Capítulo 6

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Había tomado una decisión. Los acontecimientos de ese día le habían dejado muy claro lo que tenía que hacer. Se metió en el parking del hotel de Jen y dejó ahí su coche. Como la rubia era una de las clientas VIP, y además, la chica de la recepción le reconoció enseguida, no tuvo ningún problema para que le permitieran subir a su habitación, pese a la hora. Se dirigió a los ascensores mientras aquella frase seguía resonando en su cabeza. "Ojala no te hubiera conocido nunca". Había sido como un puñal en mitad del corazón... aunque no dejaba de pensar que Jen tenía parte de razón. Se habían complicado la vida mutuamente. Pero no... no podía arrepentirse de haber visto el brillo de sus ojos de cerca, de haber escuchado su risa día tras día, de haber besado sus labios o de haber notado su cuerpo de muñeca temblar bajo sus manos. Tampoco de sus charlas, desde las triviales hasta las trascendentales, de sus horas muertas en el rodaje que pasaban escuchando música o leyendo juntos, de esas entrevistas tan rutinarias que ella convertía en momentos especiales... si pudiera volver atrás, repetiría todos y cada uno de los momentos que había vivido a su lado.

Cuando llegó ante su puerta, respiró hondo un par de veces y llamó. Era tarde, y el pasillo estaba desierto. Jen abrió unos segundos después, y Colin vio la sorpresa reflejada en sus ojos. No le esperaba. Ya estaba en pijama, con una camiseta gris de manga corta, un short de cuadros blancos y negros, el pelo recogido en una coleta alta, y ni una gota de maquillaje en su cara. Dios, era perfecta.

- ¡Colin! ¿Qué haces aquí? - preguntó, con voz dulce. Menos mal... no había ido para discutir.

- Hola. Sé que es un poco tarde, pero... estaba cenando, y dándole vueltas a lo que ha pasado, y hay algo que tengo que decirte. ¿Puedo pasar?

- Sí, claro. Por supuesto. - contestó ella, haciéndose a un lado.

Jen cerró la puerta, y siguió con la mirada a Colin mientras éste entraba en su habitación. Le vio llegar a la estancia que hacía las veces de salón, y quedarse de pie en el centro, mirándola. El corazón le iba a mil por hora.

- Puedes sentarte. No estás castigado. - dijo Jen, intentando bromear.

- Tranquila, no voy a quedarme mucho. No quiero molestar.

- No, Colin, tú nunca molestas. Mira, yo... - se acercó un poco más a él - siento muchísimo lo que dije antes. No quería hacerlo. Estaba enfadada, y dolida, y... necesito que sepas que no iba en serio.

- No tienes que disculparte...

- Sí, si tengo que hacerlo. - le interrumpió. - Estos últimos días han sido una auténtica locura. No he dormido bien, apenas he conseguido comer algo... todo esto me está afectando mucho. Pero me importas. Eres una parte fundamental de mi vida, Colin, de verdad.

- Jen... - puso una mano en su hombro. - ¿Te estás oyendo? No duermes, no comes... estás así por mi culpa. Está claro que no soy bueno para ti.

- ¿Pero qué dices? ¡No!

- Mañana voy a hablar con Adam y Eddy, y les diré que no cuenten conmigo para la próxima temporada. Quería que fueras la primera en saberlo.

- ¿Cómo? - se sintió igual que si le tirasen un cubo de agua helada sobre la cabeza.

- De hecho, me gustaría poder dejarlo antes de la 5B, pero como tenemos el contrato firmado... lo hablaré con ellos. Lo que sí me gustaría es poder darle a Hook un buen final... le he cogido cariño. - sonrió, pero era una sonrisa triste.

Jen se dejó caer en el sofá. Aquello no podía estar pasando, tenía que ser una broma de mal gusto.

- No puedes hacer eso... - apenas le salía la voz por el inmenso nudo que se había formado en su garganta.

Amar nunca es un errorWhere stories live. Discover now