Tortura.

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Los dias pasaban como años, lentos, muy lentos. Lo que normalmente era un dia parecia un mes entero, llevaba aqui encerrada tanto tiempo que habia empezado a perder la cabeza.

Conoci mejor a Chris, el era un chico satanico, adoraba esas cosas oscuras, la muerte, satan, la soledad y esas cosas tan raras, el decia que no le faltaba mucho para salir de aqui pero con todo mis respetos, si este tio, que esta chalado, sale, yo deveria estar a quinientos millones de quilometros alejada de este lugar.

Me conto que conocio a Alice cuando fue al psicologo, por lo visto ella estaba en la sala de espera y empezo a hablarle, a Alice le pudo la curiosidad sobre las creencias de el chico y empezaeon a quedar dia tras dia, meses despues empezaron su relacion y llavaban tres años juntos. Me conto que para Alice fue duro tener que aceptar que su novio tubiera que entrar en un psiquiatrico por que no se le podia visitar, no se por que razon.

Cada noche a las 3:47, ni un minuto mas, ni un minuto menos, se escuchaban ruidos, ruidos raros, estar en un psiquiatrico ya es escalofriante de por si pero si a eso le sumas los pequeños ruidos sin emisor, digamos que te hace creer en cosas en las que no creias.

Chris me llevo a su habitacion una vez, era mas grande que la mia y parecia estar mas limpia, las paredes estaban pintadas con frases en un idioma que desconocia, segun el, era el idioma del diablo, todas las paredes estaban pintadas igual, como si hubiera fuego, y al fondo habia una criatura con cuernos, un bicho feo, segun las teorias de Chris, el diablo. Su cuarto era espeluznante pero devo admutir que las calicaturas molaban bastante, se le daba bien dibujar.

Las enfermeras seguian tratandome igual de mal, no eran imaginaciones mias, mas de una vez habia entrado en mi cuarto y al mirar en mi harmario faltaban algunos atuendos, lo peor es que faltaban las camisetas que yo habia comprado para acordarme de los chicos, esas camisetas que ellos acostumbran a llevar.

Hablando de los chicos, durante mi estancia me llegaban las cartas de invitaciones para los funerales, habia recibido invitaciones para tres funerales: Jessica, Olivia y Lau. Algo me decia que Michael las habia matado y yo no podia dejar de amargarme la vida, estaba encerrada, sin amigos, rodeada de gente loca y la unica comunicacion con el exterior eran esas cartas, y ninguna venia con noticias buenas, todo muertes. Oh, Michael, nunca habia extrañado tanto a una persona, me sentia morir, mi cuerpo no tenia vida, el era quien me enseño a vivir, el fue el unico que me hizo ver lo que era vivir la vida, lo que era la libertad, soñaba con el cada noche, su sonrisa, su pelo, su pirsing, su holor, sus ojos, su voz, la cita, mantenia con vida la llama que se prendio en mi interior con aquella cita inolvidable que me hizo sentir mas de lo que cualquier libro podia hacerme sentir.

La hora de comer era un suplicio, antes de entrar rezaba para que el menu de ese dia fuera algo comestible pero nada, dia tras dia me alimentaba de potaje que parecia estar echo hace una semana, las cocineras me miraban mal y mas de una vez tuve que dejar de comer por haberme encontrado un pelo no deseado en mi comida, o simplemente por que estaba tan mala que tendria pesadillas con el potaje, sinceramente no me apetecia tener una intoxicacion estomacal y tener que andar toda la noche usando ese baño tan desagradable que me habian asignado, esto yo lo considero bullyng.

Habia dias en los que veia a Calum, solia pasarse por ahi, hablabamos a trabes de la verja que habia ahi, me dijo que el fue quien me advirtio y que sabia que no me quedaba mucho por salir de aquel lugar, me conto que se estaba ocultando, que se ocultaba de los demas, me dijo que no le dijera a nadie sobre su paradero, que no le dijera a nadie que yo le veia y aun menos que mantenia una relacion con el. Al principio pense que el se ocultaba porque al igual que los demas el acabaria muerto, muerto por las manos de Michael, pero ahora entiendo que esa no es la razon, la razon deve ser otra mas, pero cual.

Mi mente dibagaba por todos los temas que sucumbian mi cabeza, era como si hubiera abierto el baul de los recuerdos, la unica diferencia era que el baul de mis recuerdos estaba lleno de dudas, daba vueltas por el patio, pensando, porque mi padre me oculta las cosas? Porque Michael traiciona a los suyos? Por que nadie quiso contarme la verdad? Por que la cita si todo era mentira y el sentia asco por mi? Por que? Por que? Por que? Dudas, y mas dudas. Si no salia pronto de aqui mi cabeza explotaria y me empezaria a volver loca, cada dia, todos y cada una de ellos era una tortura, lenta y dolorosa pero no fisica, solamente dañaba a mi mente, con recuerdos torturosos de mi nueva vida con el amor que no logre alcanzar y no alcanzare nunca, almenos no a Michael Gordon Clifford.

Returning to life. (Michael Clifford)Where stories live. Discover now