Capítulo 48. "El Error"

2.4K 222 7
                                    

- Edgar De La Garza. - Dice mi madre en voz baja, mirando al chico que en cuestión de segundos comienza a correr lejos de ahí, con miedo, no, estaba aterrorizado. Edgar me dijo que mi madre tenía toda la culpa de lo que había sucedido.

- ¿Mamá? - La miro fijamente a los ojos, está preocupada, al igual que mi padre, ¿Qué mierda sucedió aquí? Necesito saber, necesito saber por qué Edgar me hizo esto, mis padres me ocultan algo, no más. Se acabaron los secretos.

- ¿Qué sucede, hija? - Pregunta tratando de ocultar sus nervios, todos estamos en silencio, Jonathan está a mi lado, Madison junto a Roberto y Sofía están en la otra parte de la habitación.

Suelto un gran suspiro, necesita saberlo, necesita saber que su hija murió, lentamente mi mano busca la de Jonathan, necesito algo de fuerza. Miro a mis padres, en silencio para después dirigir mi mirada a mi novio. Es ahora o nunca, Michelle.

-------------------------------------------------

- No, no, no. - Repite mi padre una y otra vez, mi madre está llorando como loca, negando con la cabeza. Yo me acerco a abrazarla, no puedo llorar, necesito ser fuerte, les conté absolutamente todo lo que había sucedido. Lo de Edgar, como me asesinó, lo de Addy, Jonathan, todo. Mi madre me abraza con muchísima fuerza que duele pero no me separo ni por un momento, mis ojos se llenan de lágrimas.

- ¡Joder! - grita mi padre con mucha furia golpeando la puerta, nos da la espalda a todos, su llanto es diferente al de mi madre, nunca lo había visto llorar. Roberto y Jonathan se acercan a él con timidez.

- Todo es mi culpa... - susurra mi madre entre llanto, me separo de ella para mirarla fijamente, necesito saber qué sucedió.

- ¡Lo pagará! - gritó mi padre mientras se daba la vuelta, sus ojos eran de color rojizo, sus colmillos eran demasiado largos, se veía realmente furioso, cuando abrió la puerta mi madre la cerró, mirándolo fijamente.

- Jesús, no podemos hacer nada. Es nuestra culpa todo lo que ha sucedido. - le dice mi mamá haciendo una ligera mueca, mi padre asiente lentamente con la cabeza.

- Lamento interrumpir, señora López, pero... ¿Por qué dice que es su culpa? - pregunta Roberto curioso, mi madre se queda en silencio por un momento hasta que mira a mi padre que asiente con la cabeza y suspira.

- Todo sucedió en 1981... Era nuestro ultimo año, de tu padre y mio, también de Edgar, nosotros eramos lo chicos populares, yo era... la abeja reina del lugar, Edgar era todo lo contrario. Tu padre y yo eramos unos hostigadores, no me da orgullo decirlo, pero hostigábamos, junto con nuestro grupo de amigos, a los nerds del lugar, estábamos a punto de graduarnos, todo se nos hacia sencillo. Una noche, nuestro grupito comenzó a molestar a Edgar, el pobre chico nunca nos había hecho nada malo, yo era la que iniciaba todo, era de mente cerrada, no soportaba a los que eran diferentes a nosotros. Edgar seguro estaba harto de todo, todas esas burlas e incluso golpes se habían acumulado hasta que explotó, comenzó a decirme insultos, groserías, y todo era verdad. No lo soporté y lo hice... Lo tiré por las escaleras. - Confiesa mi madre, todos la miramos sorprendida, mi padre mira hacia el suelo.

- ¿Lo mataste? - pregunto en voz baja, con pena, mi madre, mi heroína, no puedo creer que haya sido de esa manera, que haya tirado a un chico por las escaleras. Ella niega con la cabeza.

- Creí que el chico estaba muerto, nadie de mis amigos me juzgó por haber hecho eso, en realidad me felicitaron, yo estaba sorprendida por lo que había hecho, no me sentía mal por el chico, me sentía mal por mí, ahora me mandarían a la cárcel, no podría tener una vida normal, había asesinado a alguien. En ese tiempo la química era el boom en las universidades, era la sensación. Todos estuvimos de acuerdo en deshacer las pruebas, decíamos que al fin y al cabo nadie extrañaría a ese fenómeno, no tenía amigos, sus padres no lo visitaban. Así que lo llevamos a un laboratorio, ahí íbamos a deshacer la evidencia, pensábamos que el chico estaba muerto, pero no, solamente estaba inconsciente, el miedo por ser llevados a prisión era más así que no lo revisamos, llenamos una tina con ácidos y...

- Calla, madre. - Le digo en voz baja mirando al suelo, no necesito saber lo demás, sé cómo termina. Todos nos quedamos en silencio por un momento, ahora todo tiene sentido, Edgar me arruinó la vida como mi madre lo hizo con él, el chico que veo sin ojos, con el cuerpo quemado, el rostro desfigurado, es él, él, asesinado en químicos.

- Michelle, hija, tienes que comprender que fue un error, mi más grande error, era una niña inmadura. - comienza a decir mientras se acerca a mí, levanto la mirada, está llorando. Niego con la cabeza.

- Nunca querías hablar de la universidad, ahora lo entiendo. Privaste a Edgar de una vida plena, le quitaste la decisión más importante. ¡Pudiste haberlo revisado primero! ¡Pero no! Preferiste ser lo que más odio en el mundo, una persona egoísta. - le respondo con lagrimas en los ojos, no soporto estar aquí, no puedo. Rápidamente tomo la mano de Jonathan caminando a la salida donde está mi padre, lo rodeo para abrir la puerta y salir de esa habitación, los demás me siguen en silencio. Me doy la vuelta para cerrar la puerta, ahí están mis padres, mirándome fijamente, están dolidos.

- ¿Saben algo? No quiero volver a verlos nunca más, me mienten sobre su muerte, hicieron que sufriera mientras ustedes estaban por ahí, asesinando personas para alimentarse de ellas y después me confiesan esa atrocidad que hicieron... Preferiría que estuvieran muertos. - les digo cerrando la puerta de un portazo, los chicos me miran, seguramente esperando que comience a llorar, pero no más, ya lloré suficiente en todo este año.

- ¿A dónde vamos? - Pregunta Madison, pienso en Edgar, acaba de verlos, vio a sus asesinos.

- Vamos con Edgar. - Miro a Roberto, y suspiro.

- Trae tú grimorio y los hechizos que te dio Addy. Terminemos con esto de una buena vez.

Últimos 3 capítulos.


El Secreto Del Instituto. (Secretos #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora