(Narra Cristina)
Me despierto en los brazos de Ryan, lo miro por unos instantes, esta durmiendo y tiene un poco la boca abierta. Sorío. Muerdo suavemente su labio inferior, él no despierta. Me rio silenciosamente. A parto sus brazos de mi cuerpo con mucho cuidado y me levanto. Cojo del armario unos shorts y una camiseta suya de tirantes roja, me encanta como me quedan las camisetas anchas ¿Y qué mejor que ponerme sus camisetas? Me hago una coleta alta, decido no maquillarme. Bajo a la cocina a desayunar, aún nadie se ha despertado. Me apetece salir a dar una vuelta a si que cuando acabo de desayunar escribo una nota.
Chicos, me voy a dar una vuelta, me aburro aquí ya que sois unos dormilones... Vuelvo para comer. Os quieeeeeeeero. (: Cristina.
Cojo mi móvil y mis auriculares, pongo el aleatorio en las canciones, aunque se que muy pronto acabare eligiendo yo las canciones. Empiezo a caminar y caminar. Debo llevar media hora caminando. De repente alguien me tapa los ojos. ¿Ryan? Imposible.
-¿Quién es?
-Adivina.
Ay, esa voz... ¡El chico de la estación!
-¿El chico de la estación?
-Correcto.-Dice quitandome sus manos de mis ojos.
-Hola.
-¿Cómo estas?¿Tu novio te ha dejado salir?
-Bien ¿Tú? Él no es mi padre, no me manda ¿Por qué dices eso?
-Ahora mejor.-Me guiña un ojo.-No sé, te proteje tanto...
-Porque me quiere.
-Eso no lo dudo. ¿Y qué haces por aquí?
-Andar.
-¿Vives por aquí cerca?-Miro alrededor.
-Pues no, me acabo de dar cuenta que me he alejado demasiado.
-Tomamos algo y te llevo ¿Si?
-No.-Digo recordando lo que Ryan me dijo ayer.
-¿Cómo que no?
-Que no, que me voy ya a casa.
-Bueno, pues te llevo.
-Que no.
-Por favor.
-No, adiós.
Me coje de la muñeca.
-Solo seran cinco minutos, de verdad.
Me lo pienso unos segundos... Por tomar algo no pasa nada ¿No?
-Esta bien.
Me da un beso en la mejilla.
-¡Bien!
-Deja de ser tan cariñoso.
-Es que yo soy así.
-Bien, pero conmigo no lo seas.
-¿Por qué? ¿Tu novio se pondra celoso?-Dice burlandose.
-Sí, y no quiero.
-Tu tienes que hacer lo que te de la gana, tu misma has dicho que él no te manda.
-Yo también lo quiero así y ya esta ¿Vale?
-Vale. Por cierto, no sé tu nombre ¿Cuál es?
-Cristina ¿El tuyo?
-César
-Bien.
Entramos a una cafetería y pido una naranjada él pide lo mismo.
CZYTASZ
Toda una vida a tu lado.
Dla nastolatkówLa gente dice que los finales felices solo existen en los cuentos de hadas, pero tanto como Ryan, Cristina, Mary, Marc, Dani y Josh, no piensan eso, ellos saben que pueden ser los protagonistas de ese cuento con un final feliz. Ya han pasado cuatro...