(EN PROCESO DE EDICIÓN)
Dumbledore tiene el presentimiento de que Voldemort aprovechara del famoso Torneo de los Tres Magos para finalmente deshacerse de su mayor enemigo, Harry Potter. Gracias a un viejo amigo, obtiene la ayuda de tres poderosos se...
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HARRY
Después de todos los eventos por los que tuvo que pasar, Harry estaba agotado. Lo único que quería era cubrir su cabeza con las tapas de la cama y fingir que el mundo fuera de ellas no existía. Sus ojos se cerraban involuntariamente y Harry quería seguir las señales que su cuerpo estaba mandándole. Lamentablemente, debía mantenerse despierto, pues aun habia eventos que agregar al agotador día.
Ron y Harry permanecían despiertos, cada uno en sus camas escondidos de cualquiera que entrara al dormitorio gracias a las cortinas de terciopelo rojo que cubrían sus camas con dosel. Las cortinas de Harry estaban lo suficientemente abiertas como para tener a la vista el reloj que colgaba sobre la puerta.
Nico y Percy dormían en sus respectivas camas, pero Harry quería estar completamente seguro de que el sueño de ambos fuera especialmente profundo, de manera que ninguno despertará debido a la conmoción que ocurriría una vez que el reloj diera la una.
Mientras que Ron y Harry se encontraban en el dormitorio, Hermione ya los esperaba en la sala común. Harry podía imaginarse lo nerviosa que debía estar. Aun cuando habia accedido a ayudarles con el plan, aun parecía reluctante a literalmente secuestrar a Percy.
Una vez que el reloj dio la una de la mañana, Harry asomo su cabeza a través de las cortinas, causando suficientemente sonido como para que Ron se diera cuenta de que era hora de ejecutar el plan. Cuando Ron asomo su cabeza al igual que Harry, ambos asintieron mutuamente y salieron de sus camas por completo.
Harry se colocó lentamente sus zapatillas. Miro a Nico, quien parecía seguir durmiendo. Para estar seguros, Harry tomó su varita y la apunto en dirección a Nico y susurró; 'Muffliato'. El hechizo le impediría oír cualquier tipo de ruido por un rato.
Ron y Harry se acercaron a la cama de Percy, colocándose a cada lado de esta. Harry levanto su mano y contó en reversa con sus dedos. Tres, dos, uno.
Harry agarro a Percy del lado derecho, y Ron del lado izquierdo. Harry se dio cuenta de que si Percy llegaba a despertar, no tendrían con que cubrir su boca para evitar gritos de ayuda. Afortunadamente para los magos, Percy se mantenía inadvertido de lo que estaba sucediendo. Harry sospecho que sería difícil cargar a Percy, pero igualmente se sorprendió al darse cuenta de que era bastante pesado. Harry estaba seguro de que era debido a sus músculos.
