Safe & Sound «D.S.»

O38

Maratón 22/?

Elena's Pov

- ¿Vas a vaciar todo mi armario? -le pregunté a Caroline mientras veía toda mi ropa sobre mi cama.
- Bueno, creo que si... -dijo observando una blusa rosada- porque no encuentro nada -dijo tirando la blusa a la gran pila de ropa- mira, creo que iremos de compras... -dijo elevando sus cejas y formulando una sonrisa.
- Dios, no comprendo como es que eres mi amiga -dije riendo.
- ¡Oh vamos!, soy fabulosa -dijo agitando su cabello- llamaré a Bonnie -dijo sacando su celular.
- Yo llamaré a ______ dije sacándo el mío.
- Espera, ¿qué? ¿acaso oí bien? -dijo poniendo cara de confusión.
- Caroline, voy a llamar a _____ -después de todo, es mi cumpleaños ¿no? -dije poniendo un puchero.
- Bien -respondió resignada para luego comenzar a teclear en su teléfono. Yo llamé a Damon y él me pasó con mi amiga.

(...)

- No puedo creer que Bonnie no vaya a venir -dijo mi rubia amiga cruzándose de brazos- y tampoco puedo creer que _____ si.
- Silencio Caroline, ¿puedes dejar tu "rivalidad" con ella y pasarla bien? -dije haciendo comillas- a ti te encanta ir de compras -dije sonriendo.
- Lo haré porque es tu cumpleaños -dijo para luego suspirar y volver a su celular.
- ¡Gracias! -dije abrazándola.
- Oh mira, ya llegó tu amiga -dijo Caroline forzando una sonrisa.
- ¡_____! -dije llamando su atención hacia la banca en la que nos encontrabamos.
- Hola -dijo ella sonriendo.
- Bueno, ya que llegaste podemos comenzar con las compras -dije, ya que ninguna de mis dos amigas dijo nada más.

Entramos a cada una de las tiendas que se encontraban en el Centro Comercial, saliendo con aproximadamente con dos bolsas de cada una de ellas. Estaba exhausta aunque eso no parecía ser problema para las dos vampiras que me acompañaban, ya que, parecían niñas pequeñas entrando a una dulcería, sobretodo Caroline, la cual prácticamente guiaba las visitas a las tiendas.

- Esperen por favor -dije cargando las diez bolsas que tenía en mis manos.
- ¡Vamos, Elena! -dijo Caroline- apenas hemos recorrido muy poco.
- Hemos comprado de todo menos el vestido por el que vinimos -dije- estoy agotada.
- ¿Por qué no entramos en esa tienda? -propuso _____ señalando una tienda con su cabeza.
- Me parece bien, ¿a ti Caroline? -le pregunté a mi blonda amiga.
- Se me había ocurrido entrar ahí de todas formas -dijo acelerando el paso- ¡venga! ¿se van a quedar ahí?
- Ya vamos -respondí poniendo los ojos en blanco.

(...)

- No sé, este no termina de convencerme -dijo Caroline observando el vestido que había elegido ella para que me lo pruebe- digo, me parece que no es tu estilo.
- Vamos, me hiciste probar veinte vestidos y ninguno es de mi estilo o no te convence -dije suspirando.
- ¿Por qué no te pruebas este? -preguntó _____ con un vestido en la mano, interrumpiendo nuestra "pequeña pelea".
- Esta bien, gracias -dije recibiéndole el vestido- ¡ya salgo! -dije cuando termine de probármelo, lamentablemente el probador no contaba con un espejo, así que salí rápido.
- ¡Oh Dios mío! está hermoso, Elena -dijo Caroline tapándo su boca en señal de asombro- _____ -dijo apoyando su mano en el hombro de la otra vampira- debo admitir que tienes un gusto excelente -dijo- no entiendo como no lo encontré yo... -dijo para sí misma- eso no se lo digo a casi nadie, considéralo como un halago.
- Gracias, supongo -respondió _____ con una expresión de confusión, para luego volverse a mí- deberías llevarlo Elena, te queda muy bien -dijo sonriendo.
- Bueno, parece que las compras han finalizado, ¡al fín! -exclamé en tono dramático. Mis dos amigas rieron cómplices.

(...)

- ¡No puede ser! ¡Que alguien me ayude! -gritó Caroline.
- ¿Qué sucede? -pregunté llegando a la planta baja.
- ¡Faltan tres horas para la fiesta y no me he cambiado! -dijo logrando que girara los ojos, denuevo, en un solo día.
- Caroline -dije colocándo mis manos sobre sus hombros- cálmate, estarás bien, siempre luces bien -dije- eres Caroline Forbes.
- Tienes razón -dijo sacudiéndo su cabello y riéndo- iré a alistarme a casa, ahora tú -dijo señalándome- ve y vistete ¡que hoy cumples dieciocho! -dijo alegre.
- Ni me lo recuerdes -dije colocándo mi mano en mi frente- cada vez me hago más vieja -dije con un puchero.