Allison
El avión tocó tierra con un leve temblor, y el murmullo de los pasajeros rompió el silencio que había envuelto mi mente durante las últimas horas.
Estados Unidos me recibía con un cielo grisáceo, de esos que anuncian días largos, fríos... pero también nuevos comienzos.
Venía a visitar a mis tíos, a "despejarme un poco", como decía mi mamá, aunque en realidad lo que necesitaba era recordar cómo se respiraba la vida. Habían pasado meses complicados, esos en los que uno se pregunta si de verdad está viviendo o simplemente siguiendo la rutina del reloj.
Mientras esperaba mi maleta en la banda, el aire olía a café y a prisa. Todo el mundo iba hacia algún lado, menos yo. O eso pensaba hasta que, por una de esas coincidencias imposibles, algo en mi pecho se agitó.
Lo vi.
No fue como en las películas -no hubo música, ni luces perfectas-, pero algo dentro de mí se detuvo.
Él pasaba rodeado de un pequeño grupo de personas, una gorra baja, una calma imposible.
No sabía su nombre aún, pero había algo en su presencia que lo hacía diferente.
Como si llevara consigo un mundo entero.
Una sonrisa discreta, una mirada fugaz que se cruzó con la mía por un instante... y ese instante fue suficiente.
El universo, en silencio, marcó algo.
No sabía que era Shohei Ohtani, el jugador que millones admiraban. Para mí, en ese momento, era solo un hombre que parecía perdido en sus propios pensamientos... igual que yo.
---
Ohtani
El aeropuerto siempre me ha parecido un lugar extraño. Miles de personas cruzando vidas, sin saber que algunas de ellas, sin querer, pueden quedarse en tu mente para siempre.
Venía de una sesión de entrenamiento temprano y un compromiso publicitario que había durado más de lo esperado. Mi cuerpo pedía descanso, pero mi mente no encontraba silencio. Desde que nació mi hijo, todo había cambiado: las prioridades, los ritmos, los sueños. Había amor, sí... pero también una especie de nostalgia que no sabía explicar.
Entonces la vi.
Entre rostros cansados y luces frías, había algo en ella que rompía con la monotonía del lugar.
Su cabello caía suave sobre los hombros, y su mirada parecía... viva.
No sé por qué me quedé mirándola unos segundos más de lo prudente.
Fue apenas un cruce, pero hubo algo.
No puedo decir qué fue, solo sé que, al seguir caminando, sentí la necesidad absurda de volver la cabeza, como si algo en mí temiera no volver a verla.
No lo hice.
Pero desde entonces, su imagen no dejó de repetirse en mi mente como un eco silencioso.
---
Allison
No supe si imaginé aquel momento o si realmente ocurrió, pero su mirada se quedó pegada en mi memoria.
Durante el trayecto a casa de mis tíos, la escena se repetía una y otra vez.
Era como si el universo me hubiera mostrado un fragmento de algo que aún no entendía.
No conocía su historia, ni su voz, ni siquiera su idioma del todo.
Solo sabía que algo dentro de mí había despertado.
Y por primera vez en mucho tiempo... no sentí miedo de lo que pudiera venir.
---
Ohtani
Esa noche, mientras revisaba estadísticas de entrenamiento, la vi de nuevo... en mi mente.
Una desconocida con mirada serena, en un aeropuerto cualquiera.
Pensé en lo irónico que era que, en medio de un mundo donde todo parece medido y controlado, lo único que no puedes calcular es el destino.
No sabía su nombre.
Ni sabía si volvería a verla.
Pero había algo en ese recuerdo que me hacía sonreír sin razón.
Quizás... solo quizás, el universo había comenzado a escribir algo que ninguno de los dos podía leer todavía.
---
ESTÁS LEYENDO
✨EL HILO INVISIBLE ✨
RomanceDicen que el destino tiene su propio lenguaje: una canción en el viento, un reflejo en la ventana, una mirada que aún sin conocerte, te reconoce. Hay encuentros que no buscan suceder, pero la vida -caprichosa- los acomoda en el momento exacto, cuand...
