Capítulo 2 "No lo soportarás"

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Esa voz me era familiar, el chico que me había sacado de la caja metálica.

—¡¿Por qué hiciste eso?!—susurré molesta.

—Lo siento, no sabía cómo reaccionarias y de verdad espero que los demás se mantengan dormidos, si algún sonido los despertara esta hora probablemente me matarían.— excusó con una sonrisa.

—¿Y no podías ingeniar una forma menos violenta de despertarme solo a mí?— reclamé apenas elevando la voz.

—Lo siento, no soy muy bueno haciendo planes.— Lo miré obviando su frase previa.—Bien, no volverá a pasar, pero quiero mostrarte algo.— dijo sin siquiera intentar esconder su emoción.

—¿Qué hora es?.—pregunté adormilada.

—Las 5:30 a.m.

—¿Y qué es tan importante como para no esperar hasta una hora decente?— interrogué frotando mis ojos con mis palmas.

—Anda, vale la pena.

Me puse de pie con pesadez y seguí a Newt a través del pasillo de los dormitorios, el silencio absoluto inundaba el ambiente. Subimos las escaleras del edificio hasta llegar a la azotea.

—¿Qué quieres mostrarme?—pregunté.

—Tienes que esperar.—contestó acercándose a la orilla del balcón y se sentó—Ven, te gustará.— dijo sin retirar la vista del frente.
Caminé hacia donde estaba y me senté a su lado.

Esperamos unos minutos en silencio. Después de un rato el sol comenzó a asomarse a través de los árboles en el bosque. Newt quería mostrarme el amanecer, reí de tan solo pensarlo.
Era hermosa la vista, podíamos ver directamente la escena sin problema, ya que el domo evitaba que nos cegara.

—Vengo aquí todas las mañanas.—dijo Newt rompiendo el silencio.— Me parece maravillosa la tranquilidad que puede brindarme un simple amanecer, a veces no valoramos las pequeñas cosas solo por que las consideramos habituales.

—¿Siempre vienes solo?— interrogué con curiosidad.

—Sí, eres la primera.— desvió la mirada hasta encontrarse con la mía, segundos después sonrió.

—Gracias por compartirlo conmigo.—correspondí su sonrisa.

—Es un placer.— dijo volteando nuevamente al escenario que pintaba la naturaleza ante nuestros ojos.

Después de un rato Newt dirigió nuevamente su mirada hacía mí, me miraba fijamente, sin siquiera disimularlo. El sonido de la puerta de acero abriendose provocó que bajara la mirada.
Detrás de la puerta apareció un chico de cabello azabache y con rasgos asiáticos.

—Larcho te he estado buscando...—se detuvo en seco al notar mi presencia.— La chica lleva un día aquí ¿y ya te la estás ligando? Aguarda un poco.— el chico se mofó sin poder contener una pequeña risa.

—Cierra el pico Minho.— contestó Newt irritado.

—Bueno, creo que no me presenté ayer, mi nombre es Minho.—añadió dirigiéndose a mí.

—Soy Grace, un gusto.—contesté sonriendo levemente.

—Vine porque Sartén te está buscando.—Minho apuntó a Newt.—Y Thomas no encontraba a la chica, la está buscando como loco.—rió.—Me agradecerá el ahorrarle la búsqueda. Vámonos de aquí.
Newt me miró y caminamos a la puerta. Ya todos habían despertado, creo que los minutos habían pasado volando junto a aquel chico. Divisé como Thomas asomaba la cabeza dentro de todas la habitaciones.

—¡Thomas!—gritó Minho llamando su atención.

Volteó inmediatamente después de escuchar su nombre y sonrío al verme. Caminó hasta llegar frente a mí.

The Dome | Maze runner| EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora