En algún momento

17K 1.1K 99
                                    

El presidente se hace presente y nos felicita por nuestro compromiso. Veo sus ojos buscando la afirmación de que lo he convencido, la ligera sacudida de cabeza me dice que he fallado rotundamente y esto debería hacerme sentir mal; pero la verdad que solo me permite tomar la decisión de proteger a mis seres queridos cuanto antes, llevándomelos lejos de esta vil serpiente.

Peeta no entiende mi cambio de humor. Durante la velada estoy tranquila, pruebo la comida que esta rebosante en cada una de las mesas colocadas en este gran salón.

Soy capaz de sonreír debido a que dentro de mis pensamientos ya estoy viviendo en el bosque con mis seres queridos, donde Snow no será capaz de encontrarlos y mucho menos tocarlos.

PEETA

Veo un cambio de humor en Katniss, la siento más fuerte, con ánimos  y me pregunto si eso querrá decir que convencimos al presidente.

Con tanta comida que hemos probado de cada una de las mesas, ambos estamos satisfechos muy rápido. Nuestro equipo de preparación se acerca para saber qué sucede, ya que no disfrutamos de el banquete. Cuando les digo que es porque ambos estamos llenos, me ofrecen una copa llena de un liquido claro, lo llevo a mis labios y todos me detienen alarmados mientras ríen de algo que se me esta escapando. Al ver mi cara interrogante es que me explican del contenido, esta incolora sustancia, de aspecto tan inofensivo, me hará vomitar.

Siempre he visto a la gente del Capitolio como borregos, solo se dejan llevar por lo que la sociedad y su entorno les dicta que está de moda; pero ahora me doy cuenta que no son borregos... son monstruos; justo lo que Katniss siempre a pensado.

Dejo la copa asqueado de lo que han dicho.
Coloco mi mano alrededor de la cintura de Katniss y le pido que baile conmigo, necesito retirarme de esta gente antes que diga algo que pueda traer problemas y no es lo que necesitamos ahora.

Cuando la tomo en brazos recuerdo por un breve momento lo que sentí ayer en la noche, escucho sus suspiros; recuerdo sus manos en mi pecho, en mis brazos, sus labios recorriendo mi cuello, mi cuerpo; sus ojos pidiéndome algo que jamás espere de ella; fueron momentos increíbles llenos de amor... No de su parte claro esta. No soy tonto para creer que ella me ama; pero sé que ella sintió todo lo que la amo, lo que mis palabras no pueden alcanzar a explicarle.

Me regaño mentalmente por no haberme detenido en la noche cuando mi mente me decía que parara, que las cosas estaban llegando muy lejos y me estaba aprovechando de la vulnerabilidad de Katniss. Mi enojo conmigo mismo, se une al que siento por estos monstruos del Capitolio.

Empiezo a insultar todo esto  y Katniss parece asustarse. Antes de que pueda decir algo más se nos acerca Effie y nos presenta al nuevo vigilante en jefe: Plutarch Heavensbee. Cuando este me pide bailar con Katniss, dudo un poco en permitirlo, sé la repulsión de ella a ser tocada por cualquier gente; termino aceptando, no quiero ocasionar problemas, aún estamos en una representación.

Me retiro y mis pasos me llevan hacía una mesa donde hay postres, no pienso en comer; pero me llama la atención lo diferente que se ven a los panecillos que horneamos en casa. Me sostengo a cualquier cosa que pueda distraerme y logre serenarme la mente.

Tomo un panecillo de una de las tantas bandejas doradas, una mujer coloca su mano llena de anillos encima de la mía, mientras sostengo el pequeño pan adornado, la miro, es una mujer que aparenta 25-30 años; aunque con tantas cirugías disponibles aquí en el Capitolio no sé si esta sea su edad.

—Eres aún más guapo en persona, que pena que no estas solo...— dice mirándome como si yo fuese comida—, aunque eso nunca ha importado. Tendré que esperar un año, ¿lo sabías?, la lista ya es larga; pero estoy segura que lo vales.— Me sonríe y aletea sus pestañas. Sus palabras suenan extrañas y sin sentido alguno para mí, así como su manera de comportarse; pero antes de que pueda decir algo coherente o sepa a qué se refiere, Effie aparece diciéndome que debo estar al lado de Katniss.

El humor de Katniss a cambiado, estoy seguro que se muere por regresar al tren. Effie insulta a Haymitch que esta por completo borracho y es cargado hasta su compartimento en el tren que nos llevará de vuelta a nuestro distrito.

Mis pies caminan por inercia en dirección al compartimento que he estado ocupando con Katniss, pero mi mente me ordena ir al mío por el bien de ambos. Así que con fuerza de voluntad giro a mi "habitación". Katniss me mira, da tres pasos en mi dirección, me sujeta de la cintura, se abraza a mí y me dice en voz baja y soñadora...:

—Quisiera dormir y despertar con el sonido de mi padre cantando en la cocina antes de ir a las minas a trabajar— recarga su cabeza en mi espalda y su voz cambia un poco, percibo añoranza y dolor —, sentirme protegida, segura, amada, como cuando era niña.

Escucharla decir eso me detiene, me esta haciendo parte de un secreto que estoy seguro nadie conoce de ella; me muestra que bajo esa fuerza externa está la chica que anhela, sueña y sufre.

Ella continúa, no quiero interrumpirla:
—En tus brazos me siento como solía sentirme todas las mañanas de mi niñez— suelta un poco su agarre y se mueve para quedar frente a mí. Me mira a la cara para dejarme ver la verdad de sus palabras.

Y todo lo mal que me he sentido por lo que sucedió anoche y por la propuesta de matrimonio de hoy, se evapora.

Sé que ella no me ama. Pero me queda claro que ella necesita ser amada, protegida, cuidada como la más hermosa joya del mundo; y si algo puedo afirmar, es que nadie la amará, protegerá y cuidará como yo. Ella es lo más importante que existe en el mundo para mí.

Y la esperanza surge, como un pequeño brote...   

Tal vez nuestro romance fingido e impuesto, en algún momento, logre cambiar para ella. Me propongo darle  tiempo, aceptar el ritmo que ella marque, y hacerle saber con actos, ya que las palabras parecen incomodarle, que la amo con toda el alma y, tal vez, en algún momento en el futuro, ella despierte a un nuevo día  y descubra que me ama.

Si no fuera por el bebé......Historia alternativa a En Llamas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora