Capítulo 10

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Jen se estiró en la cama y cerró los ojos un minuto, repasando mentalmente todo lo que había ocurrido en las últimas horas: el divorcio, ese rato entrañable con Evan, y Colin y ella perdiéndose por sus rincones favoritos de Vancouver y comiéndose a besos como dos críos, radiantes y libres. Si aquello era un sueño, pagaría lo que fuera para que no la despertaran. Entonces, la puerta se abrió, y Colin apareció tras ella, con dos copas en la mano.

- ¿En qué estabas pensando? - preguntó él, sentándose a su lado en la cama y tendiéndole uno de los vasos.

- ¿Por qué?

- Porque me encanta la forma en la que sonreías.

Jen se enderezó lo justo para poder besarle en los labios antes de contestar.

- Bueno... no tengo ningún motivo para no hacerlo.

- Me alegra oírlo.

- ¿Josh y Ginny se han acostado ya?

- Sí, cuando he ido a la cocina a por las bebidas me he cruzado con Josh, y me ha dicho que se iban a la cama.

- ¿Somos dos amigos horribles por habernos encerrado aquí y no hacerles apenas caso?

- Creo que lo entienden, y se alegran por nosotros.

- De todas formas, no sé si está bien que me quede aquí esta noche. - dijo Jen, dubitativa.

- Ellos se han ofrecido...

- Ya lo sé, pero me siento como la hija que mete a su novio en casa de sus padres.

- ¿Novio? - preguntó Colin, muy serio.

En un segundo, Jen se quedó blanca, y se apresuró a corregir sus palabras.

- Bueno, quiero decir, no es que seas mi novio, es sólo que... - pero se interrumpió cuando escuchó cómo Colin se echaba a reír a carcajadas. - ¿Te estás quedando conmigo?

- Es que has puesto una cara muy graciosa. Además, técnicamente, yo ya vivía aquí, tú has sido la última en llegar. - al verla molesta, Colin dejó de reírse. - Lo siento... era una broma.

- Pues para mí es algo muy serio.

- Eh, para mí también. - aseguró Colin, mientras acariciaba la cara de Jen con la yema de sus dedos. - Es sólo que nunca pensé que volvería a ser el novio de alguien, ya me entiendes... llámalo como quieras, me da igual. Estamos juntos, y es lo único que me importa.

Sabía que era sincero con ella, así que Jen alzó la copa en dirección a Colin.

- ¡Porque sea lo único que importe! - exclamó, y Colin entendió que era una especie de brindis, así que respondió a su gesto y las dos copas chocaron. Sin dejar de mirarse a los ojos, dieron un trago al mismo tiempo.

- Bien, y ahora... - empezó Colin, dejando su bebida en la mesilla y cogiendo la de Jen de entre sus dedos para colocarla en el mismo sitio. Se acercó más a ella y empezó a besarle el cuello con delicadeza.

- Colin... pueden oírnos... - murmuró Jen, cerrando los ojos para disfrutar más de la sensación de sus labios sobre su piel. Antes de que Colin tuviera tiempo de convencerla, escucharon con claridad un fuerte ronquido de Josh, que les hizo reír a ambos. - Vale, no he dicho nada.

Y entre caricias, besos y suspiros, se dejaron llevar por la pasión.



- ¡Mierda!

Colin se despertó al escuchar el grito de Jen. Abrió los ojos y la vio sentada en la cama, a su lado, con el pelo alborotado y sólo cubierta en parte por la sábana... a veces le costaba creer que fuera real. Cuando consiguió dejar de observarla embobado y concentrarse en lo que estaba pasando, se dio cuenta de que ella tenía el móvil en la mano, y lo miraba horrorizada.

Amar nunca es un errorWhere stories live. Discover now