subo a despertar a Liv, pero ella ya no se encontraba ni en su habitación, ni en el baño. Otra vez se fue retrasada y sin despedirse de mí.

El día de hoy no voy a trabajar, me dieron el día libre. Estuve toda la semana algo raro, sentía que habían veces que algo en mí dejaba de funcionar, era como si me paralizara por segundos, así que mi jefe me dio el día libre tras haberme visto él con sus propios ojos como me quedaba estático por algunas milésimas.
Dijo que tendría que ir a ver a un médico, pero igualmente no le di importancia... debe ser la edad.

Siento muchísima pereza así que decido acostarme unas horas en el sofá de living a ver la tele. Hoy es el estreno de un programa de cocina, quizá podría ver que tal es.

Estoy paralizado.

Siento una aguja en mi cerebro.

Otras en mis manos.

Mi lengua arde.

Ya van 10 segundos...

Otra vez puedo mover mis articulaciones, pero esto no es normal. Voy a llamar a Liv.

El teléfono suena y suena, y ella no contesta, pero no voy a dejar de insistir.

-Hola pa, ¿Que pasó?-. Al escuchar la voz de Liv me tranquilice por unos segundos, pero luego comencé a temblar.

-Ne... necesito que ve...vengas- Le dije tartamudeando, apenas me salían las palabras de la boca.

-Que...¿Que te pasa pa?-. Me contestó, y pude notar en su voz que estaba demasiado nerviosa.
Estaba a punto de contestarle cuando se me resbaló el celular de las manos, cayó y se le salió la batería, debido al temblor que producía mi cuerpo.

Sabría que Liv vendría a ayudarme, así que no me preocupé en levantar el celular y volver a llamarla, sólo me relaje y me propuse a recordar el los días antes de empezar a sentir estas pequeñas parálisis.

Todo era normal.. siempre las mismas personas en la concesionaria, nadie que no haya visto antes que no quiera comprar un auto importado reiteradas veces y haber fracasado.

MIENTO.

Recuerdo el día en el que empecé a sentir estos raros síntomas y creo que ya se cual fue el origen de mis parálisis. Era un francés que parecía estar engripado, se acercó a mi escritorio y con un poco de dificultad por el idioma, me preguntó si conocía algún hotel para pasar algunos días. ¡Era él! ¡Lo vi! ¡El tuvo una corta parálisis de no más de un segundo en frente de mí!. Maldito Francés...

Mi corazón no late.

No respiro.

Veo todo blanco.

¿Me muero?

(Liv)

En el trayecto hacia el auto, me puse a pensar.
Nos conocemos con Thomas hace 5 años, desde que entré a la universidad para estudiar medicina... y a pesar de ser amigos, nunca me había propuesto hasta ahora traer a mi padre aquí en vez de llevarlo a un hospital si tiene problemas de salud....

¿Cómo puede ser que no me haya dado cuenta antes? ¡Es obvio!. ¡Él sospecha que mi papá puede estar infectado, por eso quiere que lo traiga para estudiarlo y evitar que llegue a ser otra de las víctimas fatales del Virus Paralizador!.

Apocalipsis Zombie: En busca de un lugar seguro (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora