Tiempo atrás-Problemático

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Ese otoño hizo más frío que de costumbre, haciendo que los niños perdidos no quisieran salir tan a menudo a la calle y creando la brillante idea de que yo empezase a visitar el orfanato.

He de reconocer que el lugar en un principio me atemorizaba, era un edificio tan impotente y antiguo que me hacía helar los huesos, por no decir todas las historias de miedo que se han formado sobre esos lugares, aumentando mi ansiedad.

Pero al entrar me di cuenta de que era totalmente diferente, era un lugar cálido, en el que todos se conocían y llevaban bien, en el que los maestros trataban a los niños cómo a sus hijos, estos reían y no dudaban en saludarme al verme pasar.

Quizás se debía a que andaba a la par que Peter, bajo la extraña aura que erradicaba, una mezcla entre felicidad, bienestar, seguridad y diversión; simplemente, todos querían estar con él.

Me confesaron que ellos no daban clases los jueves y viernes, pero sí los sábados y domingos, ya que algunos de los profesores eran de mi escuela y les venían mejor ese horario; no mentían, tuve que saludar a tres maestros que volvería ver en dos días.

Corríamos en manada por los pasillos, y al recibir una llamada de atención de un profesor tuvimos que llevar nuestra diversión a otra parte, ¿Qué mejor que un laberinto de literas y colchones?

Tuvieron la genial idea de jugar al escondite a ciegas allí, y nadie mejor que una chica que no sabe si encontrará a alguien o sólo se perderá para empezar buscar. El juego era sencillo, tal y cómo todos lo conocemos, aunque con un pequeño cambio,todos deben estar con los ojos vendados, era más divertido que el lio que aparentaba ser.

"¡Por aquí!¡Seguidme!¿Quien tiene agarrada mi mano?¡Os encontré!" y cosas por el estilo era lo que se escuchaba más a menudo. Una vez en la que me escondía, uno de ellos agarró mi mano y tiró de mí, corriendo por toda la habitación con rapidez, aunque no voy a negar que esa tarde me convertí en un tricornio.

La mano era cálida, suave y hacía que mi mano se sintiese pequeña, sabía a quien pertenecía a la perfección, durante todo el tiempo que estuve con él se me llegó a hacer costumbre que tomara mi mano cuando menos lo esperase.

Llegamos a lo que supuse que sería una de las esquinas de la habitación, si mi orientación no fallaba, por lo que me recosté en ella y me tiré con pesadez al suelo, suspirando cansada.

Escuché una palmada delante de mi boca, cómo si quisieran atrapar algo, pero con suavidad y delicadeza.

-¿Que crees que acabas de hacer?.-susurró Peter a mi lado, si no me confundía, mi rodilla estaba chocando con su pierna y eso hacía que no me quisiera mover, nerviosa, notando cómo una mariposa rezaba en mi interior; quizás esos nervios se debían a el miedo de que me encontraran, no estoy muy segura.

-¿Sentarm...?.-me interrumpió colocando ambas manos en mi boca.

-¡No suspires!¡Eso hará que tú felicidad se escape con ese aire!.-dijo enfadado en mi oreja, no pude evitar reírme a carcajadas, en ese momento me pareció una estupidez tan grande cómo la habitación en la que estábamos.-Ves, ahora estas contenta.

-¡Peter!¡Wendy!¡Se que estáis ahí!.-escuché decir a Tootles, el chico a mi lado me empujó, por lo que acabé casi dos metros a la derecha.

-Sólo estoy yo.-justificó Peter, hubo un silencio, en el que supuse que el niño gordito estaría tanteando alrededor del otro, buscándome.

Yo me quedé en silencio, no me moví, consiguiendo ganar esa partida y terminando el juego ese día.

En la litera de arriba, preguntándole a Nibs dónde estaba Campanilla, Peter me llamó. Estaba en la litera de al lado y miraba con detenimiento los barrotes negros que rodeaban su cama.

-¿Dónde quieres tu nombre?.-me preguntó cuando me senté a su lado, yo miré dónde señalaba, las barras garabateadas, y me puse a pensar dónde sería el lugar idóneo.

-No sé, aunque tampoco importa mucho si estoy o no.-respondí tirándome bocarriba, dándome cuenta de que en el techo habían un par de estrellas de cuatro puntas pintadas en rotulador amarillo.

-¿Cómo que no? Eres una de las cosas más importantes de mi nunca jamás.-seguía buscando, sin darle mucha importancia a lo que acababa de decir, aunque yo no pude quitarle los ojos abiertos de par en par de encima.-¡Aquí!

Esa vez, sí sé con certeza que las hadas que revoloteaban en mi estomago eran por su culpa.

Empezó a escribir mi nombre con su pequeña navaja, rallando el metal. Me acerqué más a él para ver cómo su bonita letra escribía mi nombre cerca de su cabecera.

-Ahí, ¿porqué?, si se ve mucho.-añadí al observar cómo repasaba las letras, sonrió.

-Así cuando me vaya a dormir veré tu nombre.-contestó sonriendo de oreja a oreja, fue cuando me fijé en la cercanía, tan juntos que nuestras mejillas se rozaban. Me pregunté si pensaría en mí cuando no estaba, si en ese momento se sentía tan nervioso cómo yo, si me veía de la misma forma.

Aunque no era así, a él no le importaba esa cercanía, fuera chica o no, no pensaba de ese modo.

-¡Peter Pan!¿Cuantas veces te he dicho que no escribas en los barrotes?.-nos riñó Sali, una profesora joven, alta y delgada; no me di cuenta de en que momento se había plantado delante nuestra, y al parecer el chico tampoco.

-No sé, ¿Cuántos días llevas en el orfanato?.-preguntó el otro con naturalidad, seguramente acostumbrado a que le llamasen la atención y me chocó que contestara de forma tan informal a una profesora, sin nervios, ni remordimientos.

-El martes hizo un año, ¿a qué viene eso?.-preguntó la profesora algo molesta, sorprendiéndome, Peter había cambiado de tema y esta le había seguido, en esos momentos me hice dos hipótesis, o el chico sabía manejar a las personas a la perfección, o la profesora era manejable.

-Entonces son 300 veces.-añadió mirando a la profesora con la barbilla alzada, orgulloso de su respuesta, escuché como el resto de niños perdidos reían.

-Peter, un año tiene 365 días, baja de ahí y haz el favor de acompañarme al despacho de la directora.-dijo la mujer bufando, mientras que el resto reía gritando cosas como "ya te la has cargado", "otra visita más" o "el lema de Peter es una visita a la directora por día".

A partir de ese día mi visión sobre él cambio un poco, dejando de verle como alguien perfecto a alguien algo problemático. Eso nunca quitó el encanto natural que tenía.
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Buenos díasss,¿que tal están?
Yo me he despertado con más energía de lo habitual, mejor, tengo que hacer demasiadas cosas xd.
Pregunta de hoy:¿que piensan de Peter?
Unos me han dicho que les parece un niño engreído, otros que es muy tierno, yo creo que tiene algo de ambas partes.
*Pequeño Spoiler* Ya estamos por la mitad de la historia*se tira confeti y globos* y por desgracia, no se sabrá al 100% del chico hasta el capítulo final*chan chan chaaaan*
Capítulo dedicado a una personita que ha seguido fielmente la historia hasta el momento, gracias a ti y al resto de lectores, Wendy y su historia han llegado a 1.24k de visitas aproximadamente, enserio, no sabeis lo feliz que me hace ya que nunca imaginé que llegaría a tanto.
*Ahora es cuando viene alguien y me dice que es poco, puede que para el resto sí, pero para mí es más que un logro*
Muchísimos besos y enormes abrazos<3

Casi se me olvida, he estado pensando en hacer un maratón para ir adelantando, aunque como vosotros prefiráis, decidme en los comentarios si queréis que siga como hasta ahora o un bombardeo de tres o cuatro capítulos para la próxima actualización xd.



¿Dónde está Peter Pan?[#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora