Capítulo 2: Una poción aumentativa

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-¿Sabes, Bella? Cuando me has dicho que me ofrecerías una taza de té yo pensaba que hablabas de... Bueno, ya sabés, té. -Susurró Tiana pegando el cuerpo a la pared. Se había visto arrastrada por Bella al mismísimo sótano del Colegio, bueno a uno de los muchos sótanos que formaban las cientos de cámaras ocultas.

-No te quejes tanto, lo hago por ti -replicó Bella en el mismo tono.

-Si lo hicieras por mi ya habríamos dado media vuelta... Hace rato que me he arrepentido de llevar a cabo tu loca idea.

 -Ya, claro, hasta que en cualquier momento te desmayes por desnutrición -regañó la francesa sin dejar de hablar en susurros-. No le darás una buena imagen a la Directora si te presentas ante ella sin invitación, diciendo que vienes de un futuro apocalíptico, que te ha enviado un hombre tenebroso que hace vudú, y encima te desmayas en el acto por llevar desde los trece años sin engordar un gramo. Cállate y sígueme. Ya casi hemos llegado, créeme, llevo dos semanas investigando este castillo.

Tiana puso los ojos en blanco y la siguió por unas escaleras descendentes. Su estómago le regaló un pequeño rugido. "Me vienes que ni pintado", pensó malhumorada mientras Bella le dirigía una mirada que parecía decir :"¿lo ves?".

-Ya hemos llegado -dijo Bella, deteniéndose ante una puerta de madera que le llegaba por los hombros.- Quédate fuera vigilando, bueno, mejor entra que te acabo de ver en esa carita que si te dejo sola piensas escaparte.

Agarró a Tiana de la mano y ambas se agacharon para pasar por la puerta. Tiana, malhumorada, creía que ya nada podía sorprenderla, pero ahogó una exclamación al verse rodeada de pasillos y más pasillos repletos de estantes que contenían toda clase de cosas, desde frascos hasta jaulas. 

-¿Ya sabes lo que haces, Bella?- "No, claro que no lo sabe. Está loca. Y me va a envenenar o a convertirme en sapo" se lamentaba para sí misma.


-Por supuesto. He hecho algunos cálculos rápidos por el camino. Si mezclamos medio caldero pequeño de poción aumentativa básica y ponemos la cantidad justa de ingredientes con lípidos concentrados como barba de ballena azul, pezuña de cerdo de corral, pezuña de jabalí, hormigas secadas al sol y piel de elefante en polvo... Bueno, creo que esos son todos, pero por si acaso me he traído el libro para no equivocarme ni una micra en cuanto a las proporciones. Además, necesito anotar en papel de pociones a dónde quiero dirigir la grasa, claro, sino se te podría ir toda a la cabeza o a los dedos y ugh... Qué desagradable. En fin, lo importante es que te hará engordar unos... diez kilos. ¿Te parece bien?

Tiana no había escuchado ni la mitad del discurso. Se había perdido en lo de la pezuña de jabalí. Se le revolvió el estómago y tuvo que apartar la vista de los estantes. Bella le sobresaltó poniéndole una mano en el hombro.

-¿Cuánto pesas, Tiana?

-Pues... unos cuarenta y uno o cuarenta y dos kilos. Pero, ¡qué asco! Si te crees que me voy a beber pezuña de cerdo con barba de jabalí, o lo que sea... Es que estás más loca de lo que creía. Y ya te creía loca.

Ahora era Bella quien no escuchaba. Se había tapado la boca con las manos.

-¡Cuarenta y dos kilos, válgame Dios! ¿Cómo te aguantas en pie? ¡Te voy a hacer engordar veinte kilos, no, no, treinta kilos! 

Empezó a correr de un lado a otro cogiendo botes con cosas que Tiana no quería saber qué eran, hablando en francés con voz muy aguda y, sólo cuando se dió cuenta de que había empezado a sudar y le latían las sienes, se sentó con un bufido a los pies de Tiana y sacó un libro y un caldero pequeño de una faltriquera que a simple vista parecía no contener más de un par de lápices. Apiló a su alrededor todos los frascos que había ido recolectando y empezó a echarlos en el caldero siguiendo las indicaciones.

Fidgetweed [[Parada temporalmente]]Where stories live. Discover now