Capitulo 1

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Ryen Allen

La música esta a todo volumen en la casa. Muchos mantiene una conversación animada y llena de risas, muchos otros se la pasan bailando al ritmo de la música típica.

Mi familia es enorme, hay de todo un poco entre nosotros, y los momentos mas felices que tengo son rodeados de ellos, aunque soy bastante mas pequeña que la mayoría siempre me integro a las conversaciones pues raro seria que estuviera callada.

La música retumba haciendo que me duelan los oídos, mis primos pequeños están en la piscina en el patio de atrás, mis tíos están ocupándose de la barbacoa en el patio de enfrente y mis tías se encuentran sentadas en un circulo hablando de todo y de nada. 

 — Haz estado muy callada Ry - Habla mi abuela Ruth- ¿Todo bien tesoro?

— Si tranquila - le respondo con una sonrisa- estoy esperando a Jared. 

Mi abuela hace una mueca de desdén cuando cree que no la estoy mirando.  Jared es la oveja negra de la familia, ha hecho cosas muy malas para ganarse el desprecio de todos por relacionarse con personas no muy buenas, cosa que nos ha traído varios problemas.

Y todavía le quiero, sin importar que se junte con quien se junte o trabaje en lo que trabaje pues es como mi mejor amigo.

La tarde sigue su transcurso dándole paso a la noche y mas de la mitad de mi familia se va, quedando solo los mas cercanos.

Yo me siento de espaldas a la calle mientras hablo por el grupo de WhatsApp que tengo con mis amigos mientras los demás conversan.

Megan manda una foto de la ultima discusión que tuvo con su novio pidiéndonos opinión aunque termine haciendo lo contrario después.

A lo lejos veo como una camioneta grande, blanca y sucia se acerca, se me hace raro pues este es un lugar muy solitario y la única casa en la que viven personas es la que esta en la esquina al final de la calle pero los dueños están de viaje dejándonos solo a nosotros en el barrio

Mi tía Josephine se pone a bailar con mi abuelo y la música sube a todo volumen.

Todos nos reímos por la escena porque mi tía no baila muy bien que digamos y yo la grabo para mandar el video por mi grupo de amigos a lo que me responden todos con emojis de risa y frases sarcásticas. 

La camioneta de antes se detiene frente a una casa desocupada al principio de nuestra calle pero no baja nadie y yo sigo mirando en esa dirección porque siento que alguien me observa desde allí.

Paranoias tuyas Ry

 Sigo hablando por el grupo con mis amigos pero al rato me distraigo hablando con quien tengo al lado y sigo sintiendo como si miraran hacia acá. Oigo el motor de un vehículo encenderse pero yo sigo hablando con quien tengo al lado.

Todo pasa muy rápido, la camioneta frena abruptamente justo detrás de mi, ni siquiera me da tiempo a mirar atrás cuando salen cuatro hombres vestidos de negro de los pies a la cabeza con pistolas a mano apuntándoles a todos.

No me muevo, estoy paralizada y levanto las manos lentamente mientras siento algo duro, como metal pegado a la parte de atrás de mi cabeza y el corazón me va a mil, millones de imágenes con sangre y cuerpos con caras conocidas pasan por mi mente y ya las lagrimas empiezan a empañarme los ojos.

Por favor que no sea lo que yo creo que es 

— Al suelo todo el mundo, con las manos a la cabeza -grita el encapuchado mas alto, apuntándole a los de la derecha- He dicho ahora - grita mas fuerte-

Sus gritos retumban en mis huesos al mismo tiempo que mi cabeza martillea al ritmo de mi corazón. 

— Que esta pasando... - las palabras mueren en la boca de mi hermana cuando sale de la casa y ve todo el alboroto, los ojos se le abren de par en par y baja al suelo como ya han hecho todos-

— Por favor no nos hagan nada - dice mi abuela casi un susurro-

Mi padre es el único que sigue parado, sus ojos gotean terror viendo el cañón que tengo pegado al cráneo, tiene las manos levantadas y estas le tiemblan.

—Papá... -digo entrecortada mente por mi respiración acelerada-

— N-no le hagan nada a mi hija -dice con voz temblorosa y las piernas me tiemblan por el miedo pero no me muevo por si acaso-

— Al suelo - le vuelve a gritar el alto de mi derecha pero el no retrocede, sus ojos bailan entre el alto y yo- Si no se tumba le vuelo la cabeza.

Antes de que el hombre termine de hablar mi padre obedece temiendo por mi vida, y no es el único. Sus ojos no son los únicos que me miran con terror, todos están puestos en el cañón que tengo detrás de la cabeza.

Mi madre esta llorando en el piso tres metros detrás de papá, todos están nerviosos y yo creo que me voy a mear encima.

Dos hombres encapuchados entran a la casa y cuando salen lo hacen con dos bolsas negras.

— No es suficiente, ya juntamos todo lo de valor pero no creo que alcance para salvar a ese idiota - dice uno de ellos- 

— Si no le llevamos el dinero nos arrastraran con el -le dice el otro al alto de mi derecha-

—¿Y si nos la llevamos a ella? - pregunta el que tengo atrás con voz grave- eso seria suficiente.

Los ojos de mis familiares se abren de paren par y puedo sentir su miedo pues es el mismo que tengo yo en este momento 

Mi padre hace el aman de levantarse pero uno de los hombres le pega una pistola a la cabeza y mi mente se queda en blanco.

— Un movimiento mas y te mueres -le dice el dueño del arma que tiene a la cabeza- 

— Ni se te ocurra traerla con nosotros - le dice el alto al que tengo detrás-

—No me voy a arriesgar a que me maten por culpa de ese idiota y tu corazón de pollo Nate - responde el a la vez que me levanta abruptamente de la silla-

— No, bájame - le grito al bastardo mientras le doy patadas pero no sirve de nada, mis lagrimas caen mojándome las mejillas.- Papá - grito con todas mis fuerzas para que me ayude pero el se queda petrificado como si estuviera en shock-

Lucho pero es en vano, hasta que me meten en la camioneta y después de que entran los cuatro de negro cierran la puerta azotándola y estremeciéndome al mismo tiempo.

Mis tíos se tiran a la puerta intentando abrirla con desesperación pero por la ventana del copiloto sale una pistola y le dispara en la pierna a uno de ellos. El grito que sale de mi quema mi garganta y mis lagrimas se mezclan con las manchas carmesí que hay en el suelo del vehículo.

El conductor mete un acelerón a la vez que yo me tiro a la puerta intentando abrirla pero sin lograrlo hasta que soy empujada hacia atrás y choco con una caja muy pesada que me deja sin aliento por el impacto, la camioneta da la vuelta por la calle y yo grito mas esperando que alguien me salve.

La imagen de mi padre y ese cañón no se me va de la mente mientras la camioneta acelera por la calle. Y lo que tampoco olvidare nunca es el grito desgarrador de mi madre mientras avanzo por la carretera.

Proyecto CallaghanWhere stories live. Discover now