"¿Dumbledore y Crouch lo dejaran competir?" impuso Voldemort severamente.

"Si, mi señor. Una vez que el cáliz elige a un campeón, este tendrá que competir en el torneo si o si. El mismo Barty Crouch lo dijo. Nadie puede imponerse a las reglas del cáliz."

Voldemort no lo expresaba muy bien, pero se sentía complacido con las noticias que acababa de recibir. Sin embargo, pudo notar como Colagusano temblaba aun más de lo normal.

"¿Qué estas ocultándome, Colagusano? Creí que eras consciente de lo que pasa cuando alguien no hace bien sus tareas..." siseo Voldemort.

"Disculpe, mi señor. Es solo que nuestro espía nos dio más información de la que esperábamos." Dijo Colagusano. "Me temo que... que p-podrían afectar su plan, amo."

Los ojos de serpiente de Voldemort se entrecerraron, haciéndolos casi inexistentes. "Habla antes de que corté tu lengua, Colagusano. O mejor aún, hare que Nagini lo haga."

Pero Colagusano temblaba demasiado como para contestar. Estaba demasiado concentrado en Nagini, quien de a poco se arrastraba hacia él.

"Si nos permite, mi señor" hablo una voz detrás de Colagusano. Dos figuras aparecieron detrás del tembloroso mortífago, bajando sus capuchas.

"¿Te atreves a interrumpir, Carrow?" hablo lentamente Voldemort.

"Lo que su inservible sirviente quiere decir, es que nuestro espía nos informo de una cuarta escuela en el torneo." Dijo con voz segura Amycus Carrow, quien era parte de una de las familias más leales al señor tenebroso.

Al escuchar la información, Voldemort decidió dejar su enojo con la interrupción fuera de su mente. "¿Qué saben de esta escuela?" preguntó Voldemort.

"Son solo tres estudiantes los que llegaron a Hogwarts, mi señor. Dos de ellos apenas tienen quince años." Contó Alecto Carrow, hermana de Amycus.

La voz de Voldemort se endurecía con cada palabra. "¿Y quién les permitió entrar al torneo? Se supone que Crouch crearía la regla de mayores de edad. Eso fue lo que le ordenamos a nuestro espía."

Amycus, lleno de coraje, le contesto a Voldemort. "Dumbledore hizo una excepción con la escuela en especifico. Al parecer estos estudiantes provienen de una escuela elite, por lo que sus conocimientos son más avanzados a tan poca edad." Explicó Amycus.

"Los directores de Durmstrang y Beauxbatons estuvieron de acuerdo con el cambio de reglas." Añadió Alecto.

Voldemort se mantuvo en silencio. Estaba analizando cada pedazo de información que recibía su cerebro.

Luego preguntó, "¿Cuál es el nombre de esta escuela elite?"

Colagusano se compuso y dijo rápidamente: "La escuela Misó Aíma."

"Largo." Murmuró fríamente Voldemort.

"Mi señor, está seguro de que-" comenzó Alecto Carrow.

"¡Largo!" gritó él.

Una vez que escucharon el grito de su señor, no dudaron en largarse lo más rápido posible, cerrando la puerta detrás de ellos, dándole al señor tenebroso el espacio que tanto deseaba.

Aun en su estado débil, la mente de Voldemort no paraba de dar vueltas, analizando su plan una y otra vez. El mago oscuro tenía más que claro que no debía subestimar a Albus Dumbledore; más de una vez aprendió esa lección.

Sabía que Dumbledore estaba detrás de la cuarta escuela participante, pero no podía ver los motivos de traer a simples adolescentes a su escuela, darles ventajas en el torneo... ¿acaso Dumbledore piensa que niños sin experiencia alguna podrían proteger a Harry Potter?

The Tournament of Power | ESPAÑOLWhere stories live. Discover now