¡Ya no puedo más!

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A pesar de saber que estaba mal y de que debía separarme, no lo hice.

Chocamos contra las paredes, nos besábamos sin control, con necesidad, con furia, con lujuria.

Pronto ya estábamos en la habitación de mis padres, sin ropa y volviéndonos uno.

¿Cómo pude? Me repetía mirando hacía el techo mientras recuperaba mi respiración. Ed no me merecía esto, yo no lo merecía. Me sentía una estúpida por ceder ante los encantos del chico malo de mi escuela. Debo admitir que en lo profundo sabía que apenas Ed saliera estaría en peligro, en peligro de que el fuego de Malik me consumiera.

¿Qué vas a hacer Marie? Ya no puedes seguir con esto. No, no podía. Tenía que tomar una decisión, y lo más obvio era dejar de acostarme con Zayn, y seguir en mi relación con Ed, como una persona normal, y no como una chica adicta a un chico.

¿Y si no puedo contenerme? Sigo siendo su tutora. Debo alejarme, sí; solo debo mantenerme al margen por lo que queda de este semestre, pronto me graduaré y me iré de este lugar. No lo veré jamás y todo se habrá solucionado. Convenceré a Ed de irnos a Nueva York, viviremos juntos, nos casaremos y tendremos una hermosa casa en los suburbios con 2 chicos pelirrojos. Seré feliz y nada de esto será importante.

Todo estaba listo y planeado en mi mente. La solución estaba a mi disposición  y no había nada que fuera a detenerme en la ejecución de mi brillante plan. Tus “Planes” nunca funcionan.  Callé la voz de mi subconsciente y me siento en la cama.

Zayn estaba acostado aún. Lo observé por un momento, no lo podía negar, era guapo –y tal vez eso era muy poco-. Zayn Malik fácilmente podía ser el dios del Sexo, y yo una chica más en su lista; y creo que eso era lo que más me dolía, que yo no significaba nada para él, y que si las cosas fuesen diferente y él hubiera sentido lo que yo sentía por él, probablemente Ed no estaría llevando el título de mi novio, sería él –Qué imaginativa-.

Escondo mi rostro entre mis rodillas. Siento que su mano recorre mi espalda, se acerca un poco.

-¿Qué tienes? –No podía creer que hiciera la pregunta más estúpida de todas.

-¿Qué tengo? ¿Qué tengo? –lo miré-. Tengo un novio, eso tengo.

-¿Edward? –su tono fue burlón.

-Sí.

-Pues me parece que estabas bastante cómoda hace unos minutos, y no pensabas precisamente en él.

-Contigo no se puede. ¿Sabes? Ya no quiero esto.

-¿Qué?

-¡Esto! –señalo la cama y su torso desnudo.

-¿Por qué?

-Eres idiota ¿o qué?

-Sí… tal vez si soy un idiota. Pero número uno: este idiota te tenía gritando su nombre hace un par de minutos. Y dos: tenemos un trato ¿recuerdas?

-¡Me importa un cuerno el trato! Ya basta de esto. Seguiré con Ed y no me volverás a tocar.

-Linda tú también me tocas. ¡Y vaya que sabes hacerlo! –su sonrisa me hizo sonrojar.

-¡Cállate!

Me puse en pie y me fui al baño. Tomé una ducha relajante y al salir Zayn ya no estaba. Fue un verdadero alivio que entendiera que hablaba en serio.

Usé mi pijama, unos shorts y una camisilla. Aún tenía el calor de Zayn en mis venas. Lo peor es que él muy idiota realmente me poseía. Me pregunté cómo sería con Ed, sería tan… calientemente-pasional.

Me hice una coleta alta y bajé para comer algo y luego ir a dormir. Al siguiente día salían los resultados de la audición. Esperaba salir seleccionada, para que así mi plan fluyera con normalidad. El punto uno ya estaba resuelto, Malik ya no estaba y parecía haberme liberado de él.

En la cocina busqué en la alacena unas galletas y las unté con mermelada. Puse la tetera, apagué la luz y caminé hacía la sala de estar. ¿Dónde dejé mi celular? Ed ya debía haberme llamado. Tomo asiento en el sillón más grande, está un poco oscuro y enciendo la luz. Mi celular empieza a sonar en algún lugar, camino hacía la cocina ¿Cómo llegó allí?

Entro en la cocina, la luz de mi celular alumbra cerca de la estufa. Me acerco en la oscuridad, pero una sombra lo toma y responde. Doy un paso atrás con mi corazón a mil por hora, y enciendo la luz. Es Zayn.

-¿Hola? –está enojado, de pie mirándome fijamente. ¿Por qué estaba enojado?

Me acerqué para quitarle mi teléfono. – ¿Marie? Oh! Sí, ella está justo aquí –Me tiende el celular.

-¿Hola?

-Hola amor. ¿No has terminado las tutorías? –era Ed, solo oír su voz me hizo sentirme como la peor persona del mundo. ¿Cómo haría para verlo a los ojos?

-Hola. Emm, si verás. Zayn ya se iba –busco apoyo en la el mesón dándole la espalda a Malik.

-Ok, amor. Solo llamaba para decirte que mañana pasaré por ti después de la escuela para celebrar.

-Aun no sé si pasé –Zayn se acercó por detrás, tiró de mi coleta y empezó a besarme. Intenté moverme pero me encerró con sus brazos al frente.

-Seguro pasarás. Tienes que confiar un poco en ti, como yo lo hago –Oh! Dios, más razones para sentirme una bruja.

-Emm si… -mordió el lóbulo mi oreja libre-, ya veremos.

-Bueno amor. Creo que debes estar cansada…

-Sí, un poco. Zayn puede ser muy estúpido –me giró de un tiro y me beso.

-¡Jajajaja! Paciencia. Te adoro, te veo mañana –logro separarme de sus labios.

-Ok amor. Te amo –sí lo dije, pero más para que Zayn se alejara -. Te veo mañana.

Colgué, Zayn no se apartó. Me miraba con los ojos miel de un tono oscuro. Estaba enojado, pero yo seguía sin entender por qué.

-Por favor vete de mi casa. Y si puedes de paso de mi vida.

-No quiero.

-Siempre puedo llamar a la policía.

-Dudo que lo hagas –estaba muy enojado, tenía algo de miedo.

-¿Qué te hace creer eso?

-¿Qué les dirás?

-Qué un loco está en mi casa.

-Soy tu compañero de química por Dios –bufó.

-¿Importa?

Se acercó, corrí mi rostro y apagó la tetera que estaba chillando.

-Hagamos algo. Tú necesitas la medicina. Yo también podría necesitarla y ambos sabemos que es solo sexo.

-¿Qué no entiendes que tengo un novio?

-Lo entiendo. Pero él no tiene por qué saber. Y dudo que hasta ahora haya sido capaz de tocarte ¿O me equivoco? –no se equivocaba.

-¡No!

-Marie. Si me dices mirándome a los ojos que no lo disfrutas tanto como yo, y que lo amas, me iré. Se acaba el trato, no más juegos. Nada.

Era mi oportunidad. Las palabras estaban claras en mi mente, pero no salían,

-¿Y bien? ¿Lo amas?

¡Sí, Sí, Sí! –No lo sé.

-¿Lo disfrutas?

¡No, No, No! –No lo sé. –bajé la mirada.

No sabía que pasaría, fui muy estúpida al decir lo que no debía y entonces debía aceptar las consecuencias. ¿Qué me dirá?  No dejaba de mirarlo, sus ojos se suavizaron. Una sonrisa se asomaba por sus labios. Estaba asustada, no conocía esa mirada… ¿Qué decían sus ojos? ¿Gané? ¿Es toda mía? ¿Me burlaré de ti y luego te dejaré? ¿No eres más que una chica tonta en mis manos? No sabía que hacer… no sabía cuál sería su siguiente movimiento.

I Knew You Were Trouble. [Terminada]Where stories live. Discover now