11. Primer partido.

Mulai dari awal
                                    

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Acabaron las clases, y Diana y yo fuimos a nuestras taquillas. Agarré mi mochila y, al darme la vuelta, vi a Adam hablando tranquilamente con Madison como si nada hubiera pasado.

Como me imaginaba, sólo se hacía la mosquita muerta.

Diana se dió cuenta de que estaba mirando algo y se giró también. Nos miramos entre nosotras, seguramente pensando lo mismo, cerramos nuestras taquillas y caminamos por el pasillo hasta llegar a la salida.

Subí al coche de mi hermano, fuimos a casa y llegamos en apenas quince minutos. Sin pronunciar una sola palabra, mi hermano se bajó del coche y fue hacia la puerta de mi casa.

¿Y a este qué abeja le ha picado?

Cuando abrió la puerta, fui tranquilamente a mi cuarto y me preparé para el entreno. Después de comer y pasarme los últimos minutos viendo vídeos en Youtube, me levanté y cogí mi bolsa de deporte.

Como mi hermano no parecía estar de humor para hablar, bajé las escaleras y salí de mi casa en dirección al instituto.

Llegué, dejé mis cosas sobre el banco y visualicé a Skylar, la cual estaba hablando con el entrenador. Me acerqué y les saludé a los dos.

— Annie, Skylar, el equipo de fútbol del instituto vecino vendrá en diez minutos, id a estirar.

Asentimos y empezamos a estirar y correr alrededor del campo de fútbol, hasta que vimos a unas cuantas personas vestidas con una equipación de fútbol verde.

Los entrenadores se saludaron, y luego el entrenador nos llamó para decirnos quiénes entrarían a la pista primero.

Me coloqué en mi puesto de portera, Chris se dió la vuelta desde su posición para mirarme y pronunciar un buena suerte, y el árbitro dió un pitido que marcó el inicio del partido.

***

No me lo podía creer. ¡Habíamos ganado!

Mis nervios se mantuvieron hasta que se oyó el pitido final, y todo el equipo se unió en un único abrazo.

— Felicidades, chicos. Ha sido un gran primer partido. — nos felicitó el entrenador, alegremente — Podéis recoger vuestras cosas.

Mientras me dirigía a los bancos con Sky, oí a gente del equipo hablar sobre algo.

— Es el primer partido que hemos ganado, habrá que celebrarlo, ¿no? — preguntó una voz masculina.

— Sí, podríamos hacer una fiesta. — se oyó decir a otra.

Espera, espera, espera. ¿Cómo que una fiesta?

— Pues pasado mañana en mi casa, ¿qué os parece? — pronunció otra persona.

Respiré profundamente y sacudí mi cabeza, evitando pensamientos innecesarios, y recogí mis cosas. Odio las fiestas.

Al llegar a mi casa, mi hermano abrió la puerta y le sonreí al ver que, al parecer, se le había pasado el mal humor. Supuse que estaba mal y que, por esa razón, no fue al partido.

Me dirigí a mi cuarto y empecé a tararear una canción mientras barría mi habitación. Había sido un día largo.

CHRIS' POV.

Toqué al timbre de la casa de James, ya que me había dejado la chaqueta ahí la última vez que fui y, en menos de cinco segundos, alguien abrió la puerta.

— ¿Es que no me vais a dejar dormir o qué? — se quejó James, levantando la voz, haciendo que me sorprendiera un poco — Es broma tío, puedes pasar.

Pasé y me dirigí al cuarto de James, donde estaba mi chaqueta, y oí música en el cuarto de al lado. La puerta estaba entreabierta, así que me asomé y vi a Annie cantando alegremente mientras barría.

Me quedé mirándola un rato, y sonreí como un tonto inconscientemente, pero cuando me di cuenta, sacudí la cabeza y procedí a bajar las escaleras.

Me despedí de mi amigo y salí de la casa, suspirando.

De camino a mi casa, no podía dejar de pensar. ¿Por qué de repente Annie era tan comprensiva conmigo? Bien, nunca lo sabría. Annie es una persona muy rara, digo, especial, en algunos aspectos.

Aunque sí, me hizo gracia el hecho de que me diera helado de chocolate para animarme.

De todas formas, Madison y yo ya no éramos nada, definitivamente. Hablé con ella antes de clases y dejé claro que ya no había nada entre nosotros. Debí haber hecho caso a James cuando me advirtió. Diablos, sí que fui idiota.

Llegué a mi edificio, saludé a la portera antes de subir al ascensor para ir al sexto piso y abrí la puerta de mi casa con las llaves.

Entré, y era la misma escena de siempre; mi madre cocinando y mi hermana tumbada en la alfombra mientras dibujaba líneas —lo que se suponía que era una flor— en un papel.

Mi madre estaba casi siempre en casa, ya que no trabajaba, y mi padre estaba de viaje en Los Ángeles por cosas del trabajo.

Hacía casi dos años que mi hermana y yo no le veíamos, ya que se tuvo que ir a trabajar ahí y no podíamos permitirnos mudarnos.

Nos enviaba dinero y cartas cada mes, pero todos sabíamos que no era lo mismo.

Fui a la cocina, le dí un beso a mi madre a la vez que me lavaba las manos, después fui a mi cuarto a por mi pijama —que no eran nada más que unos pantalones cualquiera y una camiseta blanca— y salí de nuevo para ir al baño.

Me duché y, al terminar, fui a la cocina para cenar; me cepillé los dientes y me tumbé sobre mi cama.

Intenté dormir, pero me era imposible, así que me tumbé boca arriba en mi cama y puse mis manos bajo mi cabeza.

Empecé a pensar en la fiesta que haría Adam como celebración por haber ganado el partido. Realmente no sabía si ir o no, no sabría cómo reaccionaría al ver a Madison y a él juntos.

Pero, al fin y al cabo, daba igual. Luke y James estarían ahí conmigo, y podría ser que hasta Annie, ¿quién sabe?

Suspiré y cerré los ojos. Supongo que tendría que esperar.

No soy tu princesa.©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang