Por siempre y para siempre.

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Keyla Maryam Stoker Mitre

Todavía recuerdo esos días en el que vivía con mi mamá y mis hermanos, el día en el que me entere de que soy una semidiosa...




Hoy 30 de noviembre.

Era un día normal el sol estaba radiante.

Luzco desaliñada con este clima de Los Ángeles, pensé, mientras iba caminando directo a la escuela.

Hoy me había levantado gracias a mi hermano mayor, que literalmente golpeteaba la puerta de mi cuarto gritando que era hora de levantarme, mi mamá por lo tanto seguía durmiendo ya que tendría que ir a trabajar y su lema es "disfruta tus momentos de sueño". Mientras que mi hermano menor asistía en la misma escuela que yo solo que en la tarde ya que era mucho menor que yo, mi mayor por su parte asistía a la universidad así que tomábamos rumbos diferentes

Veía las mismas calles de siempre, todo estaba iluminado, todo era tranquilo así que no corría ningún riesgo

Mientras que caminaba iba escuchando música, odiaba la secundaria pero no por eso iba a sacar malas notas.

Llegando a la escuela, entre a la aula asignada, la número 8, me tocaba ciencias, me senté hasta el final y al lado de mi como siempre se encontraba mi amigo James, no podía comprender como una persona como el siendo tan amable y respetuoso me soportaba. Tenía eso que llamaban un mal genio, sin embargo me sentía bien siendo yo misma.

Lo salude rápidamente me senté al lado de el y empezamos a hablar

El profesor estaba retrasado, vaya era de esperarse de parte de ese viejito.

Hasta que aparecio por la puerta, una mujer, por lo que pude notar una maestra nueva, era algo extraño, no sucedía a menudo cambios de profesores.

-Hola buenas tardes clase seré su maestra de Ciencias, el profesor Sinclair no pudo asistir y se tendrá que ausentar por un par de semanas por mientras que les parece si empezamos la dinámica de presentarnos

-Maldita sea-dije alto sólo como para que James escuchara pero al parecer la profesora escucho.

-¿Porque no empiezas tu?-me señalo con su dedo índice.

-Mi nombre es Keyla Stocker-dije viéndola a los ojos con la voz neutral sin emoción, en realidad no me interesaba.

-Muy bien-dijo la nueva maestra mientras le brillaban los ojos que al parecer desde aquí parecían amarillos- Bueno alumnos mi nombre es Alexandra Roth ¿Quien sigue?

Yo seguía viéndola mientras cada uno tenia que decir su nombre y apellido.

Me puse a pensar en James,el era una persona demasiado amable, restando que tenía que usar muletas por su problema de tobillos, su cabello lacio peinado hacia arriba, era un chico bastante guapo pero no como para decir que mi tipo.


Conforme pasaban las clases y el receso, sentía que iban a pasar cosas sumamente extrañas, cada vez que terminaba una clase y pasaba por los pasillos lleno de gente sentía que alguien me vigilaba, no me asuste pero sentía que me ponía alerta como sí mi cuerpo reaccionara por sí sólo, ya en la última clase que era de historia donde cada 3 semanas teníamos que ver mitología griega, o sa está semana oiremos mucho bla bla bla de los dioses.

La clase paso rápido aunque me gustaba mucho la asignatura no dude en salir de ahí, no quería hablar con chicos idiotas y tipas estúpidas, simplemente las catalogaba así, como lo que son.

La hija de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora