8. "Querido Daniel"

38 6 1
                                    

"Querido Daniel;
La primera vez que te ví, estabas llorando. Eras un pequeño bebé que no paraba de berrear. Por un momento, me hubiera gustado saber por qué llorabas. Si por hambre, por sed, por miedo, o porque de algún modo sabías que tu madre había dado su propia vida para que tú vivieras la tuya.
Creciste siendo un niño adorable. Sonreías a todo el mundo, eras amable, generoso, y pronto pudiste verme. Tú me llamabas Raya, dado que no sabías pronunciar mi nombre. Le hablaste de mi a tu padre, pero él rompió la magia que nos unía, diciéndote que solo era tu amiga invisible, producto de tu imaginación.
Dejaste de verme a los seis años, cuando dejaste de ser tan imaginativo. Tu Visión se quedó paralizada por el miedo. Te cuidé durante toda tu vida para que los demonios no intentaran acabar contigo. Viví contigo tus alegrías y tus miedos.
Cuando llorabas por las noches porque estaba oscuro,creías que habían monstruos acechándote y yo hacia que tuvieras dulces sueños, manipulando tu Visión.
Cuando llegó Kate, la mujer que hizó que tu padre viviese de nuevo, que se enamorará otra vez. Y tu adorable confusión, porque no sabías quién era aquella mujer ni porque dormía con tu padre. Me acuerdo cómo unos dulces regalos, unos abrazos y unos besos te hicieron cambiar de opinión, y llegaste a quererla como la madre que nunca tuviste.
Eso me hizo pensar, ¿sabes, Daniel? Me llegué a preguntar si me tratarías bien si supieras que había vivido contigo desde que naciste. ¿Cómo tu hermana, quizás?
También me asombraste, querido Daniel. Los mortales como tú aman, y aún sabiendo que os pueden destrozar, seguís amando. Fue la primera vez que amaste con el corazón.
O cuando te compraron aquel gato persa que se escapó un año después. Que triste estuviste aquel día, aunque yo intentaba que no lo estuvieras.

No sé cuando pasó realmente. No sé si fue de la noche a la mañana o fue pasando lentamente. Pequeños cambios que no llegué a ver. Un día despertaste y ya no eras un niño. Te dabas cuenta de las cosas a tu alrededor y las tuviste que asimilar demasiado pronto. Cuando te diste cuenta de las heridas de tu abuela, hechas por el hombre que ella amaba. Fue la primera vez que te pasaste la noche llorando, y la primera vez que supe que no podría consolarte.
Cuando viste a tu padre no como tu heroe, si no como el marginado de tu familia.
Cuando te empezó a asquear tu tía, esa que siempre te regalaba cosas demasiado caras para que tu padre o Kate te las compraran. Esa mujer que tenía más dinero que corazón.
Cuando tu prima creció, y dejaban que todos la tocasen. Su pureza duró poco.

Luego, sin más, ocurrió. Al cumplir los trece años, empezaste a soñar. Tu Visión se estaba perfeccionando y me empezaste a ver en sueños. No me recordabas de tu infancia, tu padre se había encargado bien de aquello. Era sueños breves, y solo recordabas pequeños detalles de ellos. Empezaste a dibujarme y me llamabas "La Chica De Tus Sueños" ¡Ay, mi Daniel, si hubieras sabido que llevaba toda la vida contigo!
Pero ocurrió lo peor. Tu padre, al que no le gustaban ni un pelo tus dibujos, te envió a un psicólogo al ver que fantaseabas con chicas inexistentes. Pronto dejaste de dibujarme, pero no de soñar. Seguiamos viéndonos en sueños, a pesar de que ya no me recordabas.
Recuerdo a aquella chica, Maika, tu primer beso. Era guapa, pero tú no la querías. Solo lo hiciste porque no querías morir sin saber qué era besar a alguien.
Aquellos fueron malos años. Sé cuánto te dolío que esos capullos que eran tus amigos te dejarán solo. Sé cuánto lloraste cuando la mitad de tu colegio se metía contigo. Sé cuánto odio guardaste en tu interior, cuántas veces te quedabas solo, con tus auriculares, escuchando la mágica voz de Kurt Cobain. Sé que querías acabar con todo y con todos. Creeme, yo también quería. No entendía como ellos no podían quererte como yo te quería. A tus dieciseis años, era muy guapo, con ese pelo rubio apagado y esos ojos del color de la miel. Pero solo tenías una amiga, tu música.

¿Recuerdas aquella tarde? Yo sí. Nunca podré olvidarla. Te metiste en el baño temblando y te quedaste sentado en el suelo. Yo me senté a tu lado, y como cuando eras pequeño, te acaricie la espalda, aunque tú no lo notaras. Entonces te levantaste y pusiste música. Marilyn Manson ya era de por sí una señal de qué estabas deprimido. Sabía que aquel día había sido horrible. Te encerraron en el baño a pegarte. Esa chica a la que besaste les dijo a todos que dabas pena. Y cuando llegaste a casa, la noticia fue que tu abuela estaba en el hospital, por culpa de tu abuelo.
No podré olvidar como miraste aquella cuchilla antes de rasgarte la piel con ella. Fue la primera vez que lloré por ti. La primera vez que hubiera dado mi vida por detenerte. Grité y grité, aunque sabía que no me escuchabas. "¡¡PARA, DANIEL, PARA!!" Lloraba y gritaba. Paraste cuando viste la sangre salir de tu piel. Te asustaste de lo que habías sido capaz de hacer. Así, con la muñeca izquierda sangrando, te abrazé. Y deseaba que me sintieras, de alguna manera. Que yo estaba ahí, para ti. Y solo para ti.
No volviste a intentar suicidarte. Pero tu tristeza había adquerido un nuevo aspecto para mí.

Cumpliste los dieciocho rápidamente. Nunca te gustaron las Navidades, pero aquellas fueron las peores, lo sé. Tu abuela había salido del hospital y llegó a casa con el ojo morado. Tu abuelo ya le estaba gritando. Tu padre era demasiado cobarde para decir nada. La asquerosa de tu tía también estaba, criticando a nuestra querida Kate. Y tu prima, tan...En fin, su piel estaba muy al descubierto.
Fue por ella que volvimos a vernos, querido Daniel, ¿recuerdas? Con ese nuevo novio suyo que le doblaba la edad. Asqueroso. Pensé que nada malo te pasaría, así que, por primera vez, me separé de ti. Seguí a tu prima y a ese novio, que resultó ser un demonio. Ese demonio la mató, cortando sus mejillas y quitándole la ropa.
No sé que te hizo irte de tu casa, Daniel, pero no me arrepiento de ese día. Cuando descubrí el cadáver de tu prima y tú llegaste segundos después. Y por primera vez me viste. No era tu amiga invisible, ni la chica de tus sueños. Por primera vez era Reiyel. Y tuve que mentirte. Me dolió en el alma. Tantos momentos deseando que me vieras y, cuando al fin lo hacías, tenía que hacer que me olvidaras. Porque un Protegido no debe conocer a su Ángel.
Hize que perdieras la consciencia y, para cuando quise darme cuenta, el cadáver de tu prima había desaparecido.
Tú me recordabas. Pero no lo dijiste. Tenías miedo, porque creías que lo habías imaginado todo, porque tu prima estaba viva. Pero no estaba viva, Daniel. Un demonio de la lujuria la mató y poseyó su cuerpo. Por eso te atacó esa noche. Por eso te sedució. Por eso tuve que matarla.

El resto...En fin, ya lo conoces.
Es tarde para disculparme por meterte en esta guerra de ángeles y demonios, entre Dios y el Diablo, entre Theós y Daí.

Pero ahora, Daniel, que temo por tu vida, e incluso por la mía propia, necesito decirtelo. Te he cuidado desde que naciste. Y podría haberte amado de muchas formas. Cómo una madre. Cómo una hermana. Pero soy incapaz de amarte de ese modo.
Sé que anoche estabas confundido, asustado. Por Theós, si hasta creías que morirías. Tal vez por eso me besaste.

No sé si viviremos o si esta guerra acabará con nosotros. No sé si seguiré siendo un ángel o me cortarán las alas. Solo sé que tengo que protegerte, Daniel. Cómo siempre he hecho, porque a pesar de todo, sigo siendo tu Ángel. Y, aunque tú ahora estes decidido a protegerme a mí, no puedes evitar que, llegado el momento, de mi vida por ti.
Te amo, Daniel. Te amo como solo un ángel puede amar a un mortal. Porque un mortal ama repetidas veces, por mucho que lo decepcionen. Un ángel ama, y se destruye si no es correspondido. Te amo, Daniel, aunque me destruyas.
Vive, mi protegido, vive como solo tú eres capaz de vivir. Como has hecho siempre. Y si muero por ti, será mi gran privilegio. Porque, a pesar de todo, puedo morir sabiendo que pude besar tus labios y que, por primera vez, sentí estar en el verdadero Paraíso entre tus brazos. Mi verdadero Paraíso. Mi propio Paraíso.
Mi pequeño pedazo del Paraíso.

Reiyel"

Querido Diario: HistoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora