Al chico le gusta correr

2K 159 9
                                    

*Nueva versión*

Aquella tarde Lina me acompañó a casa, en sus ojos aún brillaba la tristeza, pero ya no se veía tan destrozada, y no podía estar más feliz de ver a mi amiga bien otra vez. Me contó la historia de George y Connie más detalladamente, para que supiera más o menos como actuar frente a él, lo que le gusta y lo que le molesta, y sobre todo estuvimos de acuerdo en que con él debía seguir al pie de la letra las reglas, no podía enterarse de cualquier contacto con Lina, porque ello arruinaría el plan.

Lina conoció a George a mediados del año anterior, se hicieron amigos y la acompañaba a casa cada día, ella había caído inmediatamente por él, pero George aun sufría por su ex novia, su relación no había funcionado ya que no pasaban mucho tiempo juntos, porque Connie estaba en un internado y solo venía los fines de semana. Un día durante las vacaciones, mientras acompañaba a Lina a casa luego de sus clases de baile como era costumbre, la besó y luego de eso su relación avanzó cual cohete, hasta que sucedió lo que todos ya conocemos.

Al comenzar el martes realicé la misma rutina del día anterior, con Lily como estilista incluida, realmente podría acostumbrarme a esto, o sea lo amerito, soy genial, así que por qué no tener a alguien que se encargue del maquillaje y el peinado por la mañana, es lo mínimo que merezco.

Me observé al espejo de mi habitación y sonreí, me veía realmente bien, había decidido usar una falda negra, tacones del mismo color, medias oscuras y un top gris, era sexy pero no demasiado revelador, además de tener un toque inocente, algo necesario para seducir al idiota, George caería rendido.

La primera hora de clases pasó rápido, era clase de Artes, y estaba con todas las chicas y Thom, así que lo único que hicimos fue hablar y reír, el profesor no se dio cuenta, ya que es lo suficientemente anciano como para quedarse dormido en su escritorio, además de algo sordo. Cuando sonó el timbre que daba inició al primer receso miré a las chicas con complicidad, me puse algo de brillo labial y me levanté, no sin antes recibir un "buena suerte, enana" de parte de Thomas y una sonrisa reconfortante de cada una de las chicas, incluida Beth, que al parecer se había resignado al plan.

Me dirigí a la oficina de tutorías a paso decidido, cuando llegué a esta tomé una profunda respiración, aquí vamos, no hay vuelta atrás Alisha, toqué la puerta y entré, la encargada se encontraba nerviosa tras su escritorio mirando sus manos, frente a ella estaba el chico mirando fijamente la pantalla de su teléfono.

Ambos se voltearon cuando entré, la mujer suspiró aliviada, se notaba como George la intimidaba, él me miró de pies a cabeza y mordió su labio, ya lo tenía.

—Alisha, querida, toma asiento por favor— dijo amablemente la mujer— Bueno chicos, debemos establecer los días y el horario en que se realizarán las tutorías.

—Claro...Uh, yo salgo temprano miércoles y viernes, ¿Te parece que sean esos días a las 4?— dije observando a Gerorge mientras acomodaba un mechón de cabello tras mi oreja.

—Por mi está bien— me sonrió— ¿Se puede en esos horarios?— le preguntó a la encargada.

—Sí, claro, esto debe adecuarse a ustedes, yo solo tengo que registrarlo y podrán irse— sonrió amablemente de nuevo, enserio debería parar con esas sonrisas, realmente me molestan las personas demasiado empalagosas— Listo, comienzan hoy en la tarde con matemáticas— Enserio, gracias Alisha, espero que puedas contra él— dijo y reí junto a ella, George bufó— adiós chicos— se despidió cuando nos levantamos.

Salí de la oficina a paso tranquilo, mientras caminaba por el pasillo podía sentir los pasos de George tras de mí, en cualquier momento me hablaría. Luego de un rato de seguirme como mi sombra tomó suavemente mi brazo haciendo que volteara.

Cómo ser una rompe corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora