Capitulo 10: Soy un hombre

Comenzar desde el principio
                                    

No se cuanto tiempo paso pero una mirada me saco de mi burbuja protectora; era ella, me veía de manera confusa. No se porque me hizo darme cuanta que estar ahí era tonto. No se en que estaba pensando.

Así que solo me fui dejándola sola.

FIN FLASHBACK

Ahora me encontraba solo y no sabia que hacer. Lo único bueno que se me vino a la mente fue llevarla a la enfermería. La cargué y me dispuse a caminar.
El problema es que estaba en las mazmorras y la enfermería quedaba a unos pisos arriba.

¿Porque esta chica usa esos zapatos? ¿Que no se da cuenta que el castillo es gigante y tiene un millón de escaleras?

A pesar de llegar cansado con Evanorah en brazos la deje sobre una camilla y fui por Madame Pomfrey que la atendió de inmediato. Yo mientras tome la silla que estaba a un lado de la cama y me senté, a los pocos segundo entró Dumbledore y se llevo a Madame Pomfrey a otro lugar, imagino que para hablar en privado.  Minutos después se fue despidiéndose de mi con la cabeza, a lo que respondí del mismo modo.

Viejo loco, no te queda mucho tiempo, de eso estoy seguro.

Voltee de nuevo a ver a la pelimorada y me quede pensando, es mas que obvio que me preocupa. Y eso me hace querer vomitar. Me recuerda a ella inevitablemente.

Mi madre.

No puedo evitar acordarme de ella en esos espantosos momentos de desesperación, los ataques de ansiedad  son horribles; y es peor cuando estoy solo yo para ayudarla.

Termina de esta manera, desmayada, débil y vulnerable. No soporto verla de ese modo, al igual que Evanorah; si, la e observado, después de lo que paso en la enfermería. Claro esta que una sucia muggle no se compara con mi madre, una Malfoy, una reina.

Evanorah es enérgica, sonriente y ademas esta buena, no se ven chicas con tantas curvas como ella. ¡Ya se que eso no tiene nada que ver! No cambia que prefiero estar con una rata cada vez que pienso en su sangre. El maldito dilema es que al mirarla de este modo hace que me interesé y eso tiene que parar.
Yo no puedo pensar en chicas bobas, cuando tengo que preocuparme  de los asuntos de mi familia, y seguir las tontas instrucciones de mi padre, no puedo decepcionarlo con hormonas alborotadas cuando hay alguien que se merece gobernar el mundo magico.

Estaba por irme, no quisiera que "violetita" me viera aquí o cualquier persona, seria un asco y un poco escalofriante.

Pero como la suerte no me aprecia del todo, por la puerta entro : La sangre sucia, comadreja, cara rajada, otra Weasley, las fotocopias y Diggory. ¡GENIAL! Por que mejor no jugamos a "golpea a Malfoy".

-¿Que haces tu aquí Malfoy?-. Pregunto Potter con fastidio. ¿Como si me alegrara verte? ¡50 puntos para Gryffindor porque Harry Potter tiene piojos.

-¿A ti que te interesa Potter?-. Escupí fríamente. Todos ya hacíamos alrededor de Evanorah.

-¿Que le hiciste a Eve? ¿Que le paso?-. Pregunto Diggory molesto.

-Yo no le hice nada tu noviecita Hufflepuff.- dije con cierto recelo. Es por eso que gatos y perros no se colean, creo que esta de sobra saber quien es el que manda.

-¡¿Novia?!-. Exclamó  comadreja y una de las fotocopias. Parecían celosos, y eso no me gustaba por alguna razón que supongo no tiene sentido.

Todo quedo inconcluso porque se pusieron a hablar y de repente todos se callaron y voltearon hacia Evanorah.

-Eve, que bueno que despiertas ¿que te sucedió?-.Le  pregunto La comadreja.

-Estoy bien Ron, no te preocupes.- respondió con un hilo de voz. La verdad es que no lo creo.

Una Simple Muggle. EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora