4.

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"Bendita sea lo cómoda que eres".

Dejar la mente en blanco era algo que llevaba meses sin poder hacer.
El hecho de que James no me dejara en paz ni a mí ni a su hermano, Alb, me ponía de los nervios y sobre todo, no me dejaba pensar. Bueno, al menos en otra cosa que no fuese él. Será idiota.
Ahora, es Navidad. Y yo junto con mi rubia de bote, me voy a casa a pasarla con los que más quiero. Oh, sálvame Merlín y dame las mejores Navidades de mis 13 años... Sí, voy a 3° como podréis haber adivinado.
Scorps, es dos años menos que yo.

Mi baúl, estaba preparado con todas las cosas necesarias para estas vacaciones y una vez estaba en el suelo (cosa que costó poco por lo que pesaba ya que cayó sólo), me enrollé la funda de mi casa.
Al parecer, la gente ya estaría de camino a coger el Express y otros, mientras, estarían desayunando pues ellos no moverían el culo del castillo.
-Scorps, ¿a dónde crees que vas?-. Le dije amenazadoramente una vez habíamos llegado hasta el tren.
Al parecer, el muy casanova, se estaba yendo a un compartimento con varias chicas mayores que él.
-Ems... Yo...-. Balbuceaba mirándome mientras se rascaba la nuca nervioso.
Mi ceño, fruncido levemente, da hincapié para que se de cuenta de lo molestaba que estaba. Sin decir nada más, lo cojo del cuello del jersey y tiro de él hasta meterlo conmigo en uno vacío.
-No te creas que voy a dejarte ir con esas. Menos aún sabiendo la clase de chicas que son-. Mi tono sonaba protector y molesto pues no quería que las que peor me caían fueran a ponerle un dedo encima a una de las personas que más quiero.
-Sólo quería hablar...-. Típica excusa.
-Ya, seguramente tú. Ellas te harían cosas muy malas. Eres inofensivo-. Digo con el dedo índice amenazando.
-Pero...-. En ese momento, la puerta se abrió o más bien se corrió porque vaya, son puertas corredizas. Ambos, fuimos interrumpidos por el pequeño azabache de ojos esmeralda que sonreía alegre al vernos.
-Alb, siéntate anda-. Le sonreí alegre mientras señalaba el asiento de en frente, en el que se encontraba Scorpius.
-¿Saben que van a hacer ya estás vacaciones?-.
Scrops y yo nos miramos, un gesto que al parecer, a Albus le hizo gracia.
Cambié mi vista hacia los ojos de Albus y me decidí en contestar.
-Seguaremente nos quedemos en la mansión o igual vemos a los abuelos... Cosas normales y típicas-. Digo rodando los ojos mientras alzó los hombros levemente.
-¡¿Alguien quiere algo del carrito?!-.
Al escuchar aquello, fuera del compartimento que estábamos, me levanto como una fiera y salgo por la puerta con mucha rapidez.
-Nos os preocupéis, os cogeré algo-. Terminé diciendo antes de desaparecer por el estrecho pasillo del tren.

Buscando a la señora del carrito decidí ir de espalda durante unos segundos para así mirar si iba por detrás de mí pero, sin darme cuenta, acabo en el suelo debajo de alguien o algo. Madre mía como pesa...
Abro los ojos poco a poco pues en la caída los había cerrado por el susto, para así poder encontrar unos pelos naranjochos delante de mi. Fred II.
-Vaya Malfoy, bendita sea lo cómoda que eres-. Suelta al final una pequeña risa que hace que frunza el ceño y le intente quitar de encima mío.
-Quita gordo asqueroso, me vas a aplastar con tus estupideces y no me apetece volver a mi casa infectada de ti-. Digo con una mueca mientras me intento levantar de alguna manera, cosa imposible por cierto.
-A muchas chicas les encantaría estar así conmigo en realidad-. Dice con una ceja alzada mientras me mira con una sonrisa divertida.
-No me seas Potter, te tenía antes por normal Weasley-. Dije por fin saliendo de debajo de él. Al parecer, eso le había incomodado un poco y sorprendido.
-O sea que me tienes más cariño que a James... Uhm... Si le digo eso, creo que se enfadará...-. Dice con una mano en la barbilla mirando como me levanto aunque de un momento a otro, estaba abriendo la puerta de un compartimento. Oh no.
-¡JAMES!-. Al oír aquello, lo único que pude hacer es correr de vuelta con Scorpius y Albus, ya buscaría la señora del carrito en otro momento...
-¡Malfoy! ¡Todos sabemos que acabarás en mis pies!-. Oí de lejos las palabras del azabache 4 ojos.
No quiero escuchar nada de él, sólo quiero que me deje tranquila. Dejarme vivir.

Dulces Bromas. |James Sirius Potter|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora