Adoptada por youtubers. (2° Temporada)

Capítulo 16;

Flasback 3:
Hoy era el baile de fin de curso. Después de hoy, entraremos en primaria y eso implica un gran cambio para nosotros. Decidieron organizar un baile, en el que todos deberíamos llevar pareja. La mia era un chico que se llamaba Mattias, lo conocí el año pasado y se volvió uno de mis mejores amigos. Todavía extraño a Samuel, sé que debería haberlo superado, pero no puedo.
Estaba en casa, muy nerviosa por lo de esta noche y lo peor de todo, no sabía que ponerme.
- Diossss, ¿porqué no encuentro el vestido perfecto? -dije cansada de sacar ropa y volverla a guardar.
-Lana- Cariño, todo lo que te pongas te sentará bien. -dijo abrazándome.
- Pero mami, es que hoy es un día especial. -dije apenada.
-Rubén- Tengo una idea, ¿que te parece si mejoramos uno de tus vestidos sosos y aburridos? -dijo cogiendo uno de color morado.
- Vale. -dije animada.
Buscaron una tela de encaje morada y la cosieron alrededor del vestido. Pusieron una tela en morado metalizado por debajo de esta y por último, las mangas de tirantes del anterior vestido fueron reemplazadas por unas largas transparentes.
- Me encanta. -dije mientras le daba un beso a cada uno.
Parecía una princesa​ y lo mejor de todo, gracias a ese vestido pude pasar la mejor tarde alrededor de mi familia llena de risas y estropicios por culoa de los chicos. En realidad me daba igual que llevara, pero si quería pasar un rato agradable junto a ellos.
Me puse unas sandalias plateadas con purpurina, mi pelo caía ondulado por mis hombros. Lana me puso pintalabios y el collar de corazón que me regalaron. Todos se vistieron con trajes y lana se puso un hermoso vestido azul. Al llegar, Sam vino corriendo a abrazarme, su traje era azul cielo, muy bonito y su pelo estaba recogido de manera que estuviera sobre uno de sus hombros. Saludé a Mattias con un beso y un abrazo, venía con un traje de chaqueta y una flor para mí. Me cogió del brazo y lo entrelazó con el suyo, haciendo que me sonrojara. Empezó a sonar la música y fuimos a la pista para bailar. Ninguno de los dos sabíamos y por eso, una de las veces me tropecé y caí encima suya, haciendo que empezáramos a reirnos.
- Creo que no somos muy buenos bailando. -dije mientras miraba al suelo para no caerme de nuevo.
-Mattias- ¿Vamos a por algo de comer? -dijo mientras miraba las mesas llenas de comida.
- ¿Qué tal si la liamos un poco? -dije con una sonrisa malvada.
Y así fue como todos acabaron llenos de comida y como dos niños, una niña y un niño, se revolcaban en el suelo de la risa.