Sueños esbeltos.

A veces siento de manera irremediable que jamás lograré escapar de este laberinto, todos los días encuentro algo que me hace aferrarme más al hierro ardiente.
Y me descubro en una espiral interminable y misteriosa.
Dice mucha gente que nosotras elegimos estar aquí... Cincuenta por ciento de razón a cada uno de ustedes, la mitad de nosotras, de nosotros, siempre nos trae aquí de regreso, una voz nos grita pidiendo auxilio mientras que otra más fuerte, casi con altavoz nos ordena seguir, nos recuerda todo lo que hemos pasado para llegar a donde hoy estamos. Nos amenaza con perderlo todo por tan sólo dar un paso de reversa.
Y entonces pensamos "quiero tanto esto, he pasado por mucho y han sido tantos sacrificios los que he hecho para ser como soy en este instante..."
Tal vez necesitamos un incentivo, aunque en lo personal creo que llega una fase en la que a pesar de las lágrimas del otro, de la familia, de las amigas, de los seres queridos, ya no podemos-debemos-queremos retroceder ni un centímetro.
Esa fase es la más peligrosa, cuando ya ni siquiera entendemos que es lo que quiere el ser, el físico o la psique, todo se mezcla en enredaderas incomprensibles.
Siempre surgen problemas que nos hacen perder el control, a nosotras, las personas inmaduras que no aprendieron cómo enfrentar correctamente los conflictos de la vida.
Si estás enfadada, nerviosa, si algo te asusta o te preocupa demasiado, puedes asimilarlo todo, vas dependiendo cada vez más de ello, es una forma nada eficiente de "solucionar" tus conflictos, aunque en realidad lo único que hagas sea relajarte por un rato y aumentar un inconveniente más a tu lista.
Sé que a muchos de ustedes ha sido una herida en el pecho lo que los instó a seguir cuando ya estaban algo dentro, porque si bien empezamos por nervios, por imagen o por ideologías -falsas- sobre lo que es la belleza, terminamos atrapados por motivos ininteligibles ante los demás.
La obsesión por no querer darnos cuenta de lo que en realidad acontece en nuestra vida nos arrincona a quedarnos sumergidos en nuestros sueños esbeltos.