Jen observaba todo desde una cierta distancia. Primero, había experimentado una inmensa felicidad al ver a Colin con su hijo, pero ahora volvía a sentirse algo inquieta. ¿Colin quería estar a solas con Helen? Eso le preocupaba.

- Vale. Hablemos tú y yo primero. - accedió Helen. Se volvió hacia su abogado. - Sr. Parker, ¿puede esperarnos aquí unos minutos?

- Sin problema. - afirmó el hombre.

- Sr. Parker, soy Robert Smith, hablamos por teléfono. - se saludaron. - Si le parece, podemos esperar en la sala adyacente tomando un café, mientras nuestros clientes hablan.

- Me parece una gran idea.

Y en medio de todo aquello seguía Jen, sin saber muy bien qué hacer. Empezaba a arrepentirse de haber ido, hasta que Colin se acercó a ella.

- ¿Te encuentras bien?

- Sí... es sólo que me siento un poco fuera de lugar.

- Sé que parece egoísta por mi parte, pero de verdad, esto es mucho más fácil para mí sabiendo que tú estás aquí. - dijo, acariciándole la mano.

- Colin... ¿vamos? - preguntó Helen, unos metros por detrás de ellos. No había perdido detalle de la conversación.

- Ve ahí dentro y soluciona este asunto. Te esperaré aquí. - dijo Jen en voz baja, para que Helen no pudiera oírles.

Fue entonces cuando Evan, que seguía en los brazos de su padre, fue consciente de la presencia de Jen junto a él.

- ¡Jen! - y lanzó automáticamente sus bracitos hacia ella.

- ¡Hola, cariño! - su primer impulso fue coger al niño, pero se contuvo. No quería cabrear a Helen, ahora que parecía dispuesta a dialogar.

- ¿Evan, te quedas con Jen mientras papi habla con mami? - preguntó Colin al pequeño, que, en respuesta, mantuvo sus brazos extendidos hacia la rubia. Jen miró primero a Colin, que asintió levemente con la cabeza para animarla, y luego a Helen. Ésta no hizo ningún gesto para detenerla, parecía resignada... así que Jen no se lo pensó más. Recibió al nene de brazos de su padre, y se sentó con él en una de las butacas del hall.

- No tardaré. - le aseguró Colin con una sonrisa, antes de unirse a Helen dentro de una sala que Robert les indicó, a la vez que éste se metía con el Sr. Parker en otra.

Antes casi de que Jen pudiera empezar a pensar en que daría cualquier cosa por escuchar la conversación entre Colin y Helen, Evan empezó a reclamar su atención.

- ¡Jen!

- Dime, mi amor.

- Jen "bapa". - dijo, cogiendo mechones de pelo de Jen entre sus deditos.

- ¡Tú si que eres guapo, príncipe! Cada día estás más grande. - murmuró, apretando con ternura sus mofletes.

- Papi "bapo". Papi se "die".

- ¿Papi se ríe? Créeme, no hay nada que me haga tan feliz como que tu padre sonría.

- ¿Jen "quiede" papi?

- ¿Que si quiero a tu papi? ¡Pero tú cuando te has vuelto tan listo! ¿Sabes a quién quiere Jen? A esta barrigota preciosa que tienes. - y tumbando a Evan encima de sus piernas, empezó a hacerle cosquillas. El pequeño se reía con todas sus ganas, y consiguió que Jen dejara de preocuparse por lo que estuviera pasando en esos momentos en aquella sala.



Las carcajadas de Evan llegaban con claridad al interior de la estancia, y Colin no pudo evitar sonreír. El sonido de la risa de su hijo siempre le ponía el vello de punta de la emoción, y saber que era la mujer que amaba la que la provocaba sólo amplificaba ese sentimiento. Notó que Helen le miraba, y volvió a la tierra. Sin duda, ella también lo había escuchado.

Amar nunca es un errorWhere stories live. Discover now