A centímetros de distancia ❀ {Chenmin/Xiuchen}

Capítulo 3: Una mentira un tanto cierta

—Verás... Necesito contarle esto a alguien y como eres la persona en la que más confío te cuento esto. —Minseok se sintió halagado por el comentario de su amigo, pero por otro lado tenía miedo de saber que era lo que su amigo le iba a contar. Minseok asintió algo preocupado indicándole a Jongdae que siguiese hablando.

—No sé si me gusta una chica —soltó por fin Jongdae y Minseok sintió como se le quebraba el corazón en mil pedazos.

"Otra vez no, por favor..." Suplicó en su interior mientras intentaba no derramar ninguna lágrima, de momento lo estaba consiguiendo, pero no tenía ni idea de cuánto tiempo podría aguantar.

—Bueno, es que no sé —siguió hablando el moreno, esta vez soltando el agarré de los hombros de Minseok, este último de pronto sintió frío. Ya sentía como Jongdae se iba alejando poco a poco de él—. Es una amiga muy especial para mí y nunca la había visto de ese modo, pero me acabó de dar cuenta de que me encanta su forma de ser, su timidez, me encantan sus abrazos y cuando me da la mano. Pero no sé que es lo que pensará ella de mí —bajó la mirada, se sentía mal por ser un cobarde y mentirle a su amigo, acababa de decir todo aquello como si "ella" fuese su amigo pelirrojo.

—Esto... —Minseok no daba crédito a lo que había dicho su amigo, sentía que iba a empezar a llorar a moco tendido en cualquier momento. ¿Por qué le pasaba todo aquello a él? Por qué entre todas las personas que había en el mundo, él, Kim Minseok, se había enamorado de su mejor amigo, el cual su corazón pertenecía a otra persona que no fuera él —. ¿Puedo saber su nombre?

—Sooyoung —dijo decidido Jongdae, fue el primer nombre que le vino a la mente. Miraba a su amigo con preocupación y curiosidad, puesto que este parecía tener una guerra en su interior.

Y no se equivocaba, Minseok se debatía entre decirle que no valía la pena y que la olvidase e intentar ocupar su lugar en su corazón o animarle con su "enamoramiento". No, no podía hacer aquello, aunque le doliese horrores, era su amigo, y debía apoyarlo, además, como había dicho antes era la primera persona a la que me confiaba su secreto.

Suspiró y empezó a hablar en voz baja intentando esconder su tristeza:

—Deberías de ir a por ella. —Minseok elevó la vista para encontrarse con los ojos penetrantes de su amigo, quién le escuchaba con interés—. Demuestrale que la quieres, dile cosas bonitas, abrazarla mucho, ya sabes, haz cosas que le gusten a las chicas; y cuando estés listo dile que la quieres.

Minseok desvió la vista avergonzado, ¿por qué le daba aquellos consejos a Jongdae cuando él era un cobarde que no podía hacer aquello?

Tenía unas ganas enormes de llorar y sentía el pecho oprimido.

Jongdae vio a su amigo algo triste, no sabía el porqué pero le agradeció en silencio a su amigo y acto seguido se aproximó a abrazarle de forma cariñosa. Minseok correspondió apenado el abrazo de su amigo, pero le recorrió un escalofrío cuando Jongdae se acercó a su oído y le susurró:

—Gracias Baozi, no podría vivir sin ti. —Después se separó del pelirrojo y le dio un beso en la frente, salió de la habitación diciendo que iría a por algo de comer, dejando a su amigo en la habitación, paralizado. Era la primera vez que Jongdae le daba un beso, este nunca daba aquellas muestras de afectó, sonrió con las lágrimas a punto de desbordarse, pero Jongdae le llamó desde el piso de abajo.

Bajó corriendo las escaleras, Jongdae se encontraba en la cocina abriendo unos bollos rellenos de chocolate. Cuando vio a su amigo agarró un bollo y dijo:

—Mira, te pareces a él. Es tierno y dulce, como tú —Minseok sonrió ante la tonta ocurrencia de su amigo, a veces le parecía increíble que estuviera a punto se cumplir los dieciocho años. Parecía un niño de cinco. A pesar de que le estaba comparando con un bollo, le gustaron las palabras que había dicho su amigo.