Capítulo 14.

1.5K 155 3
                                    

Recuerdos. (Parte 2/5)

La hora se acerca
Y ahora la muerte me acecha
Con su guadaña y su capa negra.

Sí, sólo yo me pongo a hacer rimas en mis últimos momentos.

-Minnie, te recuperarás, hermanita. -me dijo TaeYang.

Él era fuerte, siempre lo fue.
Desde que eramos pequeños, él siempre me protegía.

Como aquella vez...

*Flashback*

-Tae, Tae, mira, un gato. -dije alegre al ver a un niño con orejas de gato.

-Niña, no soy un gato, déjame en paz. -el niño me miró mal.

Era alto con un color de pelo parecido al de un limón, pálida piel brillante y ojos marrones muy oscuros como el aura que desprendía.

Me puse a llorar al instante, mis cuatro cortos años de edad eran "poco maduros" según mi madre.

Madre: antecesor femenino. Está destinado a cuidar de ti y mimarte en tus primeros años.
Ej: Mi madre era todo lo contrario a esta definición.

El chico se puso nervioso y empezó a gritarme, no sabía lo que decía, TaeYang decía que eran palabras malas, esas no eran las adecuadas para una princesa.

Cuando tu madre no te mima... TaeYang lo hace.

Seguí llorando hasta que mi querido hermano, alarmado por mi llanto, vino a "rescatarme".

Se pegó con el chico, porque él me estaba diciendo "palabras malas". El limón, salió corriendo olvidando sus orejitas de gato.
Un amoratado TaeYang me las puso en la cabeza, hasta que me dí cuenta del aspecto que tenía.

-¡Estás horrible!  -dije alterada.

-Yo también te quiero, ah. -dijo con sarcasmo.

Cuando fuimos a casa, nuestra estricta e escéptica madre nos regañó a ambos y nos dejó sin cenar. (Y a TaeYang sin curar)

*Fin del Flashback*

Sonreí y él me miró con sus ojos marrones.

-Estaré bien, Tae. -dije suspirando.

Su expresión cambió y la tristeza se hizo con la luz de su rostro, volviéndolo oscuro.

De mis ojos empezaron a salir lagrimas como aquella vez con el chico de las orejas de gatito.

-Tae...

-¿Sí?

-Eres el mejor hermano que he podido tener.

-Minnie... -me abrazó, teniendo cuenta todos los cables que me rodeaban.

-Cuando yo... cuando yo muera, dile a JiYong que le amé siempre aún cuando me hizo daño. Díselo, por favor.

-No vas a morir, no puedes. NO PUEDES.

Los gritos y llantos de TaeYang se oyeron por todo el hospital, llenando de tristeza dicho paraje blanco y oscuro.

Haru Haru. ➸ Kwon Ji Yong. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora