A centímetros de distancia ❀ {Chenmin/Xiuchen}

Capítulo 2: Sentimientos extraños

Jongdae fue el primero en despertar, cuando abrió los ojos lo primero que vio fue el rostro pálido de Minseok. El cual estaba cerca, muy cerca de él. Cuando quiso darse cuenta se encontraba abrazado a Minseok, sus brazos rodeaban al pelirrojo como si se tratase de un peluche. Jongdae debió de apartarse y sentirse extraño ante la posición en la que se encontraba con Minseok, pero no hizo nada de eso. Se sintió cómodo y sonrió cuando su amigo se revolvió junto a él aún dormido. Se veía demasiado tierno. Jongdae colocó con cuidado la cabeza de Minseok en su pecho y cerró los ojos.

Un rato después fue el pelirrojo quién abrió los ojos, lo primero que notó fue sus piernas entrelazadas con las de alguien. No recordaba haber dormido con alguien así la noche anterior. Elevó la mirada y se sonrojó al ver a su amigo durmiendo plácidamente, lo siguiente que notó fueron los brazos de este abrazándolo. Intentó hacer memoria en silencio pero lo único que recordó fue dormir en el hombro de Jongdae... El labio le empezó a temblar, pero lo peor fue cuando su amigo abrió los ojos y sintió su rostro arder.

—Hey... —murmuró Jongdae con una sonrisa sin soltar a Minseok.

—H-hola —tartamudeó el pelirrojo algo avergonzado. Su amigo se rió y tras soltarle se levantó de la cama.

—Qué frío esta el suelo —se quejó el moreno, pero el que tenía cachetes de hámster no le prestó atención, el estaba pensando en otras cosas. En lo feliz que estaba de haber dormido abrazado a su amigo.

Después de aquello desayunaron juntos, haciendo bromas y riendo juntos, nadie dijo nada acerca de lo que había ocurrido en la noche, pero pasaron un buen rato. Sin embargo, Jongdae se tuvo que ir antes de las doce puesto que a pesar de ser sábado este tenía clases de piano y aunque él quería seguir pasando tiempo con su amigo no se la podía saltar.

Tras despedirse, el moreno salió de la casa directo a las clases de piano. En el camino estuvo pensando, pensando en Minseok, y es que este se sentía extraño, le había gustado dormir pegado a su amigo, pero la sensación de cuando lo habían hecho era muy diferente a cuando eran pequeños y se escondían debajo de las sabanas,
no estaba seguro de que era aquello que sentía en el estómago, sólo estaba seguro de una cosa, quería volver a abrazar a Minseok, lo antes posible.

Había pasado una semana, una semana y los sentimientos extraños que se apoderaban de Jongdae no se habían esfumado, al contrario, se habían vuelto más fuertes.

Después de clases —las cuales habían sido un desastre puesto que el moreno no dejaba de pensar en Minseok—, Jongdae corrió a su casa, se tiró con una gran sonrisa de tonto en la cama y envió un mensaje a su amigo, le decía que necesitaba ayuda con los deberes, una mentira, pero sabía que era la única forma de poder ver a Minseok casi a diario. Minseok respondió a los pocos segundos diciéndole que en un rato pasaría por su casa. Jongdae suspiró feliz y esperó paciente a su amigo.

Cuando por fin sonó el timbre Jongdae corrió a abrir la puerta, la señora Kim quedó impresionada de la rapidez con la que su hijo había atravesado el salón sólo para abrir la puerta. Sonrió al ver que la persona que esperaba su hijo era Minseok.

—Hola —empezó a hablar Minseok para saludar a la madre de su amigo, pero este último agarró su mano y tiró de él llevándole a su cuarto. Una vez dentro, Minseok notó que su amigo todavía no soltaba su mano. Sus mejillas se tornaron una vez más de un color rojizo, así que agachó la cabeza y preguntó—: ¿empezamos ya?

Jongdae asintió y abrió los libros y cuadernos que necesitaban, y se pusieron manos a la obra, sin embargo, mientras Minseok le explicaba una y otra vez la teoría, Jongdae solo pensaba en como contarle a Minseok lo que sentía, no quería ser precipitado y asustarle, pero tampoco quería confundir a su amigo. Así que cuando el pelirrojo le iba a explicar por tercera vez el punto tres, Jongdae puso sus manos en ambos hombros de Minseok, llamando su atención.

—¿Pasa algo? —susurró algo preocupado Minseok.

Así que Jongdae se armó de valor y decidió sincerarse y decirlo todo, bueno, sincerarse, contar una mentira un tanto cierta.