Repeating Apologies • Austin Carlile.

22. Parte 1.

"Do you care if I don't know what to say? Will you sleep tonight, will you think of me? Will I shake this off, pretend it's all okay, that there's someone out there who feels just like me, there is."

There is.
Box Car Racer.

Hacer las cosas oficiales era algo que había traído tanta alegría a mi vida.
Solo unos días habían pasado aquel día, pero los sentía como si fueran años, como si Austin y yo hubiésemos estado juntos por siempre.
Me sentía tan llena de vida, no cambiaría este sentimiento por nada del mundo.

— ¿January? – escuche a Austin llamarme desde la sala. — ¿Dónde estás?

— ¡En la cocina! – exclame girándome en el asiento.

—Ahí estas – sonrió al verme.

— ¿Necesitas algo? – pregunte mientras le devolvía la sonrisa. — ¿Tienes hambre?

—No cariño – dijo haciendo que mi corazón brincase. —Te buscaba a ti.

—Aquí estoy – dije mientras me acercaba a abrazarlo.

— ¿Quieres que hagamos algo hoy? – pregunto Austin. — Podemos ir al cine, o a nadar, lo que quieras.

— No puedo, he quedado en ir a ver a Ben – dije. — Creo que esta en problemas o algo.

— Beau me comento la semana pasada que Ben no quiere hablar con ellos – dijo Austin. — ¿Quieres que te acompañe?

— No, está bien – dije en sus brazos. — Podemos hacer algo hasta las tres.

— ¿Te parece si me enseñas a hacer un pastel? – dijo Austin.

— ¿Para qué quieres aprender a hacer un pastel? – pregunte.

— Es sorpresa – rio Austin.

— Bien, señor "es sorpresa" – reí. — Déjame buscar los moldes y comenzamos, precalienta el horno.

— Si el horno – dijo Austin buscándolo. — ¿Dónde está el horno... y como funciona?

— ¿Hablas en serio? – reí mientras me acercaba al horno. — Es este de aquí, de verdad ¿Cómo hacías antes de que y-yo ya sabes...?

— ¿De qué tu llegaras a mi vida y me hicieras la persona más feliz del universo? – pregunto tiernamente mientras me tomaba de la cintura y me besaba.

— Deja de decir cosas tan lindas – dije mientras me besaba.

— ¿Qué tiene de malo? – pregunto deteniéndose para mirarme a los ojos.

— Me hipnotiza – admití.

— Entonces estoy haciendo un buen trabajo – dijo Austin. — Estoy hipnotizando a la chica más preciosa que mis ojos han visto.

— Basta – susurre en su cuello.

— No puedo evitar estar cerca de ti – dijo con su voz ronca sobre mi cuello. — Eres perfecta en cada sentido, todo lo que haces... todo lo que eres.

Sus labios estaban por todo mi cuello y yo no me atrevía a detenerlo, tampoco quería detenerlo.
Sus manos estaban por toda mi espalda, me abrace a su cuello en signo de aprobación. El me tomo de la cintura y me subió al lado del fregadero. Enrollo mis piernas en su cintura y lo ayudo a quitarse su camiseta antes de acercarlo más a mí.
Estoy delirante. El placer es increíble.
Austin levanta mi vestido y tira de mis bragas, no sin antes mirarme a los ojos como si pidiera permiso.
Su mano dio un paseo por mis piernas y me acerco de nuevo a él para cargarme hasta su habitación.