La muerte

1.3K 68 11
                                    

Recogía flores con mi madre, Deméter. Era un día completamente normal para mí. Siendo una diosa era muy poco lo que podía hacer libremente. Sin la ayuda de mi madre probablemente estaría con mi padre, Zeus, en el templo siguiendo sus ordenes cosa que, y siendo sincera, no me agrada. Diganme rebelde o lo que sea, no me gusta estar bajo su mando, señor de señores, padre de todos. Bla, bla.

Me conocen como Perséfone, diosa de las flores y, en algunas, partes símbolo de belleza. ¿Qué si me lo merezco?, no sé, no soy de las que se mire al espejo todos los días o recapacite en ello. Me conformo solo con ser la diosa del campo y la primavera, es un cargo difícil y me mantiene ocupada, alejada de otros dioses como Apolo o Dionisio quienes solo quieren molestarme.

Hoy, entre el campo, se asomó una sombra... o más bien, una persona con una capucha tan negra que parecía la noche; era sigilosa y sus pasos no se escuchaban entre las ramas o el follaje. Andaba de un lado al otro, siempre detrás mío, intentando ocultarse, pero yo podía sentir su mirada en mi nuca. Nuestros ojos se encontraron dos veces, bajo esa capota sólo podía notar un brillo verde, cual esmeralda ¿Ojos verdes? es algo que no es muy común. Algo en estos me resultaba. . . familiar; tenían un toque místico y, al mismo tiempo, peligroso, eran como dos dagas filosas cubiertas de piedras preciosas. Debía tener cuidado con esos ojos, también podrían tener veneno.

Cuando pudo reunir el valor se acercó a mi; era tan alto y delgado, no podía ver bien sus facciones pero sé que encontraría unas características parecidas cuando lo viere─ ¿Perséfone?─ preguntó una voz profunda detrás de esa capucha, me parecía tan suave y un poco sensual, pero no debía pensar de esa manera de un desconocido─ ¿Eres tu?¿Perséfone?

¿Cómo sabía mi nombre? fue la primera pregunta que vino a mi mente, luego pensé; cualquiera reconocería a Perséfone, siempre rodeada de flores y animales. Soy demasiada obvia ─Si, soy yo─ respondí finalmente, con voz temblorosa. Logré ver una sonrisa antes de que este extraño personaje cayera al suelo, no pude evitar entrar en pánico─ ¡Hey! ¿Te encuentras bien?─ soy consciente de que no debo ayudar a desconocidos, pero no puedo evitarlo.

─No me toques─ casi susurró antes de intentar levantarse lo cual fue inútil, no podía apoyarse ni en sus propias manos, su cuerpo temblaba. ¿Alguna enfermedad?─ Ayúdame─ murmuró levantando su brazo derecho. Quería refutar, quería gritar que se decidiera entre ayuda o quedarse solo, pero fui incapaz de hacerlo.

Me acerqué a él lentamente y lo levanté apoyando su brazo derecho en mi hombro. Sentí como su respiración se agito. Intuí que estaba enfermo. Caminé unos cuantos metros y entré en la cabaña que hay en el centro del campo, es como mi lugar secreto y sabía que necesitaba un refugio de los centinelas de mi padre.

Como este es mi jardín sabía muy bien que mi madre no se preocuparía por mí. Sencilla razón, no puedo salir de aquí sin decirle. Si, lo se, es una madre un poco controladora, hay veces que he querido zafarme de sus brazos y empezar una familia con alguien, pero no he encontrado ni la oportunidad ni la persona perfecta para ello. El adonis no aparece por ninguna parte.

Hay una cama en la cabaña, casi siempre la utilizo para descansar un rato, nunca la había utilizado para tratar a un enfermo. Recuesto a... Ni idea de quien esta conmigo. Podría ser un asesino y yo trayéndolo a mi cabaña privada. Detesto los asesinos, me parece imperdonable robar una vida, aunque sea esto parte del equilibrio. Al ser una diosa que da vida debe ser natural... ¿En que estaba? ¡Ah! Si, mi acompañante.

─¿Te encuentras bien?─ le pregunté. No me respondió más que bajando su capucha para que no pudiera ver su rostro─ ¿Te duele algo?

─No debería estar aquí─ murmuró con voz ronca. Nunca una voz me había hecho temblar como lo había hecho esta, era como si hablara a mi alma o algo así, no tengo manera de describirlo. Era extraño y no era nada natural, pero se sentía bien de alguna extraña manera.

The Queen Of Underworld (PUBLICACIÓN LENTA)Where stories live. Discover now