Capitulo 1: La Despedida

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POV ANASTASIA

Unos cálidos rayos de sol acarician mi rostro haciéndome despertar de un reconfortable sueño. Abro lentamente los ojos para adaptarme a la luz y así poder comenzar un nuevo día.

Miro el despertador, son las 7:45 de la mañana. Aunque estemos de vacaciones no he perdido la costumbre de despertar temprano aunque no me levante temprano. Me levanto y camino rumbo al baño, cada una de las paredes son blancas y en los bordes hay pequeños azulejos de color azul oscuro, haciéndolo ver muy formal para mi gusto. Me quito el pijama y entro a la ducha. El agua tibia hace que me relaje. Lavo mi cabello y luego mi cuerpo.

10 minutos después estoy envuelta en una toalla color morado claro y escogiendo la ropa que usare. Busco unas calzas café, botas cortas de color negro, una polera color crema larga y un chaleco pequeño color negro, es muy parecido a un corsé pero es un chaleco.

Busco el secador de pelo, juego con el pelo hasta quedar casi seco, busco unas tiras de género, tomo una porción de pelo y lo enrollo al género u luego amarro las puntas. Repito ese proceso con todo el pelo y luego lo termino de secar con ayuda del secador. Lo dejo unos 20 minutos y luego desarmo los rollitos haciendo que mi cabello quede con ondas no tan definidas pero lo hacen parecer naturales.

Me coloco la medallita con el dije de la cruz que me regalaron mis padres y el anillo donde están grabadas las iniciales de los apellidos de la familia. Es una tradición. Aplico un poco de mascara en las pestañas y brillo labial sin color pero con sabor a frambuesa.

Bajo y encuentro a mi hermano leyendo muy concentrado el periódico. A Tobías le encanta leer sobre economía, bolsas, países desarrollados, inflación, divisas y muchos términos que se relacionan con la administración de empresas. Es alto, cabello castaño oscuro casi negro, facciones bien marcadas, cejas abundantes pero no en exceso. Tiene ojos verdes como los de mi madre pero en su ojo derecho hay un lunar o mancha negra que lo hace único, manos muy grandes, cuerpo trabajado y muy cuidado, no por nada es el capitán del equipo de rugby. Le gusta la música de los 80's y su banda preferida son The Beatles, aunque últimamente he estado escuchando a Maroon 5 y One republic. Ama los animales, hace 2 años se unió a un grupo que rescata a perros callejeros, más de la mitad de su mesada se va para ese fin. Camino sin hacer ruido, quiero darle un susto pero antes de hacer algo, me dice.

-se que estas hay. Es imposible no reconocer tu aroma- me dice sin dejar de mirar el diario.

-malo- Le digo sacado la lengua- ¿Cómo amaneciste?-

-bien. Por fin me puedo relajar. Malditos exámenes. Casi enloquezco en el semestre pasado- dice frustrado.

-todos estábamos igual y... ¿Por qué dices que mi aroma es imposible no reconocer?-

-hueles a manzana. No todas la niñas o jóvenes tienen tan marcado su olor personal, excepto tú- dice mientras toma la taza y bebe parte de su contenido.

-vaya, no tenía idea-

-¿Qué vas a hacer en las vacaciones?-

-leer, dormir, comer y leer- le respondo

-¿Cuándo vas a madurar?-

-nunca- le respondo. En eso escuchamos que alguien baja y vemos entrar a nuestros padres felices.

-buenos días niños- dice mi madre

-buenos días- respondimos al unisonó.

-hace un día tan lindo para bailar- dice mi padre. Sin previo aviso toma a mi madre y comienza a bailar. Mi hermano busca el control del equipo y coloca música romántica para que mis padres puedan bailar. Siento que unas manos grandes me toman y me jalan hasta donde se encuentran nuestros padres. Tobías me tiene en sus brazos, mientras bailamos al ritmo de la música. Mi hermano me hace girar y no sé como termino en los brazos de papa.

-vaya, me han hecho el honor de bailar con una pequeña princesa de ojos azules- me dice haciéndome sonrojar.

-papa, no digas eso- digo mientras escondo mi cara en su pecho y el reí.

-en cambio yo, estoy bailando con un bello príncipe de hermosos ojos verdes y fuertes brazos- dice mi madre mirando a Tobías.

-muchas gracias por sus palabras, bella dama- ahora mi madre es la que se sonroja.

-vaya, ahora la sonrojada soy yo- dice mi madre con sus mejillas rosadas, haciendo que todos riamos.

Después de unos minutos terminamos de bailar. Tomamos asiento, papa le pide a Luciana que sirva el desayuna que consiste en ensalada de frutas, jugo natural de pera, café y té, huevos revueltos con jamón y laminas de queso y tostadas. Cuando terminamos cada uno queda libre de hacer lo que quiera.

Voy a la biblioteca y escojo el libro "cien años de soledad" de Gabriel García Márquez. Me ubico en un gran sillón que se encuentra al lado de un ventanal que da justo al jardín de la casa. Abro un poco la ventana dejando que el tibio aire ingrese a todo el despacho, dejando un olor a menta mezclado con un rico olor a azahares. Esto es lo que me gusta y a la vez me relaja de nuestro hogar.

Comienzo a leer y dejo que mi imaginación comienza a dibujar el pueblo en mi cabeza, sus calles, casas, personajes y la trama. Unos golpes hacen que los diseños desaparezcan. Bufo. Me levanto dejando mi libro en el sillón y me dirijo a la puerta. Cuando la abro, Luciana me dice que los señores me esperan en la sala. Así que hago lo que me dice. Están los tres, mi padre, mi madre y mi hermano.

-¿Qué ocurre?-

-eso mismo me estaba preguntando yo- dice Tobías

-no pasa nada. Solo que vamos al trabajo y queríamos despedirnos, eso es todo- dice mi padre.

-bueno, ustedes son lo más sagrado que tenemos. Quiero que sepan que pase lo que pase, siempre serán nuestro mayor tesoro y nuestra mayor admiración. Tu- dice señalando a Tobías- espero que cuides a tu hermana, como el hermano mayor que debes ser. Me hubiese encantado verte cuando más grande pero sé que serás un hombre de bien, cuando te enamores cuídala y protégela con tu vida. ¿Cómo sabrás que estas enamorado? Cuando la mires a los ojos y te pierdas en ellos- Lo abraza y besa su mejilla.

-y tu- me señala- sigue siendo la niña que siempre has sido. No dejes que nadie te pisotee ni mucho menos te haga daño. Si tienes problemas busca a tu hermano, el será tu guardián siempre. No repetiré lo de estar enamorada porque ya lo escuchaste. Te quiero tanto y quiero que nunca lo olvides. Siempre serán nuestra mayor alegría y bendición- me abraza y besa mi mejilla. Mi padre hace lo mismo. Se despiden y salen de la casa rumbo al trabajo.

Miro a mi hermano que esta igual de asombrado que yo. ¿Qué fue todo esto? ¿Es una despedida? ¿Por qué sentí que nunca más los voy a ver?


BUENO LECTORES DEJO EL PRIMER CAPITULO DE ESTA HISTORIA... ESPERO QUE LES GUSTE Y ME LO HAGAN SABER CON SUS VOTOS Y COMENTARIOS

LES RECUERDO QUE ESTA HISTORIA LA PUBLICARE LOS DÍAS JUEVES Y DOMINGO

DEDICO ESTE PRIMER CAPITULO A CADA UNO DE USTEDES... MIS BELLOS LECTORES

BESOS Y NOS LEEMOS EL DOMINGO


Lazos de amor: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora