Capitulo 4: ¿Decisiones correctas?

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Yo: Alexandra no te muevas (tengo que acabar con esa cosa o Ale morirá)

Ale: Ayúdame por favor.

Aarón: Dispárale de una vez.

Yo: No te muevas, no te muevas.

Y dispare... pero estaba tan nervioso que la bala paso de largo por el agujero de la ventana.

Yo: Demonios.

Ale: (llorando) Geanfranco por favor.

Yo: "Relájate, relájate, tienes que salvarla", pensé. Ale confías en mí?

Ale: (llorando) Si...si confío.

Yo: Genial.

Inmediatamente dispare dos veces, una bala para el zombi y la otra para Ale; la bala que dispare contra el zombi impactó en su pecho haciendo que este se moviera hacia atrás y soltara un poco a Ale, ella se movió rápidamente hacia la derecha y la bala que había disparado contra ella le rozo la mejilla haciéndole un pequeño corte e impactando contra el cráneo del monstruo... mi plan había funcionado...

Yo: Aarón ayúdame a empujar ese librero para tapar el agujero de la ventana.

Aarón: Esta bien.

Yo: Alexandra tu retrocede.

Ale: (secándose las lagrimas) Si...lo hare.

Yo: Bien.

Con ayuda de Aarón empujamos un librero para cubrir la ventana que había sido destruida, apenas terminamos de hacer eso me acerque a Alexandra.

Yo: Ale, tranquila ya pasó lo peor.

Ale: (aun brotaban algunas lagrimas de sus ojos) Si...

Pude notar que estaba asustada, me acerque un poco más a ella y le seque las lágrimas, la agarre de los hombros y la mire fijamente a los ojos...

Yo: (sonriendo) Mientras yo esté aquí nada te sucederá...

Ella me miro y sonrió, pude ver en sus ojos que se sentía segura por lo que le dije.

Yo: Bueno, quédense aquí unos momentos, tengo que ir a conversar con los otros.

Ale: (sonriendo) Está bien, no te preocupes.

Aarón: Claro

Me acerque a Aarón y le entregue la pistola.

Aarón: No se usarla.

Yo: Si quieres proteger a tu hermana tendrás de aprender.

Aarón: Esta bien.

Yo: Tengan cuidado... si esas cosas intentan entrar dispárales.

Aarón: Bien

Yo: Voy a ir con los otros, tómense su tiempo y relájense un rato.

Aarón: Si

Ale: Si,... gracias por salvarme.

Yo: (sonriendo) No te preocupes, no iba a dejar que nada te pasara.

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